Con el Vicente Calderón como diferencial y distintivo elemento con respecto a Vigo, Leverkusen y Sevilla, el Atlético de Madrid dominó gran parte de su compromiso liguero ante un Valencia al que dejó sin plan en la primera mitad. Fue la mejor noticia para su futuro, pues el punto fue más celebrado por un Valencia que sí supo interpretar mejor aquellas decisiones con las que su rival se transformó tras el minuto 60. Nuno explicó bien en sala de prensa por dónde cambió el choque, a pesar de que en el inicio, su manera de entender el encuentro le facilitó las cosas a su homólogo argentino.
Explicada y visualizada la cita desde el pasado lunes, con siete días reforzando la idea de que lo posterior a una salida en largo (la segunda jugada) iba a narrar el partido -en la primera mitad el Valencia siempre salió directo ante la presión rojiblanca-, Raúl García resumió con soltura lo que fueron los primeros 45 minutos. Nuno se quedó sin plan hasta el minuto 45Sin continuidad en el pase, el choque se explicó por la superioridad numérica y concentrada de la recuperada línea de cuatro local más la figura del navarro como quinto mediocampista ante Parejo, Pérez y… nadie más. La tan recurrente intensidad, un concepto más fomentado desde la enseñanza que desde el amor propio, hizo el campo muy estrecho y redujo el impacto de dos piezas que Nuno alineó con el ánimo de otorgarles un cariz determinante: Pablo Piatti y Sofiane Feghouli. Los extremos fueron siempre muy extremos, con la misión de dar una altura distinta a los medios, lo que facilitó que Koke se cerrara y se sumará a la pugna de cualquier balón que pasara botando sin dueño. Sin Griezmann para crear ocasiones, Simeone recuperó la disputa individual, el balón parado, su partido más copero, respiró aliviado al ver jugar a Resurrección y tuvo en Torres la figura con la que separar a Otamendi para la posible llegada del ‘8’ y el ‘6’.
Las salidas de Koke y Torres dieron motivos al Valencia
Ese guión de partido en el que cada uno se protege, minimiza el riesgo al máximo y busca el detalle ofensivo le salió más natural a un Atlético reconocible que dejó sin aparente plan a los valencianistas. Y es que el Valencia es otro equipo desde enero, seguramente antes, principalmente fuera de su feudo. Ha perdido continuidad en el juego y ninguna individualidad brilla por encima de cualquier otro momento pasado, pero se mantiene firme porque su dinámica de resultados y su capacidad competitiva refuerzan sus días presentes. Su velocidad en los pases y la ubicación de sus piezas en ataque organizado ha perdido coherencia en favor de una operatividad que desluce su apuesta en favor del verbo más usado por Espirito Santo esta pasada semana: competir. El portugués explicó que ante los colchoneros siempre hay que llevar el balón a las bandas cuando juntan tantos jugadores por dentro, misión que no pudo acometer al inicio pero que sí supo leer tras la reanudación. Esta vez, fueron los del Cholo, por su manera de entender la segunda mitad, los que facilitaron las cosas al técnico luso.
Y es que la salida de Torres, Koke y la paulatina regresión posicional local fue algo así como si la fuente fuese a buscar al cántaro hasta encontrarlo. La ausencia en la creación de ocasiones se alargó hasta el pítido final pero el duelo ya se había transformado. Con la entrada de André Gomes, Simeone pasó al 4-5-1 con Mario Suárez en lugar de Koke, anuló el espacio entre líneas que suele conectar a Parejo con su socio portugués a cambio de no comprometer la salida del juego ni poder contragolpear hasta la entrada del mejicano Jiménez. El Valencia ganó en presencia a falta de peligro, un factor que aunque venga acompañado de poca profundidad compromete al rival a acercarse al error. La subida de los laterales chés provocó basculaciones en forma de faltas que explicaron el resultado. La fluidez nunca explicó las virtudes de ningún equipo, algo que tuvieron y quisieron tener claro ambos banquillos.
hola 9 marzo, 2015
Partido de mucha intensidad. Partido trabado como se esperaba. Un partido un poco aburrido, pero con bastante material tacticamente hablando.