El Milan terminó la primera parte con 355 pases ejecutados y un 90% de acierto en los mismos. Cifras propias de un conjunto feliz de tener la posesión, seguro y convencido de lo que hace. Es mentira, por supuesto. El AC Milan hoy no es nada salvo un pozo de tristeza que lo inunda todo y agobia a quienes portan esa camiseta. Pese a ello, varios de sus futbolistas siguen siendo de gran nivel. Es el caso de Balotelli, capaz de sacarse el gol de la temporada y no celebrarlo. Su mente es inexplicable, más o menos como su equipo.
En ocasiones, el AC Milan coquetea con la nada más absoluta
Si el Milan la tuvo siempre durante 45 minutos fue porque el Bolonia así lo quiso. Los visitantes plantaron un 5-3-1-1 ultradefensivo con Rolando Bianchi en modo islote. Bajó algún pelotazo que otro, nada demasiado destacable. El objetivo en ese momento era solo defender.
Y claro, tapar el 4-2-4 de este Milan no requiere mucho. Seedorf colocó a Taraabt y Honda (ojo) de extremos a pie cambiado para que se metieran hacia dentro, llegaran los laterales y la pusieran. Y la pusieron, sí. 16 veces en el primer periodo. Pero como la pelota basculaba tan, tan lenta la zaga boloñesa nunca perdía la colocación y despejaba sin problemas. Por dentro Kaká no recibía una y en las bandas todo era lentitud. Honda no tiene ritmo para darle vidilla a su costado y Taraabt resucita al Prosinecki más chupón cuando la pilla. Pero bueno, al menos con Abdel pasan cosas. Malas pero pasan.
355 pases, 90% de acierto. 70% de posesión. 0 ocasiones de gol
El Milan no puede digerir su realidad. Por eso tarde o temprano se acaba poniendo nervioso, aunque el rival ni pase del centro del campo. Sus oponentes lo saben y esperan a que los rossoneri se rompan, algo que sucederá sí o sí. Y ahí Montolivo y De Jong no dan abasto. El contrario adelanta líneas, roba y contragolpea fácil. Honda, Kaká o Taraabt no le quitan un balón a nadie y así es imposible. El Bolonia olió la sangre y soltó a sus carrileros, Garics y Morleo para que pusieran centros a Bianchi y Crisaldo. No marcaron de milagro.
Buscando alterar algo, Seedorf sustituyó al plomizo Honda por Muntari para aumentar la intensidad de un equipo ya enloquecido. El 90% en pases mutó a un 68%, prueba evidente del caos. El Bolonia estaba listo para dar la puntilla. Entonces llegó Balotelli y cerró el chiringuito.
El gol de Balotelli resume el peligro que aún tiene este AC Milan
¿Y en clave Champions? Eso ya será distinto. El AC Milan no tendrá una realidad que asimilar. Serán 180 minutos libres de impuestos, sin dramas, porque nadie espera nada de ellos. Deportivamente hay de todo. El Milan ha ganado energía con Ramí, que está en esa fase de confianza que le entra cuando aterriza en un club nuevo. Puede ser importante frente a Diego Costa. En lo negativo (para el Milan), la baja de Montolivo es un factor que Simeone ha de aprovechar. El italiano es muy buen jugador, el único que hace volar al balón. Tampoco estará Robinho y veremos Kaká. Seedorf irá cortísimo de fantasía. Huele a cerrojazo contra Diego y Arda.
Abel Rojas 15 febrero, 2014
"El Milan ha ganado energía con Ramí, que está en esa fase de confianza que le entra cuando aterriza en un club nuevo. Puede ser importante frente a Diego Costa"
A mí esto me parece muy importante.
Y las bajas de Robinho y, quizás, Kaká, tienen su cara A para el Atlético pero también la B: la posibilidad de ver un Milan en el que vayan todos a una en ataque… y en defensa.