«Because we love it». Así respondió José Mourinho a quien le preguntó por qué su Chelsea había enseñado más en los partidos decisivos (Liverpool, Arsenal y Manchester City) que en su día a día liguero. La frase es fantástica e invita a reflexionar sobre el espíritu de sus jugadores y sobre su talento como estratega, pero lo cierto es que ayer conquistó el Etihad Stadium por motivos diferentes. Fue el trabajo realizado de julio a febrero, y no el de esta última semana, el responsable de la distancia revelada entre su equipo y el de Manuel Pellegrini. Mourinho anoche no hizo más de lo que cualquiera espera de él como psicólogo. En lo táctico, cero trucos.
Es «imparable», pero poco ratoEl principio fue citizen, y es que los skyblues también jugaron a su imagen, semejanza y nivel. Muchos opinan que sus gradas han visto las jugadas más espectaculares de este curso y motivos no les faltan. Pellegrini tiene a su servicio una colección de atacantes que, inspirada, es simplemente imparable, y ha diseñado un sistema muy abierto, pero muy, muy abierto, que le permite encontrar espacios con facilidad y ser un ciclón ofensivo por momentos. ¿Es parable un equipo que pone a Kolarov de extremo, en el que Yaya irrumpe en el área cada minuto, donde Navas desde la derecha hace su jugada con gran frecuencia y que da a sus físicos puntas una movilidad salvaje? No. No lo es. El fútbol no permite detener eso. Y menos si Silva queda envenenando en el mismo centro de la sinergia. Obviamente, el Chelsea lo pasó fatal ante esa ola de 10 minutos. Con el Kun, el City habría marcado. Pero tras el maremoto…
En cuanto al City dejó de salirle todo, se derrumbó con estrépito.
El 4-2-3-1 de Mourinho se hizo duro y mostró respuestas. Por ejemplo, Ramires (extremo derecho) hizo muy buen trabajo sobre un David Silva que caía a posiciones típicas de un interior izquierdo para intentar ordenar. Willian, el «10», también inclinó hacia allá su defensa y logró que Demichelis, el pivote de Pellegrini (Fernandinho y Javi García eran baja), tuviese que volcar toda la salida hacia Jesús Navas. El sevillano colgó la friolera de 19 centros al corazón del área, escenificando así el éxito del Chelsea: Gary Cahill defendiendo eso es como Xavi emitiendo un pase corto; no sabe fallar. Con el City atado y Kun en la enfermería, el único factor a controlar era Touré Yaya. Y el marfileño perdió contra Nemanja Matic.
Lo del serbio fue brutal. Redujo la influencia aérea de Yaya, se la quitó cuando intentó regatearle y le cazó en cada conducción que inició lejos de su presencia. Por descontado, el Chelsea es un equipo serio que se arrima en defensa y donde se ayudan los unos a los otros, pero lo de Matic contra la bestia pareció un duelo casi personal y tuvo un gran impacto sobre el Etihad. Cada derrota de su héroe era una estocada a su moral. No contento con ello, Matic colaboró en la defensa del área (nueve despejes), lanzó o condujo un buen número de contras y supo juntarse con Willian y Hazard en campo contrario para desquiciar a un Manchester City que estaba completamente roto. Lo más suave, y a la vez riguroso, que puede decirse sobre su transición defensiva es que solo corría Demichelis. El desorden y la pasividad fueron inenarrables.
El partido de Eden Hazard en el Etihad Stadium fue consagratorio.
En el marco descrito emergió Eden Hazard, el hombre de la noche. Su entrenador le ha explicado su talento, el jugador por fin es consciente de su capacidad en toda su plenitud y su decisión ha sido convertirse en un monstruo. Juega con la grandeza de quien sabe que cada vez que la pelota es suya, el mundo espera algo mortal, algo aniquilador. El repertorio de controles, fintas y cambios de ritmo (en subida o bajada) fue obsceno, así como perfecta resultó su lectura del choque, atacaba o pausaba justo cuando tocaba cada cosa. Solo el bajo nivel de sus compañeros evitó que su arte derivase en una victoria más abultada. Aunque debe insistirse en que su oposición eran un Zabaleta sin alma y un sistema sin estructura, sin tensión y, a menudo, incluso sin gente.
En conclusión, Mourinho no diseñó nada raro para ser muy superior en la casa del ex-líder. Es muy capaz de hacerlo, pero no lo necesitó. Le bastó con haber llegado a febrero con su equipo listo para, aun con sus deficiencias, ser un auténtico dolor para cualquier rival. En cuanto a Pellegrini, es difícil. Su trayectoria adquirió caché cuando construyó sistemas cerrados, de pases lentos y de tremenda solidez defensiva, así que verle encarar su segundo proyecto multimillonario proponiendo un sistema conscientemente gaseoso que impide toda fase de control, con balón o sin él, es algo que no se explica fácilmente. No obstante, gracias a su decisión, el City tiene buenos números y un estilo que en diez minutos puede darle un par de goles a favor en cualquier estadio de Europa. Son dos hechos que ni pueden ni deben ser infravalorados. Si El Ingeniero está trabajando en esta línea, sus motivos tendrá.
Absynthez 4 febrero, 2014
Hazard y Matic contra el Manchester City:
http://www.youtube.com/watch?v=ZF_b8xvNQI8 http://www.youtube.com/watch?v=f9mbOcNZS8o
Se lo ve trabajado y con las ideas claras al Chelsea, y el "Because we love it" pareciera que no es en broma, cada duelo dificil que debe afrontar el Chelsea lo compite hasta el final con seriedad.
Partido divertido, intenso, y de ida y vuelta en el momento que se rompio, lo disfrute mucho.
Yo destacaria tambien el 2do tiempo de DL, batio lineas, presiono, recupero; El que no me gusto fue Ramires.
Por otro lado, sigo pensando que, la contra del 4 vs 2 que encabeza Willian a pase de Matic, fue bien resuelta. La definicion es pobre, pero Wilian hizo lo correcto.
Que opinion se tiene de Azpilicueta? Tuvo una papel dificil contra Navas.
PD: Una lastima que Matic no pueda jugar UCL con el Chelsea esta temporada.