Neymar JR es capaz de desequilibrar el partido más cerrado del año, un futbolista de imaginación y técnica desbordantes que, sin darnos cuenta, ya ha resuelto duelos tan exigentes y parejos como la Supercopa de España, los dos Clásicos o los dos derbis catalanes. Como factor individual es una carta que ha dado al Barça una dimensión diferente. No obstante, en lo referente a su integración en el sistema aún hay aspectos que limar. Su evolución existe y se ve, pero estar en la obligación de por un lado adaptarse al fútbol europeo y por el otro al modelo Barça la está ralentizando; por eso cuando él es titular su equipo gana en algunas facetas y pierde en otras. En cualquier caso, lo que nadie podrá negarle, y menos después de afrontar los datos que se van a presentar, es su brutal influencia en el juego de los azulgranas.
De cara a un análisis debemos diferenciar entre los dos sistemas que está usando Gerardo Martino: el de los extremos y el de los centrocampistas (con Iniesta en el tridente). En el segundo, que parece ser el de losAunque Messi sube sus números, el Barça hace 0,8 goles menos por partido con los bajitos días grandes, la definición recae sobre Messi de un modo exagerado. El 36% de los disparos ejecutados y nada menos que el 55% de los goles anotados llevan la firma del argentino. Dichas cifras descienden al 30% y al 38% cuando Leo es acompañado en la punta por dos extremos típicos (Neymar, Pedro, Alexis o Tello). Es decir, con los extremos, Messi, que es el killer más eficaz del mundo, se aleja del área y pierde cuota rematadora; aunque a su vez el Barça diversifica más su ataque y es mucho más imprevisible, lo cual le lleva a marcar 0,9 goles más por choque.
Con Pedro y Alexis, el Barça hace más juego. Con Neymar y Pedro o Alexis, el Barça hace más jugadas.
Cerremos por completo la llave de los bajitos. Dejamos abierta solo la de los extremos. Dentro de ésta, hay dos guiones: con Neymar y sin Neymar. Digamos que el 4-3-3 con Neymar es la opción intermedia entre los jugones y lo cruyffista y que el 4-3-3 sin Neymar es el Barça más puro y tácticamente rico posible. Por este motivo, Messi con el «11» copa el 33% de los remates y el 42% de los goles y Messi con Pedro y Alexis se queda en el 29% y el 30% en dichas magnitudes. El Barça más equilibrado en el reparto finalizador es, a tenor de los datos, el que juega con Messi, Alexis y Pedro arriba, y este equilibrio se nota en sus guarismos: marca 0,48 goles más que con Neymar. ¿Ofrece algún plus estadístico Neymar? Sí. Al lado del brasileño, Leo alcanza un monstruoso ratio de acierto del 48,6%; 7,7 puntos más que sin él, lo cual en días de pocas ocasiones viene de maravilla. ¿Por qué incrementa su acierto? Porque Neymar le da más espacios, algo que se debe a dos motivos: el primero, que con sus regates atrae más atención; el segundo, y en el que vamos a profundizar ya, es que el Barça posee menos control sobre el juego y contraataca más cuando juega el «11» (baja del 70 al 64% de posesión y completa 92 pases menos por partido).
Básicamente, Neymar muestra tics que perjudican al sistema de juego que dirige Xavi Hernández y lo debilita. Aunque sus facultades son óptimas y su integración total es una cuestión de tiempo, hoy por hoy retiene demasiado la pelota, reduce la velocidad de las jugadas, la pierde más de la cuenta y tiende a pedirla demasiado al pie entre otros matices, lo que hace que el Barça tenga menos tiempo la pelota en campo contrario, se junte menos arriba y juegue menos en situaciones posicionales.
Este contexto convierte a Messi en un futbolista diferente aunque su cuota de participación apenas cambie (da el 7,7% de los pases con Neymar y el 7,9% sin él). Como el Barça transita más y Neymar capta atrae marcajes, Messi en el último tercio tiene una vía más directa hacia el gol y es muy finalizador: marca el 42% de los goles, cae en el 18% de los fueras de juego y reparte el 10% de las asistencias. Con Alexis y Pedro, el Barça asienta más ataques, Messi encuentra más hombres entre sí y el portero y, a su vez, sus compañeros se le mueven más para darle más alternativas. Marca menos goles (el 34%) y cae en menos fueras de juego (11%), pero reparte muchas más asistencias (el 23%). O sea, sin Neymar, Messi es más centrocampista, más colectivo. Eso se nota también en su responsabilidad con la pelota. Con Neymar, Messi copa el 28% de las pérdidas y el 12% de los errores no forzados; sin él, baja al 21% de las pérdidas y al 9% de los errores. Estos datos son especialmente potentes porque justamente Neymar es quien más la pierde y más falla, y aun así, la cuota de Leo en ambos datos es superior a su lado.
Lo que en ataque parece una decisión estilística con sus pros y sus contras, en defensa está bastante más claro: el Barcelona es mucho menos competitivo atrás cuando juega Neymar. Los datos son absolutamente demoledores. Con él, el Barça encaja 1 gol por noche; sin él, 0,5. Con él, le chutan 4,7 veces; sin él, 2,8. Con él, le reparten 0,82 asistencias; sin él, 0,43. Con él, le filtran 7,4 pases clave (que conllevan ocasiones no convertidas); sin él, 5,5. Con él, le cuelgan 16,5 centros; sin él, 13,9. Quizás lo que resumen todo es que, con Neymar, el rival ocupa las cercanías del arco culé 2 minutos y 23 segundos más de media que cuando él no está, y no es difícil imaginar qué supone para una defensa tan débil como la del FC Barcelona ese incremento. Casi dos minutos y medio ahí atrás son muchos sustos para el Tata Martino.
Como es lógico, al verse obligado a defender más tiempo, los números defensivos del Barça aumentan. Suma casi tres tackles más, casi tres intercepciones más y 0,2 chuts bloqueados más por encuentro. La única magnitud defensivamente que se desinfla, lógicamente, es el número de off-sides. Con Neymar, el equipo provoca 1. Sin él, como juega más arriba y solo le atacan con contragolpes, provoca el doble.
Conclusiones
A modo de conclusiones podemos esgrimir que la impresión generalizada y el análisis estadístico objetivo no van de la mano en esta ocasión, puesto que los datos tienden a desaconsejar la titularidad de Neymar pero al mismo tiempo se sabe que su talento es tan superior al de sus alternativas que no se le puede sentar. Es más, pese a su extrema fiabilidad en el día a día, la pareja formada por Pedro y Alexis no ha rendido demasiado bien en las noches más importantes, siendo este uno de los motivos que llevó al club a contratar al fenómeno de Brasil. Así, el Tata Martino está inmerso en la búsqueda de un sistema que le permita alinear a Neymar para aliviar a Leo Messi y diversificar los focos de atención en las mejores defensas pero sin que esto conlleve el derrumbe defensivo que suele implicar en los partidos cotidianos. En pos de ello se trabaja en las variantes que junten cuatro centrocampistas con los dos genios, buscando que Busquets, Xavi, Cesc e Iniesta controlen en la medida de lo posible con su talento asociativo y posicional y compensen así aquéllo que se sacrifica con la naturalidad del número «11». La primera probatura fue con Cesc de falso 9, Messi en la derecha y Neymar en la izquierda; la segunda, más repetida, con Iniesta en la izquierda, Leo en el medio y nuestro protagonista en la derecha. Aunque ninguna de las dos termina de convencer en cuanto a juego, suman cuatro victorias de cuatro posibles entre ambas. Quizás ése sea el secreto de Neymar, que, pese a todo, hace ganar.
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Rubén 1 abril, 2014
Hola a todos. Mi primer comentario. Para mi lo más importante hoy seria dejar al visitante en 0, razón por la cual yo apostaria más por control que por "pegada": Alexis y Pedro titulares en detrimento de Neymar.
Felicitaciones al equipo de Ecos!