El paso de Jose Mourinho por el Giuseppe Meazza fue como un huracán. Es cierto que el Inter, de la mano de Roberto Mancini y con una Juventus aún golpeada por el escándalo del calciopoli, dominaba el fútbol italiano después de haber sido campeón entre 2005 y 2008, pero las dos temporadas que el técnico portugués estuvo en el banquillo nerazzurro -la 2008/2009 y la 2009/2010- significaron el regreso definitivo del club lombardo a la élite del fútbol mundial. Dos veces había ganado el Inter la Copa de Europa -de forma consecutiva entre 1963 y 1965-, y volver a levantar la competición más anhelada para cualquier club europeo esbozó, por primera vez en muchos años, una verdadera sonrisa de entusiasmo desmedido en la mitad interista de Milán. Desde entonces; Benítez, Leonardo, Gasperini, Stramaccioni, Mazzarri y el regreso de Mancini. De momento, todos y cada uno de ellos han tratado de reconstruir sin éxito lo que aquel torbellino arrasó a su paso. El arranque de la temporada 2015/2016 ha traído un aparente cambio de tendencia, sobre todo porque por primera vez en mucho tiempo, el mercado estival de «il biscione» parece tener un grado de acierto bastante alto.
Salvo la salida de Mateo Kovacic, que sí puede considerarse una pérdida muy relevante, el Inter ha mantenido a los futbolistas que mejor habían rendido en un curso pasado en el que la irregularidad y la indeterminación fueron la línea predominante en todo momento, tanto en el arranque de la segunda temporada de Walter Mazzarri en el banquillo, como tras la llegada de Roberto Mancini, que resultó bastante más decepcionante de lo esperado. Las salidas de Shaqiri y Hernanes, a pesar de tratarse dos futbolistas de gran nivel, no parecían suponer un gran quebradero de cabeza para el técnico, puesto que la línea de juego de ambos siempre estuvo por debajo de lo que se les debía exigir por su categoría. A cambio, Mancini mantuvo a Handanovic, Gary Medel, Guarín, Palacio e Icardi, los hombres que mejor rindieron en la segunda vuelta de la temporada pasada, mientras que llegaron al club futbolistas que aumentaban de manera evidente la calidad de la plantilla. Murillo o Miranda para la línea defensiva, Felipe Melo o Kondogbia para el medio campo, gente para mejorar al equipo en tres cuartos como Perisic o Ljajic, y un futbolista llamado a marcar la diferencia como Stevan Jovetic.
El verano ha sido realmente positivo para el Inter. Sobre todo por la llegada de Jovetic.
La Fiorentina mostró los problemas del InterEsas buenas sensaciones del mercado de verano se vieron reflejadas en un arranque en el que el Inter logró cinco victorias en las primeras cinco jornadas. Cierto que el balance en cuanto a juego dejó, salvo algunos matices en los que se ha ido viendo cierta evolución, bastantes dudas, pero ese pleno de victorias reflejaba un claro cambio de tendencia con respecto a cursos pasados de la época reciente: ahora la plantilla disponía de efectivos en todas las líneas para competir mejor y que estos, en base a la resolución de situaciones puntuales, acercasen al equipo a la victoria. Murillo, Miranda o Gary Medel en acciones defensivas, Jovetic con un magistral arranque de Serie A o Mauro Icardi, quien ya la temporada pasada fue el elemento más determinante del equipo, eran la explicación a esos 15 puntos sobre 15 posibles, en cinco duelos en los que el Inter obtuvo seis goles a favor y uno en contra. Han sido las dos últimas jornadas, sin embargo, la bofetada de realidad. Principalmente la sorprendente visita de la Fiorentina, que se llevó de Milán un contundente 1-4, mientras que en el último choque antes del parón de selecciones los de Mancini sacaron en el tramo final un empate en su visita a la Sampdoria.
Mancini está tratando de mejorar lo que tiene que ver con la pelotaHa sido ese salto cualitativo en la plantilla lo que le ha permitido al Inter tener ese buen comienzo a nivel de resultados, pero por supuesto en términos colectivos los siete encuentros disputados hasta el momento también han dejado un buen contenido de análisis. Para empezar, estamos viendo un Inter que está tratando de construir su juego a través de una salida pausada, y de mejorar en una cuestión que supuso un problema bastante grave la temporada pasada: su ataque posicional. La estructura de esa salida de balón comenzó a vislumbrarse en la tercera jornada, en el derbi frente al Milan, y coincidió con la primera titularidad de Felipe Melo. Gnoukouri y Gary Medel se habían ocupado del puesto de pivote en los dos partidos precedentes, y sus aportaciones no fueron demasiado estables. Medel ha pasado a jugar como central y el costamarfileño ha desaparecido del once, y el Inter ha ganado en sus primeros pases. El del Milan es un buen partido para medir esta circunstancia, porque ha sido uno de los rivales que ha pretendido presionar. Mancini está diseñando una salida con los dos centrales no demasiado abiertos, los laterales un escalón por delante, dos hombres a la misma altura, que son Felipe Melo, el mediocentro, y Kondogbia, el interior izquierdo, y Guarín más abierto y alejado sobre la derecha para disputar el salto si es necesario salir en largo. Sin embargo, la intención del equipo es pausar la salida y tratar de pelear juego directo lo menos posible, porque al fin y al cabo, Perisic, Jovetic, Icardi o Palacio son quienes juegan arriba y esa no es su especialidad. Felipe Melo posee pausa, no tiene miedo a aguantar con el balón hasta que un rival se le acerque y libere espacio, y le da sentido a esos primeros pases, así que es un factor importante en esta fase. Kondogbia está siendo el segundo nombre relevante.
