Como excepción a una norma de sobra conocida, esta vez fue el Arsenal quien aceptó las reglas del juego y compartió ritmo de partido con el Chelsea, en un choque caracterizado por las bajas revoluciones, reducción de espacios, poco trabajo para los arqueros y una encubierta igualdad que a efectos prácticos no lo era tanto, pues la dinámica del encuentro dejaba paso a las individualidades y las de los locales prevalecieron en momentos puntuales. Un contexto ‘nuevo’ en este tipo de choques pero que deja la misma sensación tras los nuevos fichajes: los blues juegan con blancas ante Wenger bajo cualquier circunstancia.
Eden Hazard desequilibró el choque cuando fue el ’10’
Un similar encuentro, jugado en el Emirates, se produjo en diciembre de 2013, cuando aquel fulgurante arranque de campaña del Arsenal chocó con un Chelsea puramente reactivo, sin plan ofensivo. Ayer, con Matic, Cesc y Costa, la heroica de Hazard es compartida, permitiendo al míster portugués esperar su oportunidad individual mientras contiene a un Arsenal que se mostró prudente en ataque y se cerró por dentro en las fases sin balón, buscando negar un partido de transiciones para tratar de competir en un escenario de pocas acciones y marcador vigilado. Su pero, que incluso en partidos así, lo lógico es que tenga las de perder salvo actuaciones individuales muy potentes.
Chambers fijó a Hazard al inicioSi bien es cierto que Cesc Fàbregas hizo un notabílisimo partido y fue nombrado incluso ‘Man of the match’, la cita se resume alrededor de Eden Hazard. En sus inicios porque el Arsenal -menos cuota de balón en la primera parte- se inclinó sobremanera hacia su banda, con un Calum Chambers muy pendiente de su marca, apretando la espalda y obligando a que soltara inmediatamente el esférico. El centro, con Flamini custodiado por Cazorla principalmente, llevaba la jugada a la zona más despejada, la de Ivanovic y Schürrle, de menos posibilidades técnicas. No es de extrañar que por ahí surgieran las salidas más liberadas de los gunners, con Alexis y Welbeck sumándose sobre Cahill. Una situación que se produjo en varias ocasiones pero que dejaba el área sin cargar.
Cesc-Costa, otro gol másCon pelota, los de Wenger fueron similarmente precavidos. No se observó un equipo con ambos laterales arriba, interiores en la corona del área y las líneas separadas a la hora de errar un envío, así que Diego Costa no se puso las botas. El matiz llegó cuando Hazard comenzó a quitarse la doble marca ‘línea de cal + Chambers’ y jugó con absoluta libertad, entre líneas, tocando abajo y rompiendo arriba. La acción del gol, que es por lo que al final se paga precio de crack por un futbolista, resume bastante bien la inercia del partido y la sensación comentada en párrafos anteriores: hasta el Arsenal más prudente y ordenado es desbordable, pues sus jugadores se explican con la pelota y carecen de quite en zonas de peligro.
La segunda parte fue puro libreto de Mourinho; de sus primeros axiomas. Con ventaja en el marcador, los ‘blues’ replegaron y el enemigo buscó el empate con más jugadores por fuera y arriba. El portugués estaba necesitando un hombre más en mediocampo, dio entrada a Obi Mikel, Fàbregas pasó a la línea posterior y en una acción bastante descriptiva de sus mejores virtudes, él y Costa cerraron el encuentro.
James 6 octubre, 2014
@Abel Ha habido rumores de que Guardiola quiere Özil en enero . ¿Cree usted que ? ¿Sería Mesut encajar en el Bayern con Pep ? Simplemente no parece como si nunca mostrará su máximo nivel en el Arsenal …