Abril de 2012. David Alaba disputa su primera semifinal de Champions League. Tiene 19 años y el mundo aún no le conoce. El Bayern Munich, que había vencido 2-1 en la ida, buscaba meterse en una final que se disputaría en el Allianz Arena, su estadio. A los cinco minutos, una mano desafortunada de Alaba significa el 1-0, resultado que en esos momentos apartaba al Bayern de su final. Aquello, en pleno Santiago Bernabéu, hubiera sido devastador para cualquier crío. No fue así para David, que respondió con 120 minutos impactantes. Europa le descubrió aquella noche. Había algo especial en él.
Se vio desde el primer día que David Alaba era algo muy potente
La siguiente campaña, la 2012-13, fue la cima del proyecto Heynckes. El coloso alemán logró el Triplete desarrollando un fútbol avasallador, lleno de velocidad, ritmo y fuerza. Para muchos, el mejor Bayern de las últimas décadas. David Alaba representaba el lateral perfecto para aquel conjunto. Era intenso, rápido y muy fuerte. Sus pases solían ser precisos pero lo principal era lo otro; te comía presionando y llegando hasta línea de fondo. Era una máquina de aplastar. Pasaron solo tres años pero aquella versión de Alaba cada día nos parece más lejana.
Guardiola es, en el más amplio sentido de la palabra, un maestro. Si algo no se le puede negar al técnico catalán es su capacidad de enseñanza. Pep es un pedagogo. Y entre las muchas cosas que enseña bien,Pep «abusa» de David Alaba destaca sobre todo su facilidad para hacer comprender el juego. Con él aprendes a pensar. Una de las suertes más relacionadas con esto es la salida de balón. Y es que nadie como Guardiola exprime el potencial de un futbolista en este apartado. El ejemplo máximo lo tuvimos en Abidal. Lateral físico y algo atropellado en el Lyon, terminó siendo quizás el central que mejor interpretó el juego de posición azulgrana. Con Alaba se está repitiendo la historia… pero a lo bestia.
Solo David Alaba puede llegar a hacer todo lo que Pep le exige
Partiendo de la base de que Guardiola lo va cambiando todo, la posición más típica de Alaba este año suele ser la de falso central zurdo. ¿Por qué falso? Porque entre que Xabi Alonso baja mucho a iniciar el juegoAlaba juega de falso central y los laterales –Bernat– arrancan muy arriba, Alaba termina tan abierto y adelantado que acaba apareciendo y pisando las zonas típicas del carrilero. Con esto, Pep busca explotar al máximo las virtudes de David en la salida de pelota. Y es que el austriaco lo tiene casi todo: un pase veloz raso y seguro, lectura de lo que pasa por delante y capacidad física y técnica para quitarse cualquier presión si le aprietan. Imaginemos si es bueno el chico en estas lides que en su humilde Selección juega en el doble pivote… y la rompe.
Resumiendo: Alaba corrige y defiende como un central. Inicia el juego como tal pero da profundidad de lateral. Cuando al Bayern le agobian, abre el campo y/o ayuda a superar la presión con pases y regates. A medida que su equipo avanza, Alaba comienza a meterse entre líneas para apoyar la circulación, casi a modo de interior zurdo, de ahí que marque algunos golazos. Mientras hace todo esto, sigue ejerciendo de central. Una completa salvajada que solo él puede sostener.
David Alaba parece demasiado grande como para simplificarlo
David Alaba es un jugadorazo. A sus 23 primaveras, asusta todo lo que es capaz de abarcar y procesar. Guardiola ha encontrado en él una pieza única con la que llevar a cabo sus complejas ideas. Nadie hubiera podido adelantar que aquel terremoto hecho lateral de 2013 iba a mutar a semi-centrocampista. En cierto modo, se echa de menos la espectacularidad con la que corría la banda, pero este Alaba es otro cosa, sin duda más grande. Una joya del fútbol mundial.
@allan_ha 10 noviembre, 2015
Otro chico que llegó a un primer equipo de la mano del malquerido van Gaal. El bueno de Louis tiene la visión muy afinada para esto. Grandioso artículo, David.