Elche y Atlético de Madrid jugaron un disputadísimo encuentro, competido como el último a tenor del esfuerzo realizado, el ambiente vivido y la paridad sobre el campo en gran parte del choque. A pesar de la diferencia de calidad entre ambos equipos, los hombres de Fran Escribá leyeron con acierto las situaciones ocurridas en los primeros 45 minutos, pudiéndose ir al descanso con ventaja. Simeone tuvo que ajustar su idea de partida para igualar las fuerzas y sumar tres puntos a raíz de un córner. Su particular gol de jugada, incondicional y entrenado balón parado a balón parado.
Y es que la noticia en el arranque era la inclusión de Adrián López en el costado derecho, algo que no tuvo continuidad durante la primera parte, pues su posición terminó centrándose hasta formar un 4-3-1-2 que dejó a los rojiblancos confusos y desguarnecidos. Rivera dirigió a los suyos en campo enemigoEn palabras del técnico argentino, “buscaba el enfrentamiento de Adrián con Sapunaru”, algo que no se repitió con insistencia, aunque sí con peligro puntual. Y es que el Elche trabajó bien las bandas. Sus pivotes basculaban con intención de igualar en número en los costados; Sánchez a la izquierda y Rivera a la derecha. La respuesta la dio Simeone abriendo a sus homólogos, Tiago y Gabi, para buscar las incorporaciones de los laterales en balones largos, algo que Gabi repitió durante todo el partido como medida cautelar. El encuentro estaba en la zona media, pero los ilicitanos juntaban bien las dos líneas y Diego Costa perdía cada pelota que controlaba en espacios tan reducidos.
La posición de Adrián, clave para entender la superioridad ilicitana
Cuando el Elche robaba, el tema cambiaba, pues no había igualdad, sino superioridad de los franjiverdes para superar línea, combinar y tener siempre un jugador más cerca de la pelota, liberando la jugada por el otro extremo. Desbordaban la dividida y partida presión de los locales, salían por dentro y se instalaban arriba, tocando con holgura, frente a tres hombres en lugar de los cuatro habituales: Gabi interior diestro, Tiago en el pivote y Koke muy cerrado sobre el portugués para sellar la mediapunta. Carlos Sánchez rompía constantemente la zona de ¾, Carles Gil y Javi Márquez distraían por dentro y Rivera tenía espacio y tiempo para buscar compañeros. Contragolpes que a falta de ser finalizados, se convertían en pases cómodos y posibilidades de progresión por fuera. Un disparo de Márquez y un posterior cabezazo que Courtois desbarató, sirvieron de resumen al dominio visitante.
Si el esfuerzo por la falta de efectivos por detrás de la pelota ya era importante, la prisa por abrir el marcador terminó de desfondar al Atlético, sostenido por el 1-0 posterior, si bien, los cambios fueron muy rápidos y certeros. Raúl García por Adrián, Koke por Diego y Sosa por Villa. Equilibrio y determinación. El navarro forzó el penalty, el brasileño desahogó la situación y el argentino botó el córner de la victoria. Clave fue que Ribas diera réplica a Filipe por la izquierda para que García cargara la zona de remate. Escribá sumó piezas en ataque –Aaron, Boakye- pero quedó a merced del rival en cuanto éste sumó cuatro centrocampistas.
@cordobeh 19 abril, 2014
El Elche, tras una buena primera mitad, salió al campo después pensando/esperando/deseando que el Atleti desconectara del partido por tener la mente en la batalla que se avecina. Pero el partido lo ganó el Cholo con los tres cambios para tirar de la manta de los ilicitanos (el experimento del 4-3-3 con Adrián junto a los dos nueves mejor dejarlo para la consola, visto lo de la primera parte).
Y Courtois, que nunca está de más nombrarlo. El Atlético está a tres victorias de llevarse la gloria.