El Atlético de Madrid volvió a derrotar a su eterno rival pero de modo diferente: sin mostrar, ni remotamente, su mejor cara. No hizo falta. Groso modo, le bastó con que Moyà aplacara la inspiración más fluida del Real, con aceptar sin volverse loco que el Real es capaz de eso y con 25 toques de balón de Arda durante el segundo periodo. No es poco, de hecho es mucho, pero casi nada si consideramos el potencial ya enseñado por este Atleti de Simeone. Por eso fue tan duro para Ancelotti. No es difícil vencer a su Madrid.
El 0-1, otra vez tras un córnerEl comienzo fue de respeto mutuo. El Atlético defendía con los once en su propio campo y el Madrid mantenía la posesión pero sin ánimo ofensivo, protegiéndose así de una posible pérdida de pelota que pudiese costarle un contraataque colchonero. Por suerte para el neutral, esta fase duró poco. En el minuto 10, el Atlético consiguió un córner y Tiago marcó un gol poco común, pues poco común es la forma en la que el Real los defiende. Sobresatura el área pequeña dejando sin margen de maniobra a su portero, que no puede moverse con tanta gente alrededor. Cualquier mínimo desvío es gol. Para entendernos, defiende los saques de esquina como si su portero tuviese prohibido tocar el balón con las manos. Este proceder se ha dado a partir de la última Final de la Champions League. Antes de la misma, Ancelotti y su grupo daban más espacio a su cancerbero, ya fuese Iker o Diego.
Ronaldo, inclinado a la derecha, jugó un primer tiempo sublime.
El 0-1 acentuó el plan ultra-conservador del Atlético y metió un chute de adrenalina a un Madrid que, de menos a más, acabó dibujando un fútbol fantástico. No bueno, sino fantástico. Y gracias a Ancelotti, que se sacó un as de la manga. Tras la marcha de Xabi, el esquema tiende más al 4-4-2 que al 4-3-3, algo que, de raíz, centra más a Ronaldo. Pues en lugar de inclinar sus diagonales hacia la izquierda como siempre, esta vez lo haría hacia la contraria. El sector derecho era cosa de Ronaldo y Bale juntos, y tal era el acierto técnico del luso que ningún achique que intentase el Atlético le restó precisión. Cristiano, alternando apoyos, rupturas y desbordes de extremo puro, había logrado lo implanteable: dejar sin soluciones defensivas a Diego Pablo Simeone. Por primera vez, este Atleti tan competitivo no sabía cómo defender a un oponente.
La nueva ruta de Cristiano, a su vez, favoreció mucho a quien sería el otro nombre propio del primer tiempo, James Rodríguez, que, aunque partía desde la izquierda, en la práctica terminaba siempre como mediapunta y, encima, con espacios, porque los dos buenos estaban en otra parte atrayendo defensas. Una cosa llevó a la otra y al final acabó siendo casi tan dañino como el propio «7». Era quien metía el balón arriba (conduciendo o recibiendo entre líneas desde Kroos) y quien instalaba allí al Real. Al Real entero, con Ramos y Pepe inclusives, lo que dio al equipo un control defensivo tremendo. El Madrid estaba destacando en las cuatro fases del juego. Pero 1-1.
Simeone contrastó que la defensa blanca actúa desde el miedo.
Tras la reanudación, el Atlético cambió. Quiso tener más el balón. Siempre es un riesgo contra Cristiano y Gareth, pero debía asumirlo para romperle el ritmo a los blancos. Y ahí empezó la desintegración del Madrid. A poco que el Atleti completaba tres pases en campo ajeno, Arbeloa, Pepe, Ramos y Coentrao, o sea, la línea de cuatro del Madrid, abandonaban a su centro del campo, se estrechaban y se metían en su área chica. Era una dinámica clarísima y constante, e idéntica a la ya vista en la vuelta de la Supercopa, ante el Córdoba o en Anoeta. Si su rival combina, la medular blanca no puede contar con una anticipación de Pepe, con un achique de Ramos para forzar un fuera de juego ni tan siquiera con que Coentrao tapone su propia banda. La zaga del Madrid, directamente, no forma parte del juego en esas circunstancias. Su aportación se limita a despejar centros y a sacar tiros bajo palos. Sí, el mediocampo, con Kroos y Modric, termina acumulando errores, pero es imposible para cualquier doble pivote sujetar un partido sin la colaboración de su defensa. Ancelotti está jugando sin Ramos ni Pepe. Toni y Luka, como los demás, no entienden por qué los de detrás actúan así. Por eso se genera tanto espacio entre líneas. ¿Deberían bajar más el alemán y el croata? Si la defensa no cambia de actitud, sí, pero no parece probable que la intención de Ancelotti sea defender con estos dos en la frontal de su área desde el momento cero de cada ataque del oponente. A priori sería más lógico que el italiano, simplemente, quisiera que Ramos y Pepe hiciesen de si mismos y no de las versiones nerviosas de Terry y Cahill.
Arda Turan dio uno de sus conciertos para rematar el derbi.
Ante semejante panorama, Arda Turan, que entró en el minuto 61, se puso las botas. Recibía, templaba, dominaba la escena. El turco juega con la grandeza del que no se siente inferior a nadie. No es que el resto de la plantilla rojiblanca padezca algún complejo, pero sí es cierto que tiene interiorizado lo de que necesita trabajar más que los mejores para igualar la diferencia técnica. Arda técnicamente es tan bueno como el que más, lo sabe y actúa en consecuencia. Brilla. Simeone, que vio que era su momento, se atrevió hasta a poner a Koke de mediocentro, algo que casi siempre que lo intenta le cuesta solidez pero que anoche midió como un riesgo prudente. Al fin y al cabo, con Pepe y Ramos desactivados, el Madrid carecía de quite, así que no había peligro de contra. Los desmarques de Griezmann, que tocó poca bola pero mucho la moral del Bernabéu, fueron la guinda para la victoria rojiblanca. El Atlético de Madrid se llevó tres puntos de la casa del vecino y, encima, en el próximo cruce jugará mucho mejor. Se nota que el mercado ha golpeado su sistema y que no es todavía un equipo como el que ganó 0-1 un año atrás en la misma plaza. En cuanto al Real Madrid, que sí muestra un pico muy autoritario, estará condenado a la irregularidad hasta que Ancelotti recupere la coherencia en su pareja de centrales. Debe darse prisa.
Cristian 14 septiembre, 2014
Si jugadores clave como Casillas, Ramos, Modric y Benzema estan lejisimos de su mejor nivel,pues le pasa al Madrid esto, que tira practicamente la liga en Septiembre.
Y eso que la primera parte del Atletico ha sido bastante mala,defendiendo peor que nunca.