El gol de Wesley Sneijder. Aquella nevada en Estambul. En cierto modo ahí residían las esperanzas de supervivencia de un campeonato italiano casi finiquitado en la noche de reyes, en una exhibición de poder hegemónico de la gran Signora del país transalpino. Juventus y Roma, separados por cinco puntos, se vieron las caras en Turín, con un objetivo a ojos de algunos compartido, resituado en 90 minutos en una distancia que, opinión subjetiva, es real. La Juventus tiene una plantilla, quizás carente de máxima creatividad, pero de un nivel físico y rítmico muy superior en contexto Calcio. Ayer se exhibió.
Pirlo la tocó poquísimo, pero a la Juve le importo aún menos
Si vieron el partido observarían como ambas escuadras se tantearon durante el primer cuarto de hora. A la espera de reconocer el terreno y el ambiente, ninguna quiso medir el riesgo de un partido abierto. Conte replegó y dominó fácilAntonio Conte retrasó sus líneas hasta el milímetro posible donde Buffon pudiera ver el esférico, con Llorente y Tévez pasivos y situados antes del semicírculo del campo propio. La Roma tenía la pelota pero apenas tenía espacio para mezclar alturas en sus jugadores ni poder incorporar a sus hombres más exteriores, con lo que quedaba con seis hombres por detrás del balón. No había acción en la pantalla. En estas, los bianconeri tuvieron la primera aproximación. Tévez se coló en el área recibiendo un pase de Vidal. Y Tévez en el área inocula cualquier deseo de meter la pierna. El chileno siguió la jugada, ganó medio metro y adelantó a los locales. Y en cierto modo se terminó el partido.
A partir de ahí, la Roma, obligada por el electrónico, aumentó la agresividad con la pelota, abrió el campo para estirar a los interiores juventinos y hacer de PirloA. Vidal no tiene respuesta –la tocó muy poco pero menos le importó a Conte- la órbita más apetecible, metiendo por dentro a Pjanic, Totti, Ljajic y Gervinho. Fueron 5-10 minutos de gran velocidad en la circulación pero la sensación general es que en un repliegue tan bajo no pudo la Roma estirar la línea de 5 para dar espacio a Totti y Ljajic. Sin movimientos profundos, Chiellini podía lucir anticipación sobre Totti y anular la fase ofensiva de García. Quedaron las bandas como posibilidad para poner centros laterales, donde había clara superioridad local. En ese escenario nos fuimos al descanso.
Y nada más reanudarse, Bonucci coló el 2-0. La Roma se desdibujó por mera inercia y Pogba y Vidal comenzaron a buscar la espalda de Maicon y Torossidis –que sustituyó a Dodó-. Un movimiento clásico en un equipo que carece de extremos y que defiende con cinco efectivos. La mezcla de fuelle y explosividad de chileno y francés permite a Conte transitar con ellos a la espalda de los laterales y centrocampistas rivales. Y ahí la Juventus ha dejado marca de agua, con Llorente fijando, Tévez despegado y los aviones por fuera. Un movimiento exuberante e insistente que hace de la transición juventina algo indefendible para los rivales del campeonato casero.
La diferencia entre Roma y Juve es meridiana. Gran superioridad
Así, se bastaba con el poderío e intensidad de un infinito Vidal y un derroche colectivo y defensivo de primer orden europeo para sentenciar cualquier posibilidad de reacción. Los números no engañan. La Juve ha encarrilado una racha que ningún equipo de Serie A puede aguantar. La Roma, competitiva y serena, terminó con nueve futbolistas y una notable sensación de impotencia. Es la realidad en Italia, donde la Juventus ha instalado una verdadera hegemonía.
@DavidLeonRon 6 enero, 2014
Leía ayer que vaya la que nos espera en el Mundial entre Alexis y Vidal:p La verdad es que soy de los que piensa que Chile hoy por hoy goza de una fama excesiva, pero también es cierto que hay futbolistas que llegarán a Brasil 2014 siendo bastante más que en 2010. En Sudáfrica la gran estrella chilena… casi que era Bielsa. El jugador más caro en ese momento por fútbol digamos que costaba "15 millones" por lo mostrado hasta ese momento.
En ese sentido hoy son más.