La carrera deportiva de Adrián López está siendo muy extraña. Desde muy joven se le vieron maneras de crack en el Oviedo y con 18 años fue fichado por el Deportivo de la Coruña, pero dejó pasar cinco cursos, incluyendo las becarías en Vitoria y Málaga, hasta que al fin despuntó en Riazor. Y el despunte fue matizable, pues, siendo el delantero titular, marcó apenas siete goles (sigue siendo su récord) y el Dépor perdió la categoría. En cualquier caso, el nivel de su fútbol había vuelto a insinuar que en este asturiano había algo especial.
Hizo 5 goles en 5 días en el Sub 21En ese mismo verano de 2011 experimentó una subida de adrenalina conquistando el Europeo Sub 21 ante la Suiza de Shaqiri, marcando cinco goles en cinco partidos, éxito que le llevó a iniciar su nueva temporada, ya en las filas del Atlético de Madrid, con la moral por las nubes. Aquél era el Atleti previo a Simeone, el dirigido por Manzano, que no acabó de darle la titularidad fija pese a que exhibía un nivel sin duda superior al de los tres fichajes estrella: Arda Turan, Diego Ribas y, ojo, Radamel Falcao.
Su uno contra uno en banda dio muchas soluciones a Simeone.
Al poco de llegar el Cholo, Adrián se ganó su plaza en el once porque de él dependía la profundidad rojiblanca. Se pasó a jugar en el 4-2-2-2 y sus desmarques al espacio y sus diagonales hacia las bandas se bastaban para crear espacios por dentro a los cracks. Sin objeciones ni letra pequeña, rayó a nivel de crack, incluso regateando con la aureola de los genios, siendo súper decisivo en la conquista de la Europa League y en la remontada liguera que dejó al Atlético a un solo punto de clasificarse para la Liga de Campeones. Las redes sociales se volcaron y pidieron su convocatoria para la Absoluta de cara a la Euro de Polonia y Ucrania, parecía coherente con el estilo de juego y había sido el punta nacional del año, pero Del Bosque no confió en él.
Su último gran día, el Atlético-Barça de la Champions League.
Y tras aquel fantástico ejercicio, poco más se supo de Adrián. Arrancó la 2012/13 con Diego Costa saliéndose desde el banquillo y Simeone intentando a base de oportunidades rescatar al «7» de su letargo, hasta que resultó obvio que el brasileño no podía seguir siendo suplente y Adrián se sentó. La venta del Falcao el verano pasado parecía abrirle una puerta, pero entre Villa y el racheado Raúl García se la cerraron a cal y canto. Todavía dejaría otra noche internacional para el recuerdo, en un Calderón abarrotado que recibía al Barcelona. Fue parte activa y relevante del paseo militar colchonero, pero no fue más que un grito en el desierto. Lopetegui, que conoce como a hijos suyos a cualquier español interesante de menos 27 años gracias a su trabajo en la FEF, se ha propuesto recuperarlo en su FC Porto. Si lo logra, habrá noticias suyas en la Champions, porque que destila clase ya está demostrado.
Pablo 23 julio, 2014
Una duda que por ahí no viene al caso pero qué edad tenía en ese sub 21?