Las bandas del Bayern Múnich asustan mucho. Sobre Robben está todo dicho, se trata de uno de los tres atacantes que más diferencias han marcado en la Copa de Europa en el último lustro, mientras que Douglas Costa se está destacando, quizá, como el extremo más resolutivo del continente en lo que va de temporada. El Bayer Leverkusen, equipo que orienta su plan defensivo con el ánimo de adelantar la línea lo máximo posible, apretar al poseedor del balón y precipitar así un ritmo de partido alto, afrontó su visita al Allianz con el miedo en el cuerpo: su prioridad era que Costa y Arjen no participasen.
Xabi jugó a lo Beckenbauer: central en defensa, pivote en ataque.
El Bayern jugó sin centralesEn pos de ello, el posicionamiento defensivo del Bayer pareció mucho más ancho de lo habitual. Si acostumbran a cerrarse sobre el carril central, en este caso, de manera paulatina, iba tendiendo a tapar las líneas de pase hacia los costados. Una vez lo descubrió, el Bayern de Alonso actuó con inteligencia: tocaba atrás a modo de distracción hasta que el sistema rival terminaban de abrirse, y una vez sucedía, o Müller o Lewandowski se descolgaban a la mediapunta y el propio Xabi, con pases extraordinarios, conectaba con ellos, eliminando una o dos líneas con sus misiles teledirigidos. Cada control de Robert o Thömas destrozaba a los de Schmidt, que de repente se cerraban y perdían la marca de sus preocupaciones originales, Robben y Douglas, que al fin recibían y armaban el follón.
El ejercicio de paciencia del Bayern Múnich, administrado por un Xabi Alonso inmejorable para estos menesteres, convirtió la sobreatención hacia Robben y Costa en el primer paso del proceso que, unos pases después, les dejó solos. Así se anula a un tipo como Roger: leyéndolo.
@FuentesDeFutbol 30 agosto, 2015
Los pases en largo de Xabi Alonso siempre tuvieron la capacidad de dejar en ventaja a cualquiera desde cualquier sitio. No he visto cosa igual. Para muestra un botón (estoy intentando colgar un vídeo, no sé si saldrá ☺)