Se puede decir que el Chelsea ganó la Premier League sin una disputa real con sus competidores. No perdió un solo encuentro frente a ellos -Arsenal, Manchester City, Liverpool, Manchester United-, amplió ventajas sin que se escurrieran y fue el segundo máximo goleador y el menos goleado. En el segundo año de proyecto, los refuerzos funcionaron y un once inicial más o menos fijo dotó de estabilidad el día del día del club londinense. Cuatro años después, Stamford Bridge recuperaba el cetro inglés.
Sin embargo, su competitividad en las copas locales y en la Champions League torcieron el rostro de más de uno. Especialmente la eliminatoria ante el París Saint-Germain, con ventaja en el marcador y un jugador más, no correspondía con la determinación que los equipos de Mourinho habían mostrado anteriormente. Esa fragilidad, tanto emocional como estílistica, dejó a los blues fuera de la Champions en octavos de final. Sin refuerzos reseñables para esta nueva temporada, el defensor del título quizás necesite recapacitar, definir y reforzar sus ideas y su juego.
La medular del Chelsea: menos cintura de lo que pudiera parecer
Cuando Mourinho llegó a Londres a comandar su segunda etapa al frente del equipo de Roman Abramovich, lo hizo con un discurso largoplacista, responsable en rejuvenecer la plantilla y hacerla sostenible en su reciclaje, apostando por jóvenes y respetando el Fair Play Financiero La medular no define a Mouque persigue a los clubes que más invierten. En paralelo, trató de acariciar su discurso futbolístico para hacer de Cesc Fàbregas uno de los jugadores franquicia. Sin grandes centrocampistas libres que cumplieran con la exigencia de un club como el Chelsea, Cesc suponía una oportunidad de mercado muy valorada. Con él, se sumaría Nemanja Matic a pleno rendimiento para la Copa de Europa, un mediocentro de enorme despliegue y envergadura, mucho quite, muy valorado mediáticamente.
Un año después, definidas las fortalezas en su quinteto defensivo -zaga más Courtois-, y la capacidad de Hazard y Diego Costa de producir en todo tipo de escenarios y contextos, su medular no terminar de despejar la incógnita. La opción del Fàbregas mediapunta se usó con menos frecuencia de la esperada, pues el de Arenys parecía indicado para capitalizar la salida de balón, el principal cambio con las salidas en largo de Cech hacia un punta, recurso muy característico de Mou en su primera etapa blue. El funcionamiento de su sala de máquinas dejó sin definir lo que quería ser el equipo.
La personalidad de Matic influye en su equipo; abarca demasiado
Se dice del judo que aprovecha, desde la técnica, la fuerza del contrario para desarmarlo. Desde su dominio del área y poder psicológico que sus planteamientos ante los grandes de Inglaterra influían en los partidos, su medular rara vez fue la protagonista del éxito. Fue común observar como los tres porteros despejaban todo ante asedios del rival, figurando cifras de despejes que fortalecían la propuesta. Sin embargo, la configuración y estilo del mediocampo pendía de un hilo. Tácticamente, los Matic, Cesc, Mikel, Ramires o Willian como tercer hombre no representan una medular del todo versátil ni asentada.
Con el Arsenal y el United dando pasos hacia delante, el Chelsea no ha respondido por el momento. La competencia en el eje del centro del campo no parece la mejor cuando Ramires y Mikel han de dar el relevo a bajos estados de forma o lesiones de gravedad. Por su parte, las lesiones de Falcao y Diego Costa deberán respetarlos para garantizar unas cifras acordes a la condición de candidato a todos los títulos. A esperas de nuevos movimientos y con una plantilla más que notable, será interesante en su tercer año en la capital, hacia dónde se mueve el portugués. La medular no parece representarle.
Giacomo Giuralarocca 8 agosto, 2015
Sobre Cesc: "El funcionamiento de su sala de máquinas dejó sin definir lo que quería ser el equipo."
¿en qué sentido?