Alemania ganó el Mundial hace unos meses y este cuento de los amistosos, ahora mismo, le sobra bastante. Por su parte, España pasa por ser el combinado nacional más venido a menos que hay, una situación incómoda que desea invertir cuanto antes. Esta diferencia de ánimo marcó el primer tiempo del choque que les midió en Vigo. Löw dispuso a los suyos sobre un 5-4-1 que España supo aplastar con una presión muy intensa en campo germano, lo que permitió a los de Del Bosque dominar el juego y vivir donde les gusta. Isco, de mediapunta, se comió la media hora inaugural. La verdad es que su manera de jugar es impresionante. No ya por su calidad, sino, sobre todo, por su actitud. En la segunda parte, aplacada por una lluvia desagradable y quizás precavida ante el riesgo de lesión, la Selección se relajó, dejó de presionar y los ánimos se equipararon. Y a igualdad de tensión, normalmente, quien tiene a Kroos supera al que no lo tiene.
Morata fue el 9 en un 4-2-3-1Gustaron los centrales y Nolito, y no gustó Azpilicueta, si bien en realidad, en términos analíticos, lo único interesante fue la actuación de Morata. El delantero bianconero no se destaca ni por su dominio del espacio reducido ni por su finura en el pase, pero lleva años siendo el «9» más representativo de las inferiores españoles, en sistemas que también se basaban en un alto porcentaje de posesión, y se le nota la experiencia adquirida. Morata no se obceca con participar en las triangulaciones, asume sin complejos que no es lo suyo y se centra en aportar profundidad. Su movimiento más característico es el desmarque de dentro hacia fuera, hacia la espalda del lateral, con el que saca de posición a su central, gana línea de fondo y propicia situaciones de ventaja. A veces, las que menos, da la asistencia al área en busca de un remate, como en el 1-0 de la Final de Israel. En las otras, que son mayoría, se para, espera y da un pase atrás a un centrocampista. Es decir, consigue aquéllo para lo que tanto se trabaja: poner a uno de los artistas de cara y cerca del área rival. Morata, hoy por hoy, parece no alcanzar el nivel individual necesario para ser el delantero centro del país, pero Diego Costa sí, y posee un físico y una técnica perfectas para reproducir esta jugada diez veces por partido. Como antes hacía, por cierto, el mejor Torres.
VRubio 19 noviembre, 2014
Sinceramente empiezo a pensar que se infravalora a Morata, puede que no sea un prodigio técnico pero aún no he visto aportar a Costa en la Selección lo que le vi anoche a él. Vale que era un amistoso y tal, pero me pareció de sobresaliente en movimientos, y a ilusión y constancia no le gana nadie.