No por acierto, pero sí por función. En las dos primeras jornadas, el papel de Kondogbia estaba bastante indefinido, y de hecho la sensación era que podía resultar, dado el alto importe de su traspaso, un fichaje errado. Sin embargo, Mancini está empezando a darle forma a su rol en el equipo. Es sabido que el francés es un jugador de mucho recorrido, y con eso está jugando el técnico. Kondogbia se acerca a la salida para dar un apoyo y enfocar la salida hacia el perfil izquierdo -la zona fuerte del ataque posicional-, y también queda cerca de poder ofrecer una ayuda defensiva en caso de una posible pérdida. Si el equipo progresa, entonces Kondogbia pisa campo rival para romper hacia el área, disparar o apretar para evitar una contra. Su grado de acierto hasta el momento está resultando pobre, pero la sensación es que Mancini quiere hacer de él una pieza importante. Dependerá de ello que empiece a gestionar con mayor acierto sus contactos con el balón en ese perfil zurdo. Es aquí, en la fase de ataque organizado, donde aparece el futbolista llamado a ser la pieza clave de la temporada, Stevan Jovetic. El montenegrino necesita recibir escorado en ese sector, y desde allí tirar paredes, desborda, dispara o asiste. El Jovetic del Inter está estrechamente relacionado con la producción de juego, y su volumen de pases en el arranque de temporada está siendo bastante alto. De ahí que mantener en plantilla a Palacio, y sobre todo a Icardi, puntas profundos que necesitan desmarcarse al espacio, equilibre esta función que está desempeñando el ex-futbolista de la Fiorentina. Puede decirse que casi todo lo positivo que hace el Inter para enfrentarse a defensas cerradas, sale de él.
Aun así, en este teórico plan también hay un par de posiciones que dejan varias dudas.
Ambos laterales y los interiores dejan dudas sobre su adecuaciónLa sensación es que Mancini ha enfocado la temporada a un plan de juego que le de réditos frente a equipos que replieguen bastante atrás, y a priori parece una decisión inteligente, puesto que este Inter solo va a competir en Serie A y Coppa Italia, donde se va a encontrar un alto número de partidos con estas características. Que en plantilla estén Ljajic, o Perisic y Brozovic, futbolistas mixtos, con recorrido pero también con recursos en estas circunstancias, son un ejemplo más que añadir a este argumento. Por supuesto, el plan tiene algunas fisuras que hasta el momento está evidenciando problemas. Uno de ellos está en la calidad en los recursos que están ofrenciendo los laterales. Principalmente el izquierdo es punto de debate, puesto que Juan Jesus, quien arrancó como titular, se queda bastante corto cuando ha de ofrecer soluciones cerca de área rival, mientras que Alex Telles se muestra aún algo tímido y se espera que llegue al nivel mostrado en Turquía, porque por condiciones puede ser una gran solución ofensiva. Recordemos que Jovetic vive en la izquierda, así que cuando sujeta el cuero y el lateral rompe, se crea una situación de desequilibrio que, de ser bien resuelta puede suponer opción de gol, pero si no puede acabar en pérdida con ese defensa de la zona izquierda muy arriba. En este punto, se puede añadir que Kondogbia y Guarín son en ocasiones demasiado imprudentes en sus decisiones con pelota, lo que al final lleva a pérdidas, y por tanto, situaciones en las que el Inter queda bastante expuesto. Hasta el momento Medel, Murillo, Miranda o Melo lo han resuelto bien por pura calidad defensiva o exuberancia física, pero ahora mismo cualquiera puede crearles problemas, como dejó claro Ryder Matos, delantero del modesto Carpi, en la segunda jornada.
Está por ver si el plan que pretende instaurar Mancini logra la suficiente estabilidad como para poder darle continuidad, aunque lo cierto es que los sitios donde flojea -que Guarín y Kondogbia sean la pareja de interiores quizá choca un poco con la idea, y aumentar la productividad de los laterales se antoja decisivo en un sistema que carece de jugadores exteriores y que cuenta con poco desborde- son detalles que pueden corregirse, puesto que la plantilla ofrece bastantes soluciones, e incluso la posibilidad de ejecutar ataques más verticales -algo que si se da la circunstancia se está llevando a cabo- con Icardi y Palacio moviéndose en vertical y Brozovic o Perisic haciendo de conductores, es un recurso que puede poner los partidos de cara. El proyecto 2.0 de Mancini en el Inter aún está, como es lógico dada la alta cantidad de incorporaciones que se han llevado a cabo, por definir. De momento, las individualidades le están permitiendo conseguir puntos, la base más importante para ganar tiempo, y en el lado positivo de la balanza se sitúa el hecho de que parece que Mancini tiene claros los detalles más relevantes de su plan de juego. Un plan que está a la espera de coger el relevo, y convertirse en el principal camino hacia los resultados.
@David_Mata_Ecos 16 octubre, 2015
Sensacional artículo. Yo estoy convencido de que el Inter va a tocar chapa. Me da un poco de bronca ver a Guarín o Kondogbia en lugar de Kovacic, pero el plan me parece, como dice DLP muy adecuado para pescar en Serie A