Puntos sin consistencia

El Valencia dio un paso importante de cara a su clasificación para los octavos de final, siendo el resultado la mejor noticia de la noche para los valencianistas. Por contra, su juego ante el Gent no sirvió para comprobar mejorías sino para constatar dificultades. A pesar de los problemas generales, sus mejores hombres van sumando minutos juntos. Gayá y André Gomes ofrecieron lo mejor en clave ofensiva ante un conjunto belga que jugó de tú a tú en Mestalla. La transición defensa-ataque de los locales sigue preocupando.

El Valencia cuajó unos primeros 25′ de buen nivel ofensivo

Champions, en casa y el arranque del encuentro aparece como el contexto espacio-temporal donde mejor ubicado e intenso se puede esperar al Valencia actual, algo que se podría decir de una gran mayoría de equipos que padecen problemas anímicos y futbolísticos pero que atesoran en su potencial capacidad para generar fútbol. Sin la solidez necesaria para gobernar un partido con autoridad, los de Nuno aprovecharon los flancos para aparecer por parejas y en superioridad. Gayá, Santi Mina y André Gomes ofrecieron combinación, ruptura y remate en toda la zona izquierda. Cancelo por derecha aparecía en franca ventaja para enmarcar la jugada y finalizar los ataques. Las causas, explicadas por la particularidad del Gent, rival que saltó al campo manejando un sistema mixto.

No es nada habitual observar algo así en el fútbol. Muchos equipos se desordenan en busca de cierta sobrecarga o asimetría sobre el césped con el objetivo de generar cosas con la pelota, si bien, por lo general, Gayá, Gomes y Santi Mina, los destacadosencontrar un comportamiento distinto y predefinido entre tu disposición sin el balón y con él, ya es más extraño. Cuando los belgas salían desde atrás, sus hombres externos, Foket en derecha y Asief en izquierda, se abrían sobre la cal y más arriba de la divisoria; Renato y Kums en el mediocentro, Nielsen, Mitrovic y Asare en la zaga y tres hombres arriba -Milicevic, Matton, Depoitre- repartiéndose dos alturas. Sin embargo, si el Valencia iniciaba desde Domenech, el Gent dibujaba una línea de cuatro algo peculiar, pues Asare se cerraba y dejaba el costado descuidado.

Con Asief, carrilero izquierdo, y Kums, pivote del mismo lado con algo más de libertad para ganar presencia en la zona de Parejo, el Gent abrió un portón que Feghouli y Cancelo aprovecharon para romper y centrar. Sin vigilancia, el propio Dani acabó rompiendo al área en zona de remate que dio aún más espacio para la finalización del lado fuerte, el de Mina y Gayá. Tras el 1-0, el Valencia comenzó a tener problemas, seguramente por tener que gestionar la ventaja en el marcador. Su balance defensivo continúa teniendo serios problemas para mostrarse fiable; Fuego tiene demasiado trabajo y la identidad del Valencia 2014-2015 cuando formaba una altura media de su bloque ha desaparecido. La cantidad de pérdidas de balón que el equipo produce en posiciones de desventaja permiten a los rivales correr sin demasiado freno enfrente.

Tras el 1-0, el Valencia perdió mucho mando en el encuentro

Algo no muy distinto ocurre con su repliegue. El gol del Gent fue un preciso ejemplo, observado jugador por jugador y por la colocación defensiva del bloque, de determinadas facilidades concedidas a lo largo de los encuentros. La continuidad defensiva como rasgo identificativo de un Valencia actual que sigue tratando de encontrar. Tras el descanso, los belgas sumaron 25 minutos sin ver peligrar su ya comentada frágil transición defensiva. El Parejo por Rodrigo favoreció el ida y vuelta, lo que no logró Alcácer en soledad y a tantos metros de portería. A falta de consistencia, Mestalla suma victorias para crecer.