Hace poco menos de un año se celebró la vuelta de los cuartos de final de la Champions en el Vicente Calderón. La ida había terminado con 1-1, un resultado mucho más equitativo que el 1-0 logrado por el Barça la semana pasada, pero igualmente existía la sensación de que el Atlético tendría que marcar al menos un gol para pasar. Considerando que ya por entonces los culés le tenían la moral comida en el balón parado y que el Atleti ya era un equipo defensivo sin un contragolpe de élite, el mejor recurso ofensivo que le quedaba a Simeone era realizar una presión alta, robar lo más cerca posible del arco azulgrana y crear ocasiones así. Antes del primer cuarto de hora de aquel partido, los colchoneros ya habían marcado un gol, lanzado dos tiros al palo y herido de muerte la moral de un Barcelona que no jugaba bien al fútbol. Esta noche, la vía más directa hacia el gol local volverá a ser la misma. Pero el equipo de Luis Enrique está mucho más preparado que el de Martino para superar una presión rojiblanca.
Ter Stegen es un aval de primer nivel para superar presiones.
El «1» alemán es total iniciandoEl primer detalle importante reside en la entrada de Ter Stegen en el puesto de Pinto. El andaluz fue un buen segundo portero para el Barça en todos los años menos el último, pero en lo referido sólo a ése implicó un problema grave para el sistema nervioso del equipo. Asumía responsabilidades excesivas para su nivel técnico, y su lectura, aunque estudiada, no era la ideal. Regalaba el balón donde está prohibido. Con el alemán Ter Stegen, en cambio, hablamos de un cancerbero dotadísimo para todo lo vinculado a una salida de balón estable. Su control del mismo con los pies es de jugador de campo, domina tanto el pase corto como el largo, su capacidad táctica para entender un sistema está contrastada y posee talento para improvisar con acierto ante el surgimiento de un reto nuevo si su adversario se lo plantea. En principio se trata de una pieza decisiva a favor del FC Barcelona contra presiones adelantadas.
Piqué, «Masche» y Busi son improductivos y presionables, pero…
Adentrándonos en el esquema que deberá interpretar el portero, que si el Atlético decide presionar tocará muchas veces el balón, el del Barça más reciente es claro, y sabemos de antemano que los de Simeone, cuando presionan, lo hacen con dos puntas de lanza. En pos de no arriesgar el balón con un envío en largo, los culés en esas situaciones abren a sus centrales para que Busquets divida por dentro. Lo único que gana el Barça con esto es tiempo, ya que ninguna de las piezas interiores culés marca la diferencia saliendo desde atrás de manera constante. Solo Iniesta aparece a veces y ejerce de nexo con los puntas, pero no de forma regular. Es solo una variante minoritaria -si bien con potencial letal-. Asumimos también que Luis Suárez bajando a recibir tarde o temprano se convertirá en otra alternativa que mezcle juego, pero hasta hoy no ha funcionado porque su acierto técnico ha sido demasiado pobre. En cualquier caso, en la salida de balón del nuevo Barcelona las sociedades claves se sitúan en las parejas Alba-Neymar y, sobre todo, Alves-Messi. O sea, el Atlético puede arriesgar contra Piqué, Mascherano y Busquets todo lo que ambicione siempre y cuando tapone a la vez las dos salidas externas. Pero… ¿se puede?
En el primer tiempo de la ida ya lo intentó con resultados irregulares. Si a Piqué, Mascherano y Busquets se le presiona, es factible robarles el balón, el propio Sergio extravió tres posesiones en su propio campo que alimentaron la moral rojiblanca. El problema rojiblanco radicó en que para trabajar sobre esos tres jugadores y simultáneamente sobre la «V» que forman Messi, Alves, Ter Stegen, Alba y Neymar, regaló el carril central de un modo que no pareció competitivo. Apenas el gris partido de Suárez y que a Iniesta se le vio bien pero se le vio poco aportaron sostenibilidad al plan de Simeone, que, alertado, lo cambió al descanso. Porque ni siquiera abriéndose de esa manera y asumiendo esos riesgos bestiales impidió que Messi y Neymar impactaran sobre el ritmo del encuentro, aunque lograse minimizar mucho la incidencia que tuvieron en Liga 10 días antes. En resumidas cuentas, con los dos sudamericanos abiertos y el especialista Ter Stegen interpretando y potenciando su «V», presionarle a este Barcelona se prevé dificilísimo.
Peter Sword 28 enero, 2015
Si bien es cierto que el portero alemán puede generar esas ventajas a su equipo, ¿no es cierto también que el Atleti puede aprovechar uno de sus pocos defectos: balón aéreo?
Cierto es que Simeone no está a gusto con el balón parado frente al Barcelona, pero creo podría aprovechar que el cancerbero rival no se impone con suficiencia en balones aéreos.