Dice Guardiola que las próximas semanas serán su momento más difícil como entrenador del Bayern Múnich. Las lesiones de Ribéry y, sobre todo, de Robben y Alaba contextualizan la confesión. Arjen representa el efecto Messi para los bávaros, fabrica goles con la única condición de que le pasen la bola en el último cuarto de cancha; supone un tesoro para un equipo como éste, que no crea ocasiones por inercia. Por su parte, Alaba viene a ser, seguramente, el pilar táctico del croquis de Pep. El austriaco da de lo que menos haya.
Al FC Bayern le cuesta subirY de lo que menos suele haber en el Bayern cuando de grandes encuentros se trata es progresión. Le cuesta ganar metros y superar líneas mientras circula el balón. Pese a que las horas de entrenamiento se perciben con claridad en el posicionamiento del conjunto, en la práctica la pelota no sale desde atrás, cruza la divisoria o se acerca al gol con la suavidad ambicionada. Quizás esto se deba al irregular nivel asociativo de los hombres más retrasados. Benatia, Boateng y Dante obedecen y lo intentan, pero no siempre con el mismo acierto ni con la misma fluidez. Lo mismo se podría apuntar acerca de Schweinsteiger. Al fin y al cabo, nunca se ha dudado sobre que Guardiola no posee los mimbres ideales para la práctica del fútbol que él sabe diseñar. Y hay otra cosa.
Pep viene colocando un hombre menos por delante del balón.
Hay miedo a la transición deffComo respuesta a la inseguridad que ofreció su transición defensiva (defensa de los contraataques) el año pasado, Guardiola está tendiendo en este a meter, de inicio, mucha gente por detrás del balón, para que queden más hombres entre Neuer y sus rivales cuando éstos lo recuperen. La idea estriba en que a medida que la posesión avanza segura varias de esas piezas vayan sumándose al ataque y generando superioridades por sorpresa, pero como precisamente el problema radica en que la posesión no avanza como Pep querría, ese centrocampista o punta que se sacrifica para jugar con tres centrales atrás se echa en falta en el paso uno, atascando la totalidad del sistema. La pescadilla y la cola.
La técnica de Alaba ofrece soluciones en muchos sentidos.
Alaba cree sin reservas en PepIncluso por encima de Xabi Alonso, el futbolista que más soluciones le ofrece al Bayern en pos de disimular estos inconvenientes es David Alaba. Por multitud de motivos. Aunque pueden resumirse en uno: confianza. Alaba muestra confianza para asumir riesgos con el balón a alta velocidad, para apurar las conducciones en el carril central buscando atraer marcas y crear espacios para otros o incluso para, de vez en cuando, regatear. O sea, exhibe gran confianza en su técnica. Y gracias a esa fe que se profesa a sí mismo, no duda en desarrollar las ambiciosas ideas que le transmite su entrenador, concretadas en su caso en esos desmarques a espaldas de líneas de presión. Alaba sí que rompe la rectitud del esquema, corre con agresividad hacia esa zona llamada «entre líneas» y levanta la mano para recibir. Y si de partida se le sitúa como interior, hace caso a Guardiola y aguanta bien arriba su puesto pero sin perder de vista el esférico; estirando el dibujo (creando espacios) sin perder la predisposición para recibir el pase de Alonso. Sin el concurso de David, el Bayern Múnich sufrió horrores para jugar ayer en la mitad de campo del Borussia Dortmund, así como para dañar en la misma. Sólo chutó entre palos en la acción del gol.
Aunque su salud en cada una de las competiciones que disputa resulta inmejorable, la situación de los bávaros es en realidad delicada. Desde la vuelta del parón invernal, el fútbol del conjunto ha pegado un bajón. Se notaba incluso con Alaba y Robben y, ahora, amenaza con descender un peldaño más. Alonso, magnífico intérprete pero cada mes que transcurre es más dependiente de lo que le proteja su equipo, bien que lo está padeciendo. Por suerte, hubo una buena noticia amén de la victoria. Thiago Alcántara reapareció y se le vio muy decidido. En ningún instante de su carrera ha igualado el aporte del monumental Alaba, pero dentro de esta idea y a tenor del nivel que están gastando sus compañeros, debería mejorar a todos los demás. Y usando otros medios, él sí da mucho de eso que da el austriaco. Thiago salta líneas.
hola 5 abril, 2015
Vi al Bayern defendiendo relativamente bien con Rafinha y Dante en la cancha, cosa que la temporada pasada era imposible y esta temporada ya sufrieron con los dos brasileños en cancha…