Sufrió el Liverpool para ganar en el campo de Norwich, pero no más de lo previsto. Los clubes europeos ya se van enterando; las enormes distancias que hemos vivido entre los mejores y el pueblo llano en los últimos años no eran producto de la diferencia presupuestaria, sino de otras cuestiones, y este año el fútbol ha vuelto a la normalidad. Como el Liverpool no alcanzó el extraordinario nivel de otros, le cuesta menos hacerse a la idea de que ganar en Carrow Road cuesta sudor y salud. Supo afrontar el partido. Arremangándose.
Sterling la lió junto a SuárezLas bajas de Henderson y Sturridge, ambos titularísimos para Rodgers, fueron cubiertas con Lucas Leiva, Joe Allen y un par de cambios de posición. Persistió el 4-3-1-2, los dos nuevos ocuparon los interiores, Coutinho subió a la mediapunta y Sterling, que venía siendo el «10», actuó como delantero al lado de Suárez. La remodelación resultó un éxito porque el juego no se vio afectado ni en forma ni en calidad; es más, el ingreso de Allen, un centrocampista de posesión más puro que los habituales, dio otro aire a la circulación red, dando pie a varias salidas desde atrás más propias de La Masià que de la Premier League. El automatismo que llevaba a Leiva hacia arriba para crear ahí un espacio que Sterling usaba para recibir en apoyo era tan bonito como eficaz. El crecimiento del pequeño y gran Raheem activando zonas interiores es asombroso.
En la mitad mitad, el Liverpool cambió su 4-3-1-2 por un 4-1-4-1.
Al segundo tiempo se llegó con ventaja de dos goles para el Liverpool y Rodgers decidió ceder la pelota y 30 metros. Como el Norwich City atacaba por los costados, sobre todo con el extremo izquierdo Nathan Redmond, el líder pasó a defender cobijado en un 4-1-4-1 con Coutinho y Sterling en las bandas que debía proporcionarle mayor estabilidad contra centros y desdobles. No puede decirse que saliese bien. Al principio lo pareció porque Glen Johnson selló su lado con maestría desconocida e intensidad lógica, pero la realidad es que las ayudas de Sterling no llegaban y que la exigencia era excesiva. Aunque el propio Raheem pareció sentenciar en un contragolpe personal, el 2-3 terminó cayendo por constancia local y Rodgers tuvo que rectificar rápido. Agger dentro, Allen fuera y a cerrar con cinco defensas. En los 13 minutos restantes apenas hubo un susto. Fue fallito del duro Sakho.
Rodgers arriesga en salida de balón hasta que mete el primer gol.
¿Se hubiese ahorrado el Liverpool esa incertidumbre final de haber mantenido en la segunda mitad el sistema y el estilo de la primera? Seguramente no. Tras 25 años de sequía y a unos días de la gloria, Brendan y Gerrard saben que a Mignolet, Glen Johnson, Skrtel, Sakho y Flanagan no se les puede pedir que salgan jugando sin perderla ante una presión necesitada. Intentan ser prácticos y los resultados se dan.
genserico 21 abril, 2014
Buenas.
El año pasado al ver jugar a sterling me desesperaba, muy rapido pero pesimas decisiones, este año su evolucion ha sido espectacular, le veo mas efectivo en el regate y en la toma de decisiones.
creen q countinho merece ir a la seleccion brasileña? ultimamente le veo mejor que a oscar. Lastima que el chelsea birlo a Salah y el tottenham a erikssen, extraño recambios ofensivos, suena konoplyanka, que tal es?
Espero que por gerrard y por que para mi ha sido el equipo mas entretenido de la premier este año, quede campeon el liverpool.