Pudo haber cerrado el encuentro en una primera media hora de mucho nivel pero el Atlético de Madrid cayó en casa en competición europea dos años y medio después. Sin atisbar excesivo peligro en ese primer tercio de encuentro, el peligro del Benfica existía aún sin manifestarse hasta el momento, algo que se comprobó, eso sí, en acciones aisladas. La configuración de la plantilla colchonera, la baja de Koke y la aparición de Correa han dado motivos a Simeone para imaginar partidos importantes de otra manera. El primero fue ante Nico Gaitán y Gonçalo Guedes.
Óliver Torres fue de nuevo un problema táctico para su equipo
La anterior vía consistía en competir los partidos de manera eminentemente cerrada, golpear desde la fuerza táctica y psicológica de su defensa organizada y aprovechar detalles ofensivos; así los partidos nunca eran abiertos. En su debut en casa en esta edición de la Copa de Europa, Simeone sorprendió con la entrada de tres delanteros y un centrocampista -Óliver Torres- de escaso equilibrio defensivo como interior izquierdo de un 4-3-3.
Sin encontrar aún en este inicio de campaña un contragolpe efectivo en su ofensiva, su equipo optó por presionar a todo campo y recuperar con asiduidad en la mitad rival. Correa es algo novedoso para Diego Pablo La libertad de Correa para enlazar por dentro, imantar dos marcas y liberar hacia fuera razona la primera idea diferente con respecto a otros años: el Atlético tiene un genio creativo que produce situaciones de gol o profundidad desde la libertad individual, una anomalía en los sistemas de Diego Pablo, pues implica modificaciones importantes en su balance defensivo.
Correa es la garantía que habilita un contexto de cuatro o cinco ocasiones claras de gol en ataque organizado, un aval que su compatriota no ha tenido en sus cuatro temporadas y media como técnico. El caso es que hasta el momento, Ángel es la pieza que transforma el 4-4-2 en un 4-3-3, lo que elimina la defensa ancha y simétrica de su mediocampo. Así lo aprovechó el Benfica tanto en su despliegue contragolpeador como en situaciones más posicionales. Fue la banda derecha portuguesa la que comenzó a crear problemas potenciales desde los primeros compases.
Nico Gaitán dejó acciones de crack europeo
La incorporación de Nelsinho y el comportamiento, detalle clave, de Gonçalo Guedes, mucho más delantero que extremo, hizo del eje Correa-Óliver-Filipe en ese costado, una duda constante durante todo el encuentro. Jiménez y Jonas eran atados en corto, no así los jugadores externos del campeón luso, ejemplificando en los dos goles que el casi 4-2-4 colchonero no lograba cerrar tanto su lado fuerte como el débil de su transición defensiva. Nico Gaitán golpeó primero. Guedes después. Con resultado a favor, Rui Vitoria siguió la lógica del guión y cerró a su equipo, con ánimo de matar el encuentro a la contra. Simeone retiró a Correa y Griezmann, sus mejores hombres en espacios reducidos, sin suerte posterior en la búsqueda del gol.
Ujfalusi 1 octubre, 2015
El 4-2-4 me recuerda tanto al Atleti pre-Simeone que casi me desmayo. El Atleti ha jugado bastante bien. Jackson no estuvo acertado y el equipo empezó a desfallecer con el paso de los minutos. Cok todo lo mal que estamos, ayer al campeón luso le podían haber caído 4 o 5.
Qué mal Saul, y ya no es novedad. ¿Nadie le ha dicho que se tranquilice, que disfrute del momento?. Be water, my friend.