Sería coser y cantar anticiparse al plan de remontada muniqués si Guardiola no fuese el entrenador del Bayern, pero es él quien se sienta en su banquillo. En respuesta a las vagas críticas surgidas tras su pinchazo en el Bernabéu, Rummenigge afirmó que Pep había captado del primero al último los valores del gigante de Baviera, y si bien considerando su inteligencia cabe darlo por hecho, tampoco podemos negar la mayor: un Bayern Múnich puro y duro no se va de Madrid con un 64% de posesión, 840 pases intentados y dos ocasiones creadas. Guardiola no negocia su personalidad porque entiende que sus éxitos le deben la vida. Es eso lo que le lleva a prescindir de Thomas Müller en beneficio de Rafinha en el partido más importante del año. Sentó al, quizás, futbolista más temido por el Real porque su fútbol necesitaba a Lahm haciendo de centrocampista. Más allá no puede irse. Y si llegó hasta ahí en la ida, ¿será suficiente un traspiés para cambiar su enfoque en la vuelta?
Casillas y Pepe bordaron en la ida tareas que no dominan.
El caso es que el Bayern de siempre casi siempre ha funcionado en noches como las de hoy. A lo largo de su historia ha intentado remontar un 1-0 hasta en seis ocasiones y lo ha conseguido en cinco. Todas fueron de la misma manera: constancia ofensiva, muchos hombres llegando al área, fútbol directo y centros por banda; un cóctel aderezado por el nivel físico que nunca faltó en el estadio de Múnich. Si su éxito a la hora de levantar resultados está contrastado, qué decir de su fiabilidad contra el Real Madrid; no por nada se auto-proclama la bestia negra del club de las nueve Copas de Europa. Y aunque es cierto que en el Bernabéu colgó 40 centros y solo uno causó peligro, ¿pueden repetir Casillas y Pepe un ejercicio tan impoluto en su área pequeña? No radica ahí su especialidad, precisamente. Amén de que, con más convicción en la propuesta y al calor del Allianz, no cuesta imaginar un choque superior de Ribéry por citar uno de los factores que faltaron. Con el añadido de un Lahm lateral y un Müller rematador.
Sin Lahm ni Thiago en el medio, el Bayern pierde calidad técnica.
Javi M. podría ser importanteSi las antiguas fuesen las bases, entendiendo por antiguas las del año pasado mismamente, la duda del once se localizaría en el doble pivote. En el 4-2-3-1 de Heynckes, Robben fue suplente hasta que Kroos se lesionó, lo cual situaba a Müller en la banda derecha y daba al propio Toni la mediapunta. Como Robben va a ser titular, mejor no perdemos el tiempo, fijamos a Kroos como pivote 1 y valoramos a Schweinsteiger y Javi Martínez como pivote 2. Sobre Bastian se habla largo y entendido en este otro artículo, y en cuanto a Martínez, su fantástica calidad defensiva debe ser ponderada. También su discreto nivel asociativo.
El FCB defiende con la posesiónOcurre que cuando a Guardiola se le achacó lo horizontal de su juego en la ida, su respuesta resultó de lo más convincente. Vino a explicar que cuanto más rápidas y verticales fuesen sus posesiones, antes terminarían las mismas y más veces le tocaría correr al Real, lo que, en sus palabras, es indefendible. Apuntado esto, y sin ánimo de cuestionar a un genio tan consagrado, algunos comentarios sí sobrevienen. El primero es que, hasta hace dos semanas, la contra de Ancelotti ha sido una limitación de su equipo. Solo en dos de sus más de 50 partidos su contraataque ha transmitido sensaciones parecidas a las de la Era Mourinho: en la Final de Copa y en la ida ante el Bayern. O sea, no es indefendible y puede y debe defenderse mejor de como lo hicieron los suyos en el Bernabéu. A ese respecto surge una duda y es sobre la colocación de los alemanes y los españoles en el momento en el que perdían el balón. Los primeros estaban desprotegidos y los segundos, mirando hacia Neuer. No se giraban nunca. Los recursos para paliar el déficit posicional serían dos, Götze (¿a costa de Müller o Mandzukic?) o ir a saco con un juego directo más típico que gire a Luka Modric y Di María (o Isco) sobre Alonso y empotre al Madrid de manera arcaica.
El Allianz necesita un flujo constante de ocasiones para pesar.
Guardiola es un ganador y un profundo conocedor de este deporte. Nadie lo duda, si mantiene su estilo será porque su Bayern Múnich tiene más opciones de ganar por dos goles con él que sin él. Dicho esto, hay que reconocer que si cualquier otro renunciase hoy al más mínimo rasgo de la tradición bávara, nos parecería un loco temerario.
El cautivo 29 abril, 2014
La entrada de Javi Martínez m crea dudas, porque ya vimos en la meritoria segunda parte de Ancelotti que el plan de desactivar al Bayern quitándole la posesión es factible y sin su centro del campo mas asociativo lo mismo Luka y Xabi (¿E Isco?) quieren hacese con el monopolio de la pelota.
Javi mas Muller (creo que todos estamos de acuerdo que debe ser clave e imprescindible en este partido) me parece demasiada concesión a que se imponga el toque blanco.