Samu García y Samu Castillejo (de ahora en adelante Samu y S. Castillejo respectivamente) formaron parte de un Málaga que jugó bien y conectó con su afición. Tras ello, han firmado por el Villarreal de Marcelino, un equipo con mayor potencial teórico y, sobre todo, con un estilo célebre y firme. Aunque el origen de ambos Samus es el mismo, son fichajes completamente distintos a casi todos los niveles. Sólo comparten que parecen dos apuestas sin futuro claro.
Tácticamente, Samu encajaSamu destaca por la inteligencia de sus movimientos; no necesita tocar el balón para sumar al equipo. Sus desmarques, bien desde el centro o bien desde la banda derecha, generan desequilibrios ajenos y ventajas propias. Esto se acopla como anillo al dedo al sistema amarillo, y es algo que Marcelino pudo echar en falta en el último año porque solo Vietto y, en menor medida, Gerard Moreno poseían tal virtud. Cheryshev, Moi, los hermanos Dos Santos y Joel Campbell prefieren recibir al pie y luego jugar. En este sentido, el encaje táctico de Samu será fácil y perfecto.
Samu García no tiene la brillantez de las estrellas amarillas.
Pero aun así, hallará dificultades. En sus posiciones predilectas, por el Villarreal han pasado en la última década Pirés, Cazorla, Cani, Forlán, Rossi o Nilmar, además de los actuales. Existe una exigencia alta y un paladar exquisito. Samu ha experimentado un crecimiento notable en el año que ha trabajado con Gracia, pero por lo general, su manejo del balón es inferior a lo promediado por los atacantes del Submarino. Para compensar este déficit, tendrá que explotar una virtud que se le presume pero que, estadísticamente, no ha logrado consolidar: el gol.
Llega mucho al área, consigue posiciones ventajosas y muestra una técnica notable tanto para rematar al primer toque como para definir tras un control. Sin embargo, nunca ha marcado más de cinco tantos en un curso. Para triunfar, deberá desarrollar su potencial como killer. Es su carta.
S. Castillejo ha marcado un solo gol en 34 partidos de Liga.
Castillejo está muy, muy verdeS. Castillejo es un futbolista mucho más inmaduro. En realidad, todavía no tiene nada de jugador hecho, más allá del compromiso defensivo que Javi Gracia le inculcó. Al atacar, se mueve poco y sin ideas provechosas, y una vez recoge el balón, su toma de decisiones produce poco fútbol. Además, a pesar de su tendencia individualista, también se trata de un atacante sumamente improductivo, habiendo marcado un solo gol en 34 partidos y no habiendo gozado de demasiadas ocasiones para aumentar dicha cifra, porque no tiene olfato para ellas. Por el momento.
Por el momento. Y es que, al revés que su tocayo, Castillejo sí posee condiciones naturales que quitan el hipo. En concreto, una: su control sobre el balón. Es un regateador fantástico en cualquier circunstancia, con espacios o sin espacios, quieto o en carrera, y su nivel técnico hace vaticinar que no le resultará imposible incorporar a su repertorio un buen pase interior o un buen disparo a portería. Castillejo tiene potencial de sobra para convertirse no ya en un gran futbolista para el Villarreal como equipo, sino en un gran activo económico para el futuro del club; hablando en plata, en el típico traspaso multimillonario. Pero le falta. Suma apenas 20 primaveras y le falta muchísimo por aprender. Tanto, tanto, que no puede asegurarse que vaya a hacerlo. Pero bueno, la capacidad está ahí. De él y de sus entrenadores dependerá.
Ismael 11 julio, 2015
A día de hoy quizá más improductivo en todas las facetas ofensicas Castillejo que Samu ¿no?