Hablando pronto, la Juve ganó sin dar apenas tres pases arriba. Principalmente porque la Lazio aprovechó con oficio las ausencias de Álvaro Morata y Claudio Marchisio, habilitando un tipo de encuentro que la escasez competitiva de Llorente en estos momentos terminó por dibujar. Stefano Pioli hizo el campo un compendio de prudencias y ahorros, y dejó a la Juve a merced del fogonazo, que no es poco cuando por un instante, Andrea Pirlo logró cambiar el a pesar por el gracias a él.
Sin Marchisio, Allegri salió con defensa de tres, un centrocampista menos. Sin Morata, Allegri tiró de Llorente para seguir dando libertad a su mejor jugador sin que marcadores centrales pudieran buscarlo. Pirlo sin balón y Pogba sin primer paso dejaron a la Juve sin continuidad ofensiva. El transcurrir de los minutos, tras igualar a balón parado el tempranero gol de Radu -ese salto de Pirlo…-, convenció a la Vecchia de que podía aceptar una cita de mínimos con Chiellini, Barzagli y Bonucci tirando de su particular caos calmo en el área.
Pioli compitió en función de las ausencias turinesas
Sin Morata, no hubo vértigoLos romanos taparon a Pirlo con marca individual de Klose primero y Candreva después, obligaron a sus zagueros a buscar en largo a Llorente y acercaron a la Lazio a un partido de control. Ese mismo concepto fue llevado a cabo por los laciales cuando atacaban organizadamente, derivando en un embudo consentido que dejó a Anderson y Candreva como si formaran dos mediapuntas por detrás de Klose, pero sin que los laterales se proyectaran. Jugaban por dentro pero sin pase abierto hacia fuera que basculara a la Juve, que defendía comodísima pero no salía apenas al estar tan retrasada. Sin Morata, complicado.
Y es que el choque se sucedió así durante los 90 minutos. El ritmo fue larghissimo, la producción fue por goteo y el resultado se fue a la prórroga. El que volvió a destacar -al menos, con respecto al nivel del partido y lo que buenamente se puede rescatar- fue Allegri. De nuevo acertó con la inclusión de Pereyra y Matri. Cambios seguramente planeados pero que no restaron, fueron puntuales en el tiempo y aportaron lo justo y necesario para reciclar la final de su equipo. EN su término, después de que Djordjevic acariciara la copa, Pirlo, que en el desarrollo del encuentro fue lo de siempre, terminó compensando con un pase decisivo y registrado. En los partidos sigue siendo determinante. En el juego (…) y por supuesto, en el resultado.
sobris 21 mayo, 2015
Por cierto que tal cabdreva? Es un jugador que me sorprendió mucho para bien en el mundial y después ya no he tenido la suerte de ver. Para mi en ese mundial era el plus de verticalidad en tres cuartos de italia