Brasil llegaba a su cita esperada con motivos para presumir de equipo; de ser un equipo. El profesor Scolari estudió y diseñó un sistema que fue bien asimilado por sus pupilos casi desde el primer día, y durante dos años lo ha ido mimando sin el menor giro para que nadie se confundiese. Y de repente, en el día uno de la Copa del Mundo, con la mirada del globo posada sobre su decisión, cambió tres posiciones y con ello todo el fútbol: Neymar donde Oscar, Oscar donde Hulk y Hulk donde Neymar. Y desde ahí, este Brasil 3-Croacia 1.
Brasil tembló y Ney la rescatóCroacia queda caracterizada por su doble pivote Rakitic-Modric, que en teoría debería ir sobrado de creatividad y corto de defensa. Quizá animado por eso, Scolari situó a Neymar, su estrella, justo en su zona y lo convirtió en el epicentro del partido. Si somos rigurosos o puede decirse que se exhibiera, pero sí si somos impulsivos, y eso ya es bastante. Neymar tiene un don que ni siquiera Leo o Ronaldo atesoran: llena la pantalla. Deslumbra más que el resto, su estilo, como pasase con el de Dinho, no es un matiz, sino una virtud. Si Neymar aparece y no yerra de más, dispara la moral de su equipo y el rival se achica. Eso pareció ocurrir desde el minuto 20 al 45 del primer tiempo, cuando vimos la Brasil más potente.
Olic y Alves firmaron uno de los duelos más calientes de la noche.
En el inicio Croacia vivió en paz. Su defensa se basaba en una presión pasiva sobre la salida de balón de Brasil que dio sus frutos. Kovacic y Jelavic se emparejaban con los centrales y Perisic y Olic iban con Marcelo y Alves si alguno bajaba a por el balón. No existía en ellos voluntad de robo, sino de cortar el paso, y lograron ralentizar bastante a la Seleçao. En cuanto al plan ofensivo, se aprovecharon del desequilibrio en el que había incurrido Scolari con su cambio de orden.
Brasil está construida para que sus adversarios ataquen siempre por la espalda de Marcelo. El lateral zurdo goza de la libertad máxima imaginable y a menudo ni siquiera defiende. Para compensarlo, Scolari custodia esa zona con el pivote que fija atrás -Gustavo- y el central rapidísimo -David Luiz-, al tiempo que protege el área con Thiago Silva, sin duda el número uno en el menester. Con la re-estructuración comentada, este equilibrio se perdía. Era Alves y no Marcelo el lateral de más peso ofensivo, Croacia atacó su espalda -vía Olic- y obtuvo réditos. Paulinho, el pivote derecho, no ayudaba, Thiago Silva llegaba tarde a los cruces en banda y David Luiz hacía aguas en el área contra los centros laterales. Así vinieron el 0-1 y un par de llegadas curiosas.
Luiz Gustavo volvió a demostrar que en defensa es condicionante.
En cuanto Olic (34 años) se cansó, Croacia se quedó sin salida fácil, Luiz Gustavo (brutal) subió un escalón y Brasil bloqueó a los europeos como solo un equipazo puede hacer. No hubo ni amago de escapada por parte balcánica, el dominio territorial pertenecía por completo a una Verdeamarela perfecta, pero perfecta en su presión. Es difícil dejar menos espacios defendiendo tan arriba. Como ya reflejamos, Neymar en el centro y con una movilidad total comandó la ofensiva en esta fase. Pletikosa, el discutible portero croata, le dio lo que Lovren, genial, le quitó.
En el segundo periodo, no se sabe si por cansancio o por nerviosismo, la presión local menguó y el encuentro se equilibró hasta el empate técnico. Fue Modric el responsable de la equidad. Es, simplemente, uno de los mejores jugadores del mundo en estos momentos, vive su época y piensa que puede agarrar la pelota contra Brasil en el Mundial de Brasil y dominar el terreno. Ivan Perisic, su extremo, le dio espacio, pausa o la pelota de vuelta según requirió cada situación para que ganase presencia y valor. La necesidad y la fortuna se aliaron con los de Scolari y en una jugada aislada lograron el 2-1 decisivo. Su hombre más fino del segundo acto, Oscar, puso el lazo a los tres puntos con el primer golazo del torneo. Se jugó bien a esto en el partido inaugural.
@DavidLeonRon 13 junio, 2014
En clave brasileña, los problemas con la pelota pues… los puedo entender. Están ahí y no van a solucionarse tan fácil porque falta talento. Encima sus rivales estoy seguro que van a ir encontrando maneras de trabar esa salida, como hizo Croacia colocando dos "delanteros" y jugando con la posición de sus extremos.
A título individual, la verdad es que Alves me generó una incómoda sensación, casi de problema en muchos momentos. Le vi superado y siendo un boquete para su equipo. Dani es grande y seguro que con el paso de los partidos se entona, pero para Brasil es una quebradero de cabeza que el lateral culé no aporte en defensa, pues de los dos carrileros él no deja de ser el "bueno" atrás. La final de la Confederaciones de Alves fue notable cerrando. Ellos necesitan un poco eso.