En una de mis películas favoritas, Jack Aubrey, capitán del «Surprise», una de las muchas fragatas que compusieron la batería naval de Gran Bretaña en las Guerras Napoleónicas, decide, en el reintento por dar caza al «Acheron», imponente buque francés que ya había salido victorioso en un primer encuentro, hacerse pasar por un barco ballenero. La decisión, inspirada tras escuchar al naturalista y doctor del navío, Stephen Maturin, conversar sobre la capacidad animal para disfrazarse, define toda la escritura de la película. Disfrazarse para poder sobrevivir, una frase de amplio eco en toda la cinta y que aflora el ingenio del mandamás de un barco pequeño y en apuros. Recomendar «Master and Commander» nunca está de más.
A pesar de terminar con un 57% de posesión, el Rayo Vallecano tomó una actitud, en la noche de ayer, bastante distinta a la esencia que lo define en las últimas dos temporadas. Si bien es cierto que a raíz del gol –min. 42- fueron inferiores, los de Jémez compitieron replegando. Algo que en Vallecas vendría a discutir las sagradas escrituras de su ideólogo, que siempre busca defender absorbiendo espacios; achicando hacia delante. Esperó atrás cuando no la tenía y, a partir de ahí, presionaba con tres hombre la salida levantinista, teniendo ocasiones para adelantarse. Como el capitán Aubrey, Paco plegó las velas, disfrazándose para poder sobrevivir. Un gol en contra en 270 minutos. Gol de Barral, por supuesto.
@migquintana 16 enero, 2014
Qué buena analogía Arroyo. Me ha encantado la columna.
Yo tengo dos dudas grandes respecto al cambio que está experimentando el Rayo en las últimas semanas. La primera: ¿cuánto tiene que ver Paco Jémez y cuánto los jugadores en esta pequeña revolución? Paco siempre insiste en que si un jugador no hace lo que él dice lo cambia, así que doy por hecho que él tiene mucho que ver. Pero… no sé. Creo que aquí tienen que ver mucho los jugadores. Algo parecido a lo que pasó en Vigo el año pasado con la defensa adelantada de Resino. Él la cambió, pero antes hubo una reunión en el vestuario en el que los jugadores dieron su opinión. Algo, por cierto, que me parece imprescindible y positivo.
Y la segunda es: ¿el Rayo de esta manera tiene más opciones? ¿Está capacitado para ser un ballenero más que un par de días? Aquí tampoco lo tengo nada claro. El Rayo, aún con Baena, creo que sufre retrocediendo metros y que no está preparado para defender correctamente su área, pero es cierto que para el ataque le vendría mucho mejor encontrar espacios en vez de tener que fabricarlos constantemente. Ahí Lass, Viera, Bueno, Nery… funcionan. Y dado su problema de gol, que me parece mucho más grave que los encajados aunque la opinión general sea la contrario, pues me parece un paso adelante. Si llega a volver Leo…