La Copa de Europa, entendiendo como tal aquella parte de la UEFA Champions League que implica una dificultad TOP, tiene cuatro puntales, dos son futbolistas y dos, entrenadores. Hasta esta semana ninguno había debutado en la edición actual, hace horas lo hizo el primero y el segundo ya asoma. Con independencia del éxito que coseche, esta noche José Mourinho ofrecerá una clase de fútbol. El General Táctica, desprovisto de mediocentros de élite y centrales expeditivos, intentará detener a Zlatan Ibrahimovic, sobre quien sobran las presentaciones, e, incluso siendo abrasado, enriquecerá la partida.
Relevar a Matic, un reto difícilSu Chelsea FC, que el sábado pasado perdió media Premier, suele ordenarse sobre un 4-2-3-1 con Matic y Lampard en el doble pivote. Sin el serbio, que no está disponible en esta competición, debe reorganizarse. La alternativa pura es Obi Mikel, y hay que contemplarla, pero su nivel no es óptimo para ningún desafío práctico. Mourinho es más de hombres que de especialistas -particularidad que comparte con casi todos los grandes– y suele preferir una pieza potente coordinada con sus órdenes que una solución específica de menos potencial. Sus entrenamientos preparan a su grupo para que cualquiera pueda hacer el sacrificio x en la noche d. En este caso, las dos piezas más aprovechables parecen ser David Luiz y Ramires. Curiosamente, otros dos ex-benfiquistas:
El objetivo de Mou será forzar a Ibrahimovic a jugar muy rápido.
– David Luiz: A nadie se le escapa que estamos alguien irregular y con tendencia a cometer fallos decisivos. Ni la mejor motivación que un técnico pueda insuflarle garantiza que este chico no meta la pata con un despiste. Dicho esto, algo moldeable será como cualquier persona y seguro que Mourinho puede reducir el riesgo. En cuanto a condiciones, como pivote improvisado tiene lo justo para molestar a Zlatan, es hiperactivo y físicamente excepcional; imprimiendo mucho ritmo en la marca debería entorpecer los controles de Ibrahimovic y anular sus momentos de pausa. Luiz es bipolar, y del mismo modo que se ha avisado sobre sus lagunas hay que apuntar que en una noche on fire, dirigido por Mou, es capaz incluso de ser el gran MVP.
– Ramires: El pelado es más sólido que el rizitos, pero a su vez es menos apropiado para el cuerpo a cuerpo contra a Zlatan, lo que hace que un doble pivote Lampard-Ramires pierda números. En principio, de jugar en el doble «5», lo haría al lado de Luiz, pendiente de las segundas jugadas y demás menesteres. Si no, dos son las roles disponibles para él. El primero, como extremo derecho del 4-2-3-1, que sería un movimiento bastante agresivo que sujetaría a Matuidi atrás y restaría opciones de pase a Ibra arriba. El segundo rol posible sería el de interior derecho en un 4-3-3, que parece parecido pero es muy diferente, porque su defensa sobre el sueco sería mucho más directa y a su vez quitaría al Chelsea opciones de contraataque.
No es fácil defender a Ibrahimovic y el Chelsea va especialmente corto de talento en la zona que Zlatan ofende, pero Mourinho se tiene a sí mismo y a dos brasileños que por inercia no entenderían el reto pero que bien orientados pueden cumplir un papel crucial. Si el samurai hoy burrea a su oponente, su rival en semifinales estudiará las decisiones de José y estará más cerca de vencerlo. En el fútbol no existe la idea acertada ni el error fijo, todo es contextual y relativo, por eso solo pesa la base de los argumentos, y la de Mourinho siempre es ultra sólida.
geryon 2 abril, 2014
Considero al Chelsea mi segundo equipo, pero hoy se enfrentan a mi primer jugador. Mi corazón padecerá de arritmia casi seguro.
Estoy al 100% con el artículo, creo que Mou construirá una jaula de 4 barrotes formada por Cahill, Terry, D Luiz y Ramires, pero ello solo permitirá que Ibra abandone el espacio donde habitualmente habita, pero es que eso el sueco lo hace continuamente en fases de partido, hasta el punto de que Blanc lo suele usar de recambio provisional mientras hace los cambios o ajustes tácticos. Y si a eso se le suma Lavezzi, Lucas, Cavani, Pastore, Verrati, Matuidi, Cabaye…. está claro que el trabajo táctico debe ser descomunal para no ser desbordado.
A favor del Chelsea una singularidad del equipo parisino. Pese a ser de los de mayor posesión y acierto en el pase, no es muy abundante su promedio de pases de apertura o disparos, lo cual es un indicador de circunspección por parte de Blanc. Ese carácter del equipo, bien trabajado, puede derivar en cierta pusilanimidad, en horizontalidad, en dependencia del astro (esto suena mucho a Barça-Chelsea 2012), lo que podría permitir al equipo londinense gozar de un número similar de ocasiones puras, acaso más abiertas.