Poderosos arriba pero demasiado frágiles en conjunto, susceptibles ante la dura realidad de unos resultados muy decepcionantes, bastó un accidente para hundir a los diablos rojos en las tinieblas: “La noche negra lo confundía todo y apenas discerníamos las crestas de las olas asesinas…”. El Leicester buscó entonces el tú a tú contra el blando dibujo mancuniano y la fórmula surtió un efecto exagerado. En cuestión de poco más de dos minutos el marcador estaba empatado y de poco sirvieron los esfuerzos por serenar la tormenta, pues no se pueden poner vallas al mar: “…excepto cuando los relámpagos creaban un breve mediodía y se bebían la tiniebla, mostrándonos el peligro que nos acechaba…”. Ya había avisado Jamie Vardy. En el minuto 83 el delantero enfocó una vez más su cresta hacia Tyler Blackett “…antes de devolvernos a una oscuridad duplicada*”.
*Mary Shelley
@RdGarca 22 septiembre, 2014
De verdad les parecía que el United dominaba? Es cierto que si creaba peligro, pero es lógico que lo cree por los jugadores que tiene. Durante todo el partido creaban ocasiones, pero para crearlas alguien tenía que hacer una genialidad. Los goles del United no fueron fruto de lo que estaban haciendo como equipo, sino de bestialidades de sus mejores jugadores.
Es temprano todavía, y es van Gaal, pero de equipo todavía no le veo mucho al United.