Aprieta tanto la grada del Pizjuán que el Sevilla se confundió. Pasó a creer que el aliento de la misma era su gran factor, olvidando que se trata, ahora mismo, de un equipo fantástico. Se dejó llevar, presionó demasiado, atacó muy directo y aceptó un intercambio de golpes que no le convino. Montella se excitó con razón.
Al encimar a la Fiorentina con tanta gente, situando tanto a Krychowiak como a M´Bia en la mitad de campo italiana, el sistema de Emery se vio más ligero, más desnudo. Joaquín y Salah recibían fácil por fuera y, si desbordaban, tanto el polaco como el camerunés tenían que correr hacia atrás, lo que les hacía defender el centro -o el pase de la muerte- con la falta de contundencia de quien actúa contra su propio arco, mientras que los llegadores de Montella, ayer Valero y el Mati, irrumpían de cara al gol. Tácticamente, el asunto favorecía a La Viola.
Bacca dominó a los centralesNo obstante, el Sevilla tiene un seguro que le agarra a los partidos incluso cuando se escapan de su control: su calidad individual. Aunque pecaron de verticalidad excesiva, de ansiedad en ataque, la clase de Vitolo y Reyes a la contra se dejaba sentir, así como el tremendo impacto de Aleix Vidal como lateral derecho, el trabajo de contención -anoche de antipación- de Krychowiak o el magnífico repertorio de Bacca pivotando frente a Savic y Gonzalo, para dejar de cara a sus amigos. Pese a su patente nerviosismo, el Sevilla vencía en el 45. Por 1-0.
Aleix Vidal encontró la moto que usaba Dani Alves. Sigue intacta. .
La victoria parcial no embelesó a Unai; sabía que los suyos no habían estado bien y tomó cartas en el asunto. Disponía de dos enfoques que le darían la iniciativa si se aplicaban con acierto: un repliegue bajo o una posesión pausada. O sea, necesitaba, en resumen, relajar el juego. Y como los de Montella defienden peor de como atacan, en vez de pedirle a Krychowiak que dejase de presionar, mandó a Banega a templar asociándose. El argentino se apoderó del choque, asentó a los suyos con el balón controlado en campo viola y potenció aun más el espectáculo de Aleix, convertido en Alves frente a un Joaquín que no bajó ni una sola vez tras él. Que conste en acta que lo del vigente campeón tocando la pelota, tirando paredes y creando en general, fue un espectáculo maravilloso. Nervión llevaba años, muchos años, sin acoger el fútbol que está acogiendo desde que arrancase 2015. Con Pareja intacto, daría guerra al Bayern y desde luego a la Juventus. Por no decir otra cosa.
geryon 8 mayo, 2015
@Abel
Sin desmerecer a este Sevilla que quien sabe si con 2 retoques tendría hechuras de semifinalista Champions: ¿No crees que A.Vidal está traspasando con demasiada insistencia una línea que le coloca como especialista en algún gigante continental? En los últimos partidos le he visto subir con una potencia y clarividencia (porque es que nunca se atora al pisar el área, sino que parece que justo ahí mete otra marcha) que no recordaba desde los tiempos de Alves mismamente. Me lo imagino en la Juve donde Lichsteiner, en el United donde Valencia, y no puedo sino pensar en highlights en los post partidos.