Muchas cosas han cambiado en el Deportivo de la Coruña en cuestión de unos pocos meses. Dos símbolos como Augusto César Lendoiro y Juan Carlos Valerón han abandonado la institución recientemente, cerrando así de forma definitiva una etapa más que brillante. Ahora, tras un verano bastante movido por la sorprendente destitución de Fernando Vázquez y la consiguiente llegada de Víctor Fernández, el club coruñés emprende un nuevo camino con un objetivo más que evidente: la permanencia. Sobre la llegada del técnico maño al Dépor, el nuevo proyecto deportivo y los nombres propios más destacados de esta temporada, charlamos con Martín Castiñeira, colaborador de MarcadorInt y Riazor.org.
– Comenzando por el principio, Martín, ¿qué sucedió en Coruña desde el día del descenso ante la Real Sociedad hasta el día del ascenso contra el Jaén?
Muchísimas cosas. Ha sido sin duda el año más movido de la historia del club a nivel institucional. O al menos de los últimos 25 años. Desde enero de 2013, cuando el Consejo hace pública la entrada en Concurso de Acreedores, se empieza a ver por primera vez que el fin del «lendoirismo» está cerca, situación que se agrava con el descenso y con unas semanas de absoluta incertidumbre que terminan el 31 de julio, evitando sobre la bocina un descenso administrativo a 2ª B que seguramente habría supuesto la desaparición. Es ahí cuando la figura de Augusto César Lendoiro comienza a tambalearse y van apareciendo poco a poco y por primera vez en su mandato frentes de oposición que terminan convocando unas elecciones.
Tras un largo proceso electoral, Tino Fernández, actual presidente, demuestra su fuerza en una Junta General de Accionistas en la que impide a Lendoiro sacar adelante ninguna de sus votaciones, algo que nunca antes le había ocurrido y que provoca que el de Corcubión renuncie a presentarse a las elecciones del día 21 de enero, según él para evitar una fractura entre el deportivismo que cada vez era más evidente. Ya con el nuevo Consejo, la situación económica se termina de estabilizar con la firma de un convenio con Hacienda y a los pocos meses se alcanza un ascenso vital para la viabilidad del club.
Por otro lado, otro tema de muchísima trascendencia y que se produce el mismo día del descenso es la marcha de Valerón. En A Coruña, Juan Carlos era un ídolo total. Una referencia. Casi una divinidad. Prácticamente daba igual cómo fuera el equipo, que un gesto o una palabra suya bastaba para tranquilizar o enganchar a la afición. El deportivismo creía en él de manera prácticamente irracional y su marcha supuso un vacío emocional enorme y, al mismo tiempo, un duro golpe para Lendoiro, que le había otorgado a él mucho poder en el club y veía como la persona en la que más confiaba la hinchada también le abandonaba.
– El equipo asciende a la primera por segunda vez consecutiva y de una forma un tanto parecida al año de Oltra, ¿no? Siendo bastante pragmático y tomándose menos alegrías de las que últimamente son habituales en los equipos que ascienden.
Yo no creo que existan tantas similitudes entre los dos ascensos. Para nada. Puede que el equipo de Oltra fuera más pragmático que el Celta y el Valladolid que le acompañaron a Primera, pero era un conjunto muchísimo más atrevido que el de Vázquez. Principalmente porque contaba con una calidad individual muy superior a la de sus rivales y al del Dépor 13/14.
El de la temporada pasada sí fue un Dépor completamente pragmático. Un Dépor centrado en la defensa, en mantener la portería a cero y que solía tener muchos problemas para hacer gol o para dominar los partidos desde la posesión. Por ejemplo, un dato curioso que puede explicar muy bien cómo era aquel equipo es que hasta la jornada 18 solo había encajado goles a balón parado (6) y a la contra (2). Ninguno en ataque posicional. En cuánto a la parte ofensiva, se asciende anotando tan solo 48 goles, 28 menos que en la campaña de Oltra.
– ¿A nivel colectivo había algo extrapolable de ese equipo de Liga Adelante que asciende al que iba a iniciar la Liga BBVA? Recuerdo que hace unos meses charlamos sobre algo parecido y me comentaste lo mucho que Fernando Vázquez había cambiado de dibujo y de once.
Muy poco o prácticamente nada. Como comentas, Fernando Vázquez apenas tuvo un once fijo a lo largo de la temporada, sobre todo a partir de enero, cuando llegaron varios refuerzos y el técnico tuvo que ir encajando piezas poco a poco. Aunque el sistema más habitual fue el 4-1-4-1 con Álex Bergantiños como mediocentro y Juan Domínguez como uno de los interiores, pasó también por el 4-2-3-1, el 4-4-2, el 5-3-2 o incluso se atrevió con Juan como único pivote y dos interiores ofensivos como Juan Carlos y Rabello. Pero teniendo ahora una plantilla prácticamente nueva, es difícil hablar de algún funcionamiento colectivo que sirva para esta nueva temporada en Primera.
– Sea como fuere, no dio tiempo a verlo. Fernando Vázquez, tras una charla informal sobre la política de fichajes del Dépor, es destituido para sorpresa de la mayoría. O, al menos, la mayoría de fuera de Coruña. Por qué… ¿había algo más? La sensación es que la nueva directiva no era muy afín a Fernando.
La versión oficial de la directiva es que no veían al técnico con la suficiente implicación en el proyecto. Que apenas se pasó por el club desde el final de temporada, que no contestaba al teléfono -algo que el de Castrofeito desmiente- y que la gota que colmó el vaso fue esa charla en Arzúa en la que comentó que el Dépor nunca era capaz de incorporar sus primeras opciones y que eso «era un problema». Y, aunque el Consejo dirigido por Tino Fernández asegura que cuando se consigue el ascenso creen absolutamente en la figura de Fernando Vázquez, sí es cierto que desde distintos ámbitos habían salido informaciones de que para la directiva no era el entrenador ideal.
– Además de por este tema, he visto mucho descontento de los deportivistas en las redes sociales con el verano que ha hecho el club. ¿Por qué? Si uno mira los fichajes, aunque llegaron tarde y quizás faltó la guinda del pastel, no se puede decir que haya sido un mal mercado para el Dépor. No espectacular, de acuerdo, pero tampoco negativo.
Con los fichajes ha habido un problema de expectativas. Desde el primer momento salieron a la palestra nombres bastante ilusionantes, sobre todo para el centro de la zaga (Ilori, Coates, Chico, Iván Ramis…) y la punta del ataque (Bojan, Jonas Gonçalves, Mitroglou…) y tanto la directiva como sobre todo Víctor Fernández aseguraron que llegaría un futbolista que «ilusionaría por completo al deportivismo». Sin embargo, los días fueron pasando, las negociaciones fueron prácticamente retransmitidas minuto a minuto por distintos medios de información y se llegó al último día de mercado con tan solo dos centrales y un delantero en plantilla. Es por eso que el deportivismo llegó a estar tan molesto en las últimas semanas de agosto. Como dices, el mercado no ha sido negativo y prácticamente todos los futbolistas que han llegado parece que sumarán bastante y aportan a la plantilla perfiles distintos a los que había. El único problema, repito, ha sido no saber controlar bien las expectativas que se generaban.
– Pero antes de hablar de los futbolistas, en verano se produjo otra gran noticia. Porque no sólo se fue Fernando Vázquez, sino que llegó Víctor Fernández. Un técnico que viene con un sello muy claro: el juego asociativo. ¿Cómo crees que encaja Víctor en el proyecto del Dépor? No ya en cuanto a los jugadores, sino en cuanto al proyecto global. ¿Puede ser un buen hombre de club?
La verdad es que en ese sentido, basándonos en antecedentes, la figura de Víctor Fernández ofrece bastantes dudas. Tras confirmarse su llegada, desde Riazor.org -web de información sobre el Dépor a la que pertenezco- nos pusimos en contacto con distintos periodistas que habían seguido la actualidad de los anteriores clubes de Víctor (Celta, Betis, Zaragoza…) y las informaciones que nos llegaron no fueron demasiado positivas. Sin embargo, de sus comparecencias se extrae un Víctor muy consciente de la situación del club y a la vez ilusionado en lo que para él es un nuevo reto, pues nunca antes había partido con el objetivo de pelear por la salvación. Además, como comentas, su apuesta parece clara por un fútbol más asociativo y Riazor parece estar ansioso de ese estilo tras varios años en los que el equipo ha optado principalmente por un juego más conservador o de contraataque.
– ¿Y a nivel deportivo? De momento no es que hayamos visto al Deportivo que Víctor quiere ver. Es muy pronto todavía, ¿pero crees que lo puede conseguir? ¿Qué idea es la que ha transmitido públicamente?
En efecto, es muy pronto. Él habla de que se tardará unos dos meses más en ver el equipo que él quiere. Por ahora, los aspectos más importantes de su propuesta parecen ser la salida en corto y un centro del campo formado por tres hombres de carácter asociativo, además de una presión muy alta e intensa (el Dépor es el equipo que más faltas ha cometido en lo que va de Liga). Aún así, hay que destacar la adaptación que realizó para el partido de Ipurúa, introduciendo a Álex Bergantiños en el centro del campo y optando por extremos mucho más verticales como Juanfran y Cavaleiro. Su idea de fútbol asociativo, por ahora, no parece innegociable. Y para mí esto es una buena noticia.
– Recuerdo a José Rodríguez decir que Víctor le quería en el centro del campo y no en la mediapunta. Ese ya es un mensaje claro. Y ahí le vimos, junto a Juan Domínguez, en Granada. Pero el intento del doble pivote de momento ha durado sólo esa jornada, porque luego entró Medunjanin ante el Rayo y Bergantiños frente al Eibar para formar un 4-1-4-1. ¿Cómo ves tú esta situación? A mí me cuesta pensar que Juan Domínguez y José Rodríguez pueden jugar solos en la medular.
Tras ver las tres primeras jornadas y lo que ha dicho Víctor en sus distintas comparecencias, Medunjanin parece ser absolutamente fijo para él, así que sería raro volver a ver solos a Juan y José si no hay bajas de por medio. Aún así, a mí sí me parece una pareja que podría funcionar. Poco a poco Juan Domínguez ha ido evolucionando hacia un rol mucho más posicional y defensivo, jugando varios partidos como único mediocentro la temporada pasada y haciéndolo a buen nivel. De hecho, sorprendió mucho que en Ipurúa arrancara como centrocampista más adelantado porque Víctor había comentado en rueda de prensa que no le vía condiciones para jugar cerca del área rival pero sí para ser un hombre importante en el fútbol español jugando por delante de la defensa, posición que sí ocupó contra el Rayo.
– De cómo se configure este centro del campo dependerá si existe la figura del mediapunta, ¿no? En este caso la ocupa Fariña, que en el Nuevo Los Cármenes fue de lo mejorcito del Dépor. Y se leen muy buenas cosas de él. Tiene buena pinta.
Sí, la tiene. Fue la sensación de la pretemporada, en la que actuó siempre de enganche. Por lo que se le ha visto, posee muchísima capacidad para eliminar rivales en conducciones y también llegada al área y último pase. Sus mejores minutos -tanto en Los Cármenes como ante el Rayo- han sido jugando por dentro, como 10, pero me temo que el sistema más habitual será con tres en el medio y que se tendrá que adaptar a un costado, principalmente el zurdo.
– Si pasa a jugar a la banda, quedará un solo puesto para Cavaleiro, Juanfran o Isaac Cuenca. El portugués no ha dejado muy buena imagen, pero tanto el canterano madridista como el canterano culé ya han dejado detallitos positivos. Además, ofrecen un perfil diferente, con lo que Víctor puede jugar con eso para ir teniendo variantes en su ataque.
Y para las bandas también están Salomao y Lucas Pérez, que se encuentran lesionados. Está claro que ahí tiene muchísima variedad y que la competencia va a ser feroz. A priori, Cuenca parte como el máximo favorito para ser titular y yo creo que Juanfran, Fariña y Lucas, del que Víctor ha hablado maravillas, se disputarán la otra posición. Además, Juanfran también tendría opciones como lateral, ya que distintos medios han informado de que Laure no termina de convencer al técnico pese a su gran arranque de temporada.
– Tú sí que confías más en Laure, ¿no? Amen de Luisinho, que ya me comentaste que había sido uno de los hombres más importantes la semana pasada y, por lo visto hasta ahora, la verdad es que me ha parecido un jugador interesante. Sobre todo para saber competir, que fue precisamente uno de los problemas que tuvo el Dépor de Oltra en su regreso a Primera.
Sí, yo confío muchísimo en Laure. Me parece uno de los jugadores más fiables de la plantilla, o el que más. Aquí se le suele criticar que suma poco en ataque porque no sabe centrar, pero cierra muy bien la banda, suele salvar alguna ocasión con sus coberturas a los centrales y además sí aporta en salida porque tiene buena conducción y llega arriba con bastante frecuencia aunque no siempre resuelva bien.
En cuanto a Luisinho, es cierto que fue de los más destacados la temporada y que es un gran competidor. Llegó a A Coruña como lateral zurdo tras un año discreto en el Benfica, pero pronto se asentó como centrocampista de banda al ser prácticamente el único jugador de la plantilla que tenía capacidad de desborde en uno contra uno. Desde esa posición, aportó siempre cosas positivas porque aunque no es excesivamente rápido sí esconde muy bien la pelota y eso le sirve para superar a algún defensor y sacar el centro. Existen dudas de su rendimiento defensivo como lateral, pero tiene un carácter muy fuerte -algo que ya le ha jugado alguna mala pasada- y estoy convencido de que se acabará imponiendo a Canella, que también me parece una buena incorporación.
– Y en la punta del ataque estará Hélder Postiga. Sé que aquí diferimos porque hemos hablado bastante sobre el tema, pero allá vamos. A mí el delantero portugués me parece un futbolista muy útil para este tipo de equipos. No es un gran goleador ni tampoco va a producir por sí sólo, pero en un contexto adecuado es capaz de sumar en muchos aspectos. Y el debut en Eibar me pareció positivo.
Diferimos pero porque tú y yo hablamos en broma demasiadas veces. A mí el fichaje me ofrece dudas porque llega con 32 años y tras meses con problemas de lesiones. Me parece peligroso jugarte la temporada con Hélder Postiga y Toché como únicos delanteros, viniendo el portugués de lo que viene. Y aunque nunca ha sido un jugador que me guste demasiado, coincido en que puede ser útil para esta forma de jugar y que en Ipurúa, teniendo en cuenta la inactividad, ya aportó cosas positivas.
– En la defensa también han llegado refuerzos: el ya comentado de Canella para el lateral zurdo más Sidnei y Diakité para el centro de la zaga. Pero aquí el tema está en Pablo Insua, un chico en el que toda Coruña tiene muchas esperanzas. ¿Cómo es? ¿Cómo le presentarías a la gente que no lo conoce?
¿Cómo es? Muy bueno. Saltando de Tercera y en su primera temporada como profesional fue para muchos, y de manera clara, el mejor jugador del equipo la temporada pasada. Es rápido al corte, potente por arriba, intenso y al mismo tiempo muy calmado para no cometer errores en el área propia, y posee muy buena salida en conducción. La temporada pasada estuvo a punto de hacer gol varias veces en jugadas iniciadas por él mismo. La mala noticia es que ha arrastrado molestias en un tobillo durante toda la pretemporada, jugó las dos primeras jornadas tocado porque no había más centrales y ahora ha tenido que parar para recuperarse bien. Pero yo confío en que pronto volverá al once y en que se puede convertir en una de las revelaciones de la temporada.
– Con todos estos futbolistas, la idea del entrenador y el proyecto deportivo, ¿qué puede ser el Deportivo de la Coruña esta temporada? ¿Qué nos podemos encontrar cuando pongamos uno de sus partidos?
Yo creo que va a ser un equipo atrevido y divertido de ver, supongo que para bien y para mal. Hay mucha gente joven, con muchas ganas de demostrar cosas y talento para hacerlo, y un técnico que quiere apostar por una idea de juego que «emocione al aficionado», según ha dicho en distintas comparecencias. Así que aburrido no va a ser.
– ¿Dónde crees tú que está la clave para que el año que viene el Dépor siga siendo equipo de Primera División? ¿Acertar con el centro del campo? ¿Compensar la teórica falta de gol con el orden colectivo?
Es una pregunta difícil. Para mí las tres cosas que deberían asegurar la permanencia serían que Insua mostrara un nivel similar al de la temporada pasada, que el centro del campo funcione y que Isaac Cuenca confirme las buenas sensaciones que ha venido transmitiendo. Con eso, la permanencia debería llegar incluso con relativa tranquilidad.
– Aquí estaremos para seguirlo, Martín. Un placer charlar contigo, espero que Pablo Insua sea tan bueno como dices o pediré acuse de recibo.
Muchísimas gracias por pensar en mí para esta entrevista. Espero haber aportado cosas interesantes para conocer cómo ha sido el Dépor de este último año y sobre todo espero que tengas razón en tu confianza en «Postigol». ¡Nos leemos!
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Referencias:
twitter.com/Martincasti
Brahm777 20 septiembre, 2014
Un placer leer esta charla, ya que últimamente tenia al Deportivo un poco olvidado.
Lo de Insua ya lo había oído y estoy esperando impaciente su vuelta para poder visionarle. Con Postiga creo que unos 8-10 goles llegaran, y conseguirá puntos muy importantes.
Pero al hombre que mas de tengo es a Lucas. Es un jugador que me encanta. Y siempre va al 100%. No escatima en esfuerzos, tiene desborde, puede irse hacia fuera o hacia dentro, y sobre todo tiene un grandísimo disparo. Y mucho gol.