El técnico manchego, que en su día ya salvó al Granada en el mismo Vallecas, se ha alejado, de momento, de su querida defensa adelantada. Sólo son dos partidos, pero esta vez su idea parece ir por otros derroteros: el Granada promedia un 58% de posesión, junta a muchos hombres de ataque, ha pasado del 4-4-2 al 4-2-3-1 y, además, ha centrado la posición de Piti. Un cambio que, de inmediato, ha tenido un impacto tan significativo en el jugador que sus actuaciones ya han valido cuatro puntos. Porque el catalán, jugara donde jugase, siempre ha necesitado de libertad en su fútbol. Sin las cadenas que le ataban a la banda y recordando su etapa con Sandoval, Piti está apareciendo con continuidad por todo el frente de ataque haciendo, indistintamente, de mediapunta, segundo punta y delantero. Así, escoltado por Rubén Pérez y acompañado por Robert Ibáñez, Granada ya sabe quién es Francisco Medina Luna.
3 comentarios
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@L_M_Guerra
Y que, además, aunque en el Rayo la rompiera desde la izquierda, yo creo que Piti es mediapunta. Tiene que tener libertad, poder generar juego, ser capaz de pisar diferentes zonas del campo… En ese equipo de Paco Jémez estaba el Chori Domínguez, atacaban muchos futbolistas y su maravillosa zurda lució de cara a gol, pero eso en el Granada no iba a ser posible. No tan atrás, como dices.
Me gusta mucho, por cierto, su relación con Robert Ibáñez. El chico del Valencia tiene cositas. Tanto con balón, donde demuestra cierta finura, como sin él, sabiendo interpretar los movimientos de Piti y, así, confundir a la defensa contraria. Al Elche le hicieron mucho daño de esa manera.
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@ Guerra
La verdad es que a sí.
Además es que a golpe de talento genera más orden que cualquier centrocampista.
Amén de que con Piti de mediapunta, ver al Granada es súper motivante.
@L_M_Guerra 7 febrero, 2015
Fue el mejor contra el Elche. Esperemos que haya continuidad en eso. Desde luego, como el Granada y sus aficionados nunca iban a encontrar a Piti es jugando este a 70 metros de la portería rival, como segundo lateral. Otra de las barbaridades, que son muchas, que el señor Caparrós ha hecho en Granada.
En dos partidos, Abel ha demostrado, que Piti tiene mucho más fútbol que el de ser segundo lateral, a pesar de que sus años tampoco ya dejen ver su mejor versión, seguramente. Con esa libertad que dices, y acercándolo al área rival, han sido bastante para ver en 90 minutos en Los Cármenes, más fútbol que en los otros 19 partidos.