Había que echar un ojo a lo de Sttutgart. Un Alemania-Chile, por circunstancias más particulares que el mero hecho de disfrutar el partido, tenía ingredientes de peso para valorar lo que puede ser una candidata al cetro y una rival directa de la España de Vicente del Bosque en fase de grupos, más allá de ser un partido de altísimo nivel: Vidal, Schweinsteiger, Özil, Götze, Alexis, Vargas… La Chile de Sampaoli volvió a mostrar virtudes y defectos. Y Alemania… pues lo mismo. Le faltan piezas a Löw. Su nivel no fue demasiado competitivo en cuanto a sensaciones de equilibrio y ritmo.
El partido estaba predestinado a producirse como fue. Chile salió con su presión a todo campo, con hasta seis futbolistas sobre la salida alemana, que sin apoyos suficientes de su línea de mediapuntas, estabaChile encimaba a gran altura en inferioridad constante. O cedía a Neuer para que desatascara en largo o básicamente la perdían ante Isla, Gutiérrez, Vidal, Alexis, Vargas y Beausejour. Los de Sampaoli formaban en 3-4-1-2 pero se desperdigaban con el pretexto de robar arriba y acabar rápido y en ventaja los ataques para conseguir el 1-0. Si no robaban y los de Löw superaban a esos seis futbolistas, Alemania podía crujir. La posibilidad de atacar estaba abierta para ambos equipos, siendo Chile la que sin pudor ni medida quiso el partido así.
Chile pudo adelantarse y ampliar el marcador. Le faltó pegada
El mayor problema de Chile estuvo en que no disponen de la calidad propia para traducir ese atrevimiento. Y Alemania… pues sí. Ya no hablamos de crear oportunidades de manera individual, sino de tener franca superioridad en balones a la espalda de la zaga y en el área. Los sudamericanos debieron llegar al minuto 15 con 2-0, teniendo, igualmente, oportunidades muy claras durante todo el partido. Y no concretaron ninguna. Alemania tuvo dos en treinta minutos. La primera fue dentro, con Özil tirando de maestría en el área, matando el tiempo y dando a Götze el 1-0. La segunda fue de Klose, y no fue gol porque los porteros también juegan. En su 4-2-3-1, Löw formó con Lahm y Schweinsteiger en el doble pivote, Grosskreutz en el lateral derecho y Toni Kroos de ’10’
Donde flaquearon los de Löw fue en ritmo de partido y en su equilibrio defensivo. Cuando iniciaba Chile, los germanos tiraban la línea muy arriba pero no jugaban con la intensidad de un equipo junto y proyectado, de ahí que Löw cuente con Khedira como hombre fuerte en su mediocampo de cara al Mundial. Aunque los toques de Götze tienen la amenaza y determinación de crack absoluto, Chile corrió y amenazó demasiado. No despeja todas las dudas esta Alemania.
@bimbix 6 marzo, 2014
Viendo el partido, y a pesar del buen fútbol y carácter que demuestra Chile, no puedo dejar de pensar en que a Löw le falta la pieza clave, y poco visible, de su concepto de juego, Khedira. la importancia de Sami para esta Alemania se asemeja a la de Xabi en el Madrid, separando la forma, lógicamente. Y es que este tío es entrega, apoyo, equilibrio y solidez sin influir directamente en el juego, espero que por el bien de esta generación alemana llegue de buena forma a Brasil, ya quedan 98 días.
Lo de Chile, me encanta, creo que la mentalidad de este equipo se mantuvo y reforzó luego de la salida de Bielsa. Me encantaría ver a esta selección con un 9 tipo Huntelaar, fliparía.
El grupo de España, Holanda, Chile y Australia da para mucho, Chile será la primera gran prueba de los últimos finalistas si quieren, al menos, repetir el cometido de Sudáfrica.