Unos días antes del inicio del Mundial, el prestigioso diario «L’Equipe» preguntó a sus lectores qué futbolista iba a ser el más determinante de «Les Bleus» en Brasil. La encuesta, con opciones cerradas, proponía tres nombres. Franck Ribery, Balón de Bronce 2013 gracias a un espléndido triplete, quedó en tercer lugar con un 15% de los votos. Karim Benzema, quien promedia más de un gol cada dos partidos de Champions League y viene de ganarla en Lisboa, se tuvo que conformar con ser segundo con sólo el 29%.
Que las dos grandes referencias del fútbol francés ni siquiera lograran sumar la mitad de los votos ya dejaba entrever una interesante reflexión sobre el combinado galo, pero lo verdaderamente impactante fue descubrir que quien les había relegado era un joven de 21 años con sólo diez partidos como internacional y apenas noventa como profesional. Sin duda, Paul Pogba es un futbolista especial, con un potencial gigantesco y el bagaje de haber ganado el Mundial Sub-20 hace un verano, ¿pero este resultado era normal? ¿Tanto confían los aficionados franceses en el juventino? ¿Por qué? ¿Qué significa acaso Pogba para Francia? Para tratar de resolver estas preguntas, charlamos con nuestro #corresponsal y amigo francés Ryan Boufrah.
Paul Pogba es la gran esperanza de los franceses.
«En Francia se ve a Paul Pogba como una mezcla de Patrick Vieira y Zinedine Zidane», comenta nada más comenzar. Una visión que no es minoritaria ni puntual, sinoEn Pogba se ve al futuro de la nueva Francia compartida por casi todo el país. Desde la afición hasta los medios, que no han dejado de escribir artículos y reportajes sobre su gran promesa. Mismamente, «France Football» le dedicó su portada hace unos meses con un título más que esclarecedor: «Lo nunca visto». Y es que en él, además de su gran potencial, se ve al símbolo de una nueva estirpe de futbolistas llamada a dominar el fútbol de los próximos años. Como dice Ryan, «Pogba representa a la nueva generación francesa que cuenta con jugadores más completos y menos especialistas». De los Digne, Varane, Umtiti y compañía se espera incluso mucho más que de aquella generación campeona del Mundial Sub-17 que contaba con Benzema, Nasri, Ben Arfa y Menez. Y Pogba, por supuesto, es la joya de dicha corona.
Esta predisposición positiva hacia Paul Pogba explica parte del resultado de la encuesta de «L’Equipe», pero no todo. Ryan apunta primero a los otros dos implicados: «Mirando lo que han hecho Franck Ribery y Karim Benzema en Francia se puede entender bastante. No han tenido el suficiente impacto en los partidos ni, sobre todo, en los resultados». Ciertamente, el del Madrid (20 goles y 13 asistencias en 66 partidos) y el del Bayern (14 goles y 20 asistencias en 80 partidos) no han logrado, al menos hasta el inicio del Mundial, llevar los números de sus clubes a los registros de la selección. Un hecho que, unido a la falta de iniciativa, ha dejado sin ocupar un importante rol en «Les Bleus»: el de líder. «Benzema tiene una calidad sublime, pero cuando se debe liderar de otra manera… no es el futbolista indicado. Ribery ha tenido una actitud irreprochable en los últimos dos años, pero tampoco muestra el carácter o la capacidad de liderar a sus compañeros. De hecho, se ve que Deschamps tiene problemas en este aspecto porque el capitán actualmente es Hugo Lloris», nos dice Ryan.
La ausencia de un líder fuerte fue uno de los grandes debes de Francia en los últimos años. Aunque, simplemente, quizás no era posible que alguienPogba se quiere postular como el futuro líder emergiera con fuerza en los fracasos de 2008, 2010 y 2012. Quizás el complicado clima del vestuario, los problemas extradeportivos y la falta de entendimiento con los técnicos lo lastraban. Quizás, incluso, este contexto impidió a Ribery serlo. Quién sabe. El caso es que, en la actualidad, con una Francia ilusionada (generación Sub-20) pero también responsabilizada (Eurocopa 2016) con su futuro, busca en Pogba algo más que un gran centrocampista y una estrella. Se busca un líder. Y, aunque seguramente aún no sea ninguna de las tres cosas, lo cierto es que da motivos para ello incluso cuando la pelota no rueda. «En los minutos previos al debut de Francia en el Mundial, la televisión enfocaba a Paul Pogba hablando con sus compañeros. Estaba en el centro del corro dando una charla como si fuera el capitán. Aún no ha hecho nada con Francia, claro, pero se ve que tenía ganas de demostrar que puede ser un líder», resalta Ryan.
Paul Pogba ha recibido críticas durante la fase de grupos.
Pero tiene 21 años. Y, como es lógico, aún le queda por madurar en todos los sentidos que uno pueda imaginarse, cuestión de la que los aficionados son conscientes según Ryan. Sin embargo, al acabar la primera fase de este Mundial, Pogba recibió bastantes críticas. Sus tres primeros partidos no fueron buenos, pero tampoco inesperados. Las expectativas, en este caso, se convirtieron en una presión excesiva y, en cierta medida, injusta. En rueda de prensa, atosigado por las preguntas sobre Paul, Deschamps reconoció de forma velada que podía y debía mejorar. No fue una defensa cerrada de esas que se hacen con el piloto automático y donde no caben los matices. Una reacción que Ryan interpreta así: «Es que Francia necesita que aparezca más al no tener un mediocentro natural. Deschamps quiere verle relacionado con el juego y, como cree que puede darlo, lo dice».
Y funcionó. Ante Nigeria, en un partido bastante complicado, Pogba respondió de la mejor de las maneras posibles. Tuvo más presencia en el centro del campo, estuvo más acertado en lo técnico y logró llegar al área con el peligro que le caracteriza. Fue, en cierta medida, el líder futbolístico de una Francia que se encontraba muy incómoda sobre el campo. Es demasiado pronto para hablar de qué será en un futuro, pero lo cierto es que condiciones no le faltan para cumplir con todo lo que se espera. De momento en juego hay una brillante Copa del Mundo donde, como afirma Ryan, «Francia está ganando muchas cosas». Entre ellas, poco a poco, al Paul Pogba centrocampista.
@Andre_SPORTS 4 julio, 2014
Pogba desborda una enorme habilidad técnica cuando toca la pelota. Su capacidad para asociarse con sus compañeros es más que destacada. Al momento de distribuir la pelota es tan preciso como un escalpelo. Ahí el mayor valor para poderle pedir que se postre como un líder en Francia. Exigiéndole la misma precisión como comandante.
Ciertamente posee ciertas deficiencias. En algunas decisiones, al momento de pisar línea de fondo y en ciertos acompañamientos, ya sea en diagonal como por carril central. Pese a ello, vale la pena y merece Francia esperanzarse con este hombre. Llegará Rusia 2018 y su oportunidad para brillar al máximo será ahí. El tiempo marcará el camino.