El Bayern celebró una merecídisima victoria en un partido fantástico y vibrante, jugado por todos sus hombres con una pasión y energía desbordantes, y que tuvo que remontar debido a un gol de Marco Reus. Producido este en la fase del choque en la que el Dortmund impusó sus reglas, prevenidas y aceptadas por los bávaros en busca de un machetazo que no llegó. Esa fue la gran diferencia de la primera parte, el acierto, mientras ambos equipos igualaban ritmo y transiciones a través del mismo punto de partida de esta ya gran rivalidad del fútbol europeo: la salida de balón muniquesa.
Lahm y Götze a los lados de los pivotes dañaron constantemente
Como siempre es habitual, el BVB se fue a por el Bayern arriba, con efectivos suficientes para provocar confusiones y errores en el inicio de un conjunto azulgrana que salió con las ideas claras y con movimientos ganadores. Klöpp mandó a Kagawa sobre el receptor central -Boateng o Alonso- y Aubameyang y Reus emparejados con los dos centrales exteriores -Alaba y Benatia-. Xabi intentaba hacer la superioridad pero la llave esta vez no la tuvo su determinante cambio de frente, sino la lectura que sus dos compañeros, unos brillantísimos Lahm y Boateng, harían de la presión amarilla. Si los locales cruzaban la divisoria, tendrían muchas opciones de cometer un daño prácticamente sistémico. Si los visitantes robaban lo harían de cara y con superioridad. Guardiola y Klöpp intentaron ganar el partido en este juego modificado, un 6 vs 6 que en realidad dejaba a los 22 hombres en numerosos duelos individuales, anticipaciones, conducciones y mucho espacio para producir ocasiones claras por litros. Unos primeros 45 minutos absorbentes.
La primera parte del partido fue fantástica. El BVB fue más certero
Los hombres de la primera parte fueron Philipp Lahm, Mario Götze y Arjen Robben. Los primeros fueron absolutamente claves como interiores del ¿rombo?¿qué sistema fue el FCB?¿3-3-4? para que el Bayern cruzara mediocampo y, en el caso más importante, el diestro, encontrara al holandés. El plan de Guardiola esta vez fue más que notableKagawa será un gran recurso para el BVB, pues juntó tres centrales veloces y muy buenos reaccionando ante los sprinters del rival y que además podían salir en conducción en cualquier momento cuando las opciones de pase eran tapadas. Con Kehl, Bender y Mkhitaryan bastante fijos -el BVB presionaba en 4-3-3, con el armenio de interior zurdo-, el número 21 bávaro, nos centraremos en él pues es el lado de Robben, el más determinante, creaba una línea de pase nítida como el agua cinco metros a la izquierda del ex-Shakhtar (min. 2; min. 4, con jugada impresionante de Lahm, min. 12 o min. 34, como ejemplos más evidentes).
Si Henrij intuía la línea de pase y caía hacia Lahm, había espacio entre pivotes. Si Henrij se cerraba para no favorecer el apoyo de Müller o Lewandowski, Lahm recibía, giraba y hacía 2 vs 2 con Robben ante Durm y Hummels, que era lo que más sucedió. Fue el Philipp más ‘lateral’, incorporándose por dentro. Así, Robben podía hacer su diagonal en ventaja. Si el Bayern no finalizaba jugada, por contra, quedaba separado y disperso, pues Arjen no espera a nadie, así que como suele decir Pep, balón que va rápido, más rápido te vuelve hacia atrás. El Dortmund tuvo las suyas, con un Kagawa delicadísimo, cambiando el sentido de las jugadas o acelerándolas. Pura electricidad en ambas porterías.
La segunda parte de Jerome Boateng es lo que Pep espera de él
La segunda parte es un acoso y posterior derribo de un Bayern que, con marcador en contra, comienza a crear desajustes a una enorme velocidad y distracciones propias de su entrenador. Benatia y Alaba se incorporaban casi como centrocampistas y atrás fijaba el hombre de la segunda parte, que no fue Ribery, crucial y demencial en ambos goles, sino Jerome Boateng, titánico atrás en todo tipo de acciones y ofreciendo flechas rasas que encontraban a Götze a espaldas de Bender una y otra vez, con una confianza y acierto tremendos. El BVB se pasó 45 minutos replegado en su campo, sin recursos para sostener el primer paso de Robben, los toques de Lewandowski, la entrada de Ribéry y la imponencia de Jerome. No fue el Bayern del control, sino el que primero jugó con reglas ajenas y después martilleó a modo invasor. Fue un señor partido.
juan 2 noviembre, 2014
bueno el partido estuvo muy interesante, hizo recordar la final de champions, deberían escribir algo sobre el team fohlenelf, a mi entender es la única esperanza para que esta liga no vuelva a ser un monopolio (al menos no tan pronto), tienen un juego sobrio y alegre por momentos vistoso, espero que este borussia de mucho de que hablar.