Javi Gracia se estudió a fondo los pinchazos más recientes del Barça y estimó que el plan de la Real Sociedad (el del 3-1) era el más imitable y el de mayor éxito potencial para su Osasuna, así que lo copió casi entero y lo plantó en el Camp Nou. Su puesta en escena fue poderosa, más de un culé llegó a temerse algo raro, pero Xavi leyó la situación, le contó el truco a Iniesta y montaron una fiesta.
Javi Gracia imitó a ArrasateOsasuna se ordenó en un 4-3-1-2 con Armenteros sobre Xavi, el Gato Silva sobre Iniesta y Torres sobre Busquets, empezó a defender en campo contrario -sin llegar a ser presión- y forzó que el Barça saliese por Dani Alves. Durante 15 minutos, el juego azulgrana se limitó a una estéril serie de conducciones del «22» que terminaron en un centro, en Alexis o en un envío raso frustrado hacia Messi, que estaba marcado por hasta tres hombres (los centrales y el pivote). Xavi, que había intentado sin éxito recibir abajo en el inicio de la jugada, no llegaba a tiempo arriba para ofrecerse a Dani, y en la izquierda no pasaba nada, no había iniciativa.
El rombo le dio a Osasuna un cuarto de hora de cierto dominio.
Como la recuperaba mucho, Osasuna pudo atacar, y lo hizo bien. La salida se la saltó, sacó siempre en largo buscando a Oriol Riera, quien ganó a todos menos al notable saltador Bartra. Dicho lo cual, ganase o perdiese, la segunda jugada era rojilla, siendo éste uno de los múltiples pasajes del partido que volvió a evidenciar la baja forma de Busquets. Una vez en campo culé, Osasuna tejió circulaciones, halló ventajas y finalizó varios ataques. El gol de Messi le bajó a la Tierra y Xavi, que es sabio, le hundió bajo la misma trucando su pauta. No obstante, Gracia debe sentirse satisfecho, dio a su modesto plantel la opción de hacer saltar la banca en el Camp Nou. La posibilidad, aunque efímeramente, existió. Y fue por su propuesta.
A partir del 1-0 de Messi, el Barça estuvo espectacular en ataque.
Alves y Xavi, 2×1 vs ArmenterosLo que cambió Xavi fue su posición. Sobre la marcha leyó que, para tener superioridad sobre Iniesta, Messi y él, Osasuna había regalado por completo los flancos. No solo las bandas, sino los 15 metros más laterales del ancho. Xavi dejó que Alves subiese el balón y directamente lo esperó arriba, y entre ambos jugaron con Armenteros (2×1) y lo volvieron loco. Era una sociedad perfecta, con sus desmarques se creaban espacio el uno al otro y luego se la ponían al pie. Una vez Xavi recibía solo, arriba y por dentro, el equipo rojillo mandaba ayudas desde el otro lado, rompía su equilibrio y el Barça se ponía las botas. Dando velocidad al balón no hay equipo como el culé si la táctica lo permite, y lo demostraron con brillo. Jordi Alba e Iniesta copiaron lo de Alves y Xavi y Osasuna se vio tan, tan desbordado que dejó de hacer bien incluso lo que hasta entonces había completado con éxito. Y el Barça fascinó.
Iniesta y Pedro brillaron más que ninguno en una noche brillante.
En el reparto de luces, las más luminosas resultaron las de Messi, Iniesta y Pedro. Messi por su histórico hat-trick, Iniesta por su abanico de controles, regates y pases imposibles y Pedro por aportar ese punto de agresividad que tanto hace sufrir a sus contrarios. Y ese uno contra uno que su lateral debía afrontar sin ayudas por las particularidades del 4-3-1-2 escogido por Gracia. Pedro en la izquierda (Neymar JR), Dani Alves de lateral (Montoya) y Xavi de interior derecho (Busquets) fueron las diferencias entre la perfecta lectura y ejecución del rombo pamplonica y lo que ocurrió con el guipuzcoano. El Barça tiene plantilla de sobra para resolver cualquier sudoku. A excepción de diez noches al año, donde un mal trazo de pizarra sí puede matarles, pierden y ganan sus futbolistas. Al menos, cuando juegan los mejores.
Dani 17 marzo, 2014
Lo que está claro es que si el Barça lee el partido, es decir, si Xavi ejecuta como sabe, el ritmo lo llevan ellos y los goles del argentino llegan tarde o temprano.
Tópico habitual: ni eran tan malos el lunes pasado ni hoy son el Barça de Pep. Hay que relativizar. Osasuna planteó un partido de 20 minutos, el típico arranque agresivo de vuelta de eliminatoria y, al carecer de premio, se hundió. El Barça sigue siendo uno de los mejores 5 equipos del mundo, así que estas cosas pasan.
En cuanto a Messi, decir lo de siempre, es soberbio de cara al gol, y marcará los que él quiera, pero la necesidad que tiene de un ritmo marcado por su equipo es cada vez mayor. Antes, daba igual cómo fuese el partido, él lo arreglaba, ahora cabalga siempre que hay viento a favor. Esa es mi sensación.
Si frente al Madrid el Barça mueve la pelota, Messi será un peligro constante, si en cambio sufren, parece menos probable, que no imposible, que resuelva el partido. No sé si es porque economiza esfuerzos o porque nadie, ni siquiera él, se va a ir regateando de todos siempre.
La última frase en la que hacéis referencia a que juegan los "mejores", ¿se la dirigís a Neymar?