El derbi vasco del día de Reyes fue un partido intenso, errático y de pocas ocasiones en el que ninguno de los dos equipos dio su mejor nivel. En el primer tiempo Anoeta vibró al ritmo del Athletic y la Real no supo evitarlo, pero terminó 1-0 porque Griezmann está en estado de gracia y Aduriz no precisamente. Arropados por el marcador, los locales se protegieron en el segundo acto con intención de matar a la contra y eso fue lo que hicieron. De fondo, un telón azul y blanco que cantó y convirtió un juego gris en un espectáculo precioso.
La Real salió en largo siempreArrasate sabía que el Athletic saldría a presionar a toda cancha y avisó a sus jugadores para que no corriesen ni el más mínimo riesgo subiendo con el balón desde atrás. Tuvo pinta de que a lo largo de la semana el técnico mandó el mensaje por tierra, mar y aire, a golpe de pósit, vídeo y grito, pues todas las iniciaciones de la Real fueron balones largos. Muchas encontraron las cabezas de Laporte y Gurpegui y otras, más divididas, terminaron en pies de Iturraspe, así que aquéllo que se trabajase como salida auxiliar no funcionó. Ni siquiera Xabi Prieto, experto receptor de juego directo, logró meter a la Real en 3/4 con la pelota controlada.
El Athletic Club no fue capaz de crear ocasiones regularmente.
Sin embargo, para Valverde no era oro todo lo que brