La noticia negativa de la temporada está siendo la grave crisis deportiva que atraviesa el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp. Pese a su buen rendimiento en la Champions y el haber logrado mantener a Marco Reus, el equipo alemán no levanta cabeza en la Bundesliga hasta el punto de ocupar, durante varias jornadas, su última posición. Los problemas con balón, la falta de gol y los errores defensivos han hecho sucumbir, al menos parcialmente, a uno de los grandes proyectos del fútbol europeo. ¿Resurgirá? ¿Por qué ha caído tan bajo? ¿Cómo está reaccionando Klopp? Sobre todo esto y mucho más charlamos con Guillermo Valverde, el especialista en fútbol alemán de «MarcadorInt».
– Sin dilación, Guillermo, ¿en qué momento diagnosticas tú que comienza la crisis del Borussia Dortmund? Entiendo que los detonantes de la misma no se producen un día concreto, es evidente, pero sí que hay un punto en el que los malos resultados dejan de ser una «simple» mala racha.
Es francamente difícil situarlo en un punto concreto, porque su rendimiento no ha sido en absoluto uniforme. Si pintáramos un gráfico tendría muchas subidas y bajadas, aunque obviamente la trayectoria general sería descendente. Han alternado derrotas calamitosas con partidos buenos, sobre todo en Champions, partidos serios en los que parece que se iban a recuperar pero han cometido errores flagrantes que les han condenado… Quizá a partir de octubre (recuerdo un pésimo partido ante el Colonia), el equipo empieza a entrar en un bloqueo mental del que les está costando mucho salir y que repercute mucho en su juego.
– ¿Es una crisis meramente deportiva? Es obvio que las derrotas van afectando al clima social, a la estabilidad institucional y demás, pero su origen parece claro que estuvo en el terreno de juego.
Bueno, creo que la respuesta de la institución a la crisis no puede ser más ejemplar. En este caso lo que ha pasado en el terreno de juego no se ha llevado por delante todo lo demás, sino que ha quedado, de momento, casi intacto tras el tsunami. Creo que eso es algo a valorar. Obviamente es difícil salir ileso después de una situación así, pero desde todos los estamentos del club se ha mantenido la tranquilidad, se ha apoyado el proyecto, no se han tomado decisiones desesperadas, no ha habido declaraciones altisonantes, ni nada parecido. Quizá después de la derrota ante el Augsburgo y las famosas imágenes de Weidenfeller y Hummels pueda parecer que se ha llegado al caos, pero creo que cualquier afición perdería el nervio en una situación así y más conociendo la relación club-ciudad que hay en Dortmund. Hasta ese momento había seguido detrás del equipo de forma ejemplar.
– Y dentro de todo esto, ¿cómo está siendo la reacción de Jürgen Klopp? ¿Cómo valoras su gestión de la crisis? Sabemos que el técnico alemán es muy particular y que está legitimado por su pasado reciente, pero en cierta forma esta situación es nueva para él. O, al menos, inesperada.
Institucionalmente, como portavoz del club y principal canal de comunicación con la hinchada, está reaccionando bien, como se espera de un líder como él. Está ejerciendo de «padre», liderando en el pesimismo general y sin perder los papeles. En lo que se refiere a los terrenos de juego, a mí sinceramente no me está gustando cómo lo está gestionando. Creo que está dando demasiados volantazos que impiden que el equipo alcance cierta estabilidad. Este año el BVB tiene un juego muy poco reconocible, nada muy palpable a lo que agarrarse y creo que le vendría bien cierta continuidad sobre la que construir. Ha ido cambiando mucho su discurso. En partidos ante rivales más potentes, como M’Gladbach o Bayer Leverkusen, me da la impresión de que ha tratado de salir vivo a toda costa: un juego muy canchero, muy físico, de mucho contacto y mucha pasión, mientras que ante rivales de zona baja que se le encerraban alteraba el plan y buscaba un juego más posicional, pero también con muchas rotaciones, continuos cambios y creo que tal y como está el equipo le vendría bien más seguridad. Aunque obviamente desde mi escritorio es muy fácil opinar.
– Es que futbolísticamente el Borussia Dortmund está teniendo muchos problemas. Le está faltando gol, comete demasiados errores en defensa, no está pudiendo correr, no ha remontado ni un sólo resultado adverso, el doble pivote está lejos de ofrecer la consistencia deseada… Pero, seguramente, la mayoría de estos se concentran en un aspecto: lo inocente e ineficiente de su ataque posicional. De ahí nace todo, ¿no Guillermo? Los de Klopp se ven obligados a tener mucho balón, al no poder desequilibrar van dejando espacios a su espalda y, entonces, llega el error.
Creo que son varios factores los que explican el mal año del Dortmund. Su poca creatividad para el juego posicional ante rivales que le conocen y le ceden el balón es evidente que es uno de sus mayores problemas, pero ya el año pasado se veían muchas deficiencias en ese aspecto y acabó segundo. Es decir, no creo que su juego posicional fuera entonces mucho mejor que el de ahora. Pero el año pasado se alzó la figura de Robert Lewandowski, que para mí jugó el mejor fútbol de su vida durante la segunda vuelta del año pasado y ejerció un liderazgo importantísimo. Con medio equipo lesionado, se echó al equipo a las espaldas junto a un Reus que estaba sano, y con la determinación y técnica de estos dos sacaban adelante muchísimos partidos ante equipos encerrados que no pintaban bien y que les permitían entrar en dinámicas positivas. Este año entre la lesión de Reus, que aún así siempre que ha jugado ha sacado las castañas del fuego a su equipo, y que no se ha conseguido comprar la determinación que perdían con el polaco, el equipo se ha visto muy obligado a que las soluciones posicionales fueran colectivas y Klopp no ha estado especialmente lúcido diseñando, o al menos no se han observado grandes cosas más allá de detalles de puntuales.
Como comentas, el BVB ha cometido muchísimos errores defensivos esta temporada que les ponían los partidos cuesta arriba y que, en su estado psicológico, eran un lastre durísimo. Pero nunca sabes bien si son causa o consecuencia del mal juego. Quizá el espíritu impulsivo y apasionado con el que sale el equipo a muchos partidos propician situaciones límite que obligan a los defensores a tomar decisiones muy arriesgadas, también el propio carácter de Sokratis, Hummels y cía es nervioso por naturaleza, pero coincido en que con un buen juego general se darían menos situaciones susceptibles de «tiros en el pie.» Es algo que ha desesperado a Klopp durante toda la temporada.
– Has centrado tu respuesta en el nombre que tenía aquí apuntado en mayúsculas: Robert Lewandowski. El delantero polaco no sólo se fue mostrando como un goleador más o menos fiable, como dices, sino que, sobre todo, se convirtió en una solución constante a los problemas que podría ir encontrando el Dortmund en partidos de índole muy diversa. Jugando de espaldas, cayendo a las bandas o siendo un excelso receptor del juego directo, mejoraba constantemente su juego ofensivo. A veces, incluso, parecía el mediocentro. Y Ciro Immobile o Pierre-Emerick Aubameyang, no son eso.
Absolutamente, absolutamente. Es cierto que su año en el Bayern está siendo de 6-7 sobre 10, pero eso no puede hacernos olvidar el descomunal jugador que es. Como comento, su segunda vuelta de la temporada pasada, cuando se podría pensar que ya tendría la mente en Múnich, es una absoluta salvajada. Una máquina de crear ventajas a su equipo en todos los aspectos, no sólo en determinación sino en juego directo, en soluciones asociativas, en apoyos, en ventajas técnicas… Es cierto que a él, como estamos viendo esta temporada, un juego de transiciones como el amarillo le permite explotar sus características, pero aún así es una baja muy sensible, ya que se convirtió en el foco del juego durante algún tiempo y sin él hay que empezar a diseñar cosas prácticamente de cero. Desde su rol de pivote, era un delantero que por sí sólo te ofrecía un plan de ataque.
Es muy evidente que Immobile no es eso y su rol es mucho más limitado, aunque se ve cierta evolución en su juego a la hora de tirar apoyos y tal, se intuye que Klopp está trabajando mucho con él, pero no es nada ni remotamente parecido. Aubameyang, del que se podría pensar que es un jugador únicamente atlético y explosivo, de poca pausa, de poco juego interior, creo que sí ha evolucionado muchísimo en ese aspecto. Obviamente nunca será Lewandowski, pero su entendimiento del juego es cada vez más interesante. Su juego de espaldas, su forma de asociarse, sus apoyos le convierten en un jugador mucho más completo de lo que pueda parecer. Le leía a David de la Peña que era la gran noticia del BVB este año y estoy bastante de acuerdo.
– La temporada de Immobile está siendo un tanto decepcionante, ¿no Guillermo? No sé que esperabas tú del delantero italiano, pero se han venido confirmando los peores presagios. Hay que decir que seguramente sea uno de los grandes damnificados por el hecho de no poder correr, pero… se está quedando corto ante el reto.
La verdad es que no le tenia muy visto y no sabía bien qué esperar, pero su temporada de momento es francamente decepcionante, sí. Nadie le puede exigir que aporte lo que Lewandowski, pero teniendo en cuenta su precio sí se esperaba que aportara otras cosas, al menos determinación y sus cifras son las que son: tres goles en 15 partidos de Bundesliga. Hay que decir que aporta mucha actividad, que se está constantemente moviendo por delante, tirando desmarques y tal, que se sacrifica presionando y que se le ve implicado en la filosofía colectiva, pero su rendimiento es bastante pobre. Técnicamente es limitado y sin espacio por delante apenas aporta soluciones. Klopp sigue confiando muchísimo en él pese a que es uno de los más criticados por prensa y entorno, y parece que lo está intentando amoldar a lo que le pide él a un delantero. Lewandowski tampoco era ni muchísimo menos el que se fue cuando llegó, así que habrá que darle tiempo.
– El polaco ya no está, pero a quién si tiene Klopp es a Ilkay Gündogan y a Nuri Sahin, los cuales han venido formando el doble pivote borusser en estos últimos partidos. Ante el Friburgo funcionó mejor gracias la tempranero gol de Marco Reus, pero ante el Augsburgo no pudieron transmitir peores sensaciones. Sobre todo con balón, que es lo sorprendente.
Bueno, lo de Sahin a mí ya hace tiempo que no me sorprende. No recuerdo su último gran partido completo. Sobrevive gracias a su zurda, pero a un interior de sus características, que físicamente te aporta lo que te aporta, hay que exigirle una presencia en el juego muy superior a la suya. Vale que ha estado lesionado y tal, pero es que no es ninguna novedad. Lo de Gündogan es un caso muy distinto y creo que si se hubiera subido a un barco en movimiento, si se hubiera incorporado a un equipo con una dinámica positiva, hubiera lucido mucho más. Tras un año fuera de los terrenos de juego le falta ritmo para comandar, pero le veo técnicamente cada vez más fino y con algunos gestos que nos recuerdan al gran jugador que fue. Klopp hizo con él «un Modric», le colocó de mediapunta para que fuera sumando minutos sin el desgaste que sufre un mediocentro, y dejó cosas bastante interesantes. Cuando vaya encontrando esa continuidad en el juego puede ser un subidón para el BVB, aunque ese doble pivote con Sahin deja bastantes dudas. No tengo nada claro que lo sigamos viendo en el futuro.
– Curiosamente, en la mediapunta también reapareció Marco Reus. Y esta es la posición de Shinji Kagawa, uno de los grandes movimientos del mercado veraniego que, evidentemente, no está respondiendo como se esperaba. Ni siquiera numéricamente hablando, con un gol y una asistencia, salva su regreso a Alemania.
Yo era de los que pensaba que Kagawa era el gran fichaje del BVB esta temporada en términos de recuperar algo de la calidad que perdían con Lewa. Obviamente es un jugador radicalmente distinto, pero por un lado es un jugador capaz de aportar desequilibrio desde el gesto técnico y la asociación ante rivales encerrados, y por otro es una bala transitando que está totalmente familiarizada con el universo BVB. Su entendimiento con Reus prometía mucho, ofreciéndole un apoyo para asociarse desde la mediapunta, rompiendo, permutando… Pero la verdad es que sí, es que es otro fichaje que no está respondiendo a las expectativas creadas.
Si uno se para a pensar en lo que ha aportado lo que han traído este verano: Ginter, Ramos, Immobile, el propio Kagawa… Desde ahí se puede entender una parte de lo que está pasando este año. Lo de Kagawa es un caso particular, porque su calidad está contrastadísima, pero en el resto de los casos… Si fuera hincha del BVB sería crítico con el trabajo realizado durante el verano, la verdad. Una de las grandes fortalezas del club en esta era fue siempre encontrar la calidad escondida y potenciarla y, ahora que han dado ese paso en términos de institución y tienen dinero y capacidad de atracción para fichar a jugadores de nivel, están decepcionando. Sobre Shinji, creo que pese a todo es una carta que en los grandes duelos de Champions, cuando el BVB pueda adoptar el papel que le gusta, le va a ser muy útil a Klopp.
– Llegó la temporada pasada, pero otra de las grandes decepciones está siendo Henrikh Mkhitaryan. Es verdad que este año ha jugado sobre todo en banda derecha, donde pierde impacto y sentido, pero es que en 15 partidos de Bundesliga aún no se ha estrenado como goleador. Ni como asistente. Y, al final, parece que ha perdido el sitio en el once titular.
Le recuerdo buenos partidos en derecha, ¿eh? Ante el Madrid por ejemplo en el Westfalenstadion. Aunque es cierto que quizá son contextos distintos a los que se encuentra en el día a día en Bundesliga. Es bastante rara su situación. Tras su lesión se ha caído del equipo, se ha rumoreado muy fuertemente su marcha a la Juventus, ha tenido alguna declaración que no ha gustado… A mí es un jugador que me parece buenísimo y que no creo que el BVB pueda permitirse prescindir de él. Me parece uno de los mejores «centrocampistas transitadores» del fútbol europeo, su fichaje me pareció muy interesante y creo que tiene mucho que aportar al equipo. Pero, como comentas, cero goles y cero asistencias es una cifra rara en él, porque es un jugador bastante decisivo.
– Al final tenemos que en zona de mediapuntas, el espacio donde el Dortmund combinaba velocidad y precisión a partes iguales, nadie ha rendido al nivel esperado. Supongo que, al margen de la recuperación de Marco Reus, que es vital, el fichaje de Kevin Kampl también se ha recibido como una gran noticia. Incluso a corto plazo, porque es un jugador muy Borussia Dortmund.
Bueno, yo soy muy fan suyo. No sólo es que sea un jugador superDortmund como dices (una máquina de presionar, un crack transitando y asociándose a alta velocidad), es que independientemente de eso técnicamente es muy bueno y supone un salto de calidad y determinación que necesitan. Creo que es un movimiento muy inteligente que tarde o temprano tenían que hacer y qué mejor momento que ahora. Sus primeros minutos han sido algo grises. Entre que aún no está acoplado a la dinámica del equipo y que el funcionamiento del juego es el que es, apenas ha brillado. Ha alternado minutos en banda izquierda y en derecha, Klopp está buscándole el sitio. Pero no tengo dudas de que acabará sumando mucho.
– Por curiosidad, dentro de todo este mar de problemas, ¿hay algún futbolista que, por personalidad o fútbol, te haya generado una opinión mejor de la que tenías sobre él? O que te la haya confirmado de forma positiva, vaya.
Diría que Marco Reus, aunque pueda sonar contradictorio. Pese a estar mucho tiempo lesionado y a entrar en el equipo en la dinámica terrible, cada vez que ha jugado ha chorreado fútbol. Uno puede pensar que es un jugador algo frío y que en una situación así podría pasar algo desapercibido, «özilizarse», pero en absoluto: cada vez que volvía cogía el equipo del cuello y te ofrecía la determinación que uno espera de un crack como él. Sin periodos de aclimatación ni historias. También Aubameyang, como hemos comentado antes, ha demostrado ser un jugador muy maduro, no sólo en su juego, sino también a la hora de aceptar su rol y tal.
– Al principio decía que lo futbolístico ha ido generando un bloqueo mental y emocional que, en mi opinión, se podía comprobar cada martes o miércoles a las 20:45. Porque, Guillermo, el BVB cuajó una muy buena fase de grupos de la Champions. Parecía otro equipo. Como si los problemas quedasen aparcados en la Bundesliga. Y tiene sentido, no sólo emocional sino también futbolístico.
Es que el contexto es radicalmente distinto. Ante Arsenal o Galatasaray, el Dortmund puede dedicarse a presionar y transitar, que es lo que más le gusta, y olvidar ese bloqueo creativo que le exige el día a día en Alemania. De hecho, en Bundesliga, cuando ha podido adoptar un rol similar como el que adopta en Champions (ante M’Gladbach, Wolfsburgo, Bayern o Leverkusen), ha competido mucho mejor que ante equipos pequeños. El año pasado ya vimos algo parecido. Lo que ha construido Klopp es un equipo copero por naturaleza, que se optimiza cuando puede ceder la iniciativa y alimentarse del espíritu épico de las grandes citas. Además de que mentalmente es un soplo de aire fresco oír el himno de la UCL y dejar los problemas del día a día. No tengo dudas de que este año también van a hacer ruido.
– Con todo esto, ¿qué necesita el equipo para volver a competir cada fin de semana? ¿Simplemente dar continuidad a la victoria ante el Friburgo? Las imágenes del día del Augsburgo transmitían que se estaba comenzando a llegar al punto de no retorno…
Bueno, si supiera esto estaría sentado en un banquillo y no hablando contigo. Bromas aparte, yo creo que al equipo le vendría bien cierta continuidad en el juego, estabilidad, menos rotaciones y empezar a construir algo identificable. Da la impresión de que los propios jugadores están un poco perdidos. A poco que cojan velocidad de crucero, creo que tienen calidad individual -y mucha- para empezar a sumar de forma regular.
– Pensando ya en clave Champions, para cerrar esta conversación, ¿cuál es el planteamiento que crees que se va a hacer el club cuando toque dividir atenciones entre Bundesliga y Europa? Evidentemente el caramelo europeo es muy goloso, también para recuperar sensaciones y revertir la dinámica, pero el fantasma del descenso está ahí y supongo que debe ser un tema prioritario.
Creo que Klopp pertenece a la estirpe de entrenadores modernos que consideran que la competición es un continuo y que lo mejor que puedes hacer si quieres ganar el domingo es ganar el miércoles anterior. No creo que vaya a elegir competiciones, vaya. Además, el Dortmund si algo tiene esta temporada es una plantilla muy amplia. Puede rotar sin pérdidas dramáticas de nivel, ya que las lesiones últimamente le están dejando más tranquilos. Además, por la propia personalidad de Klopp, siempre quiere ofrecerle emociones a su hinchada, recompensarles todo lo que han sufrido. Es un entrenador muy copero, le encantan las eliminatorias épicas y para la marca BVB también es importante seguir haciendo ruido. No tengo ninguna duda de que competirá con todas sus armas.
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Referencias:
twitter.com/willy_sagnol
SadButTrue 13 febrero, 2015
Es una pena verdadera lastima lo del Borussia Dortmund.
Lastimosamente creo que no volveremos a ver el equipo que llego a la final de champions 12-13.
Es uno de los equipos mas encantadores que recuerde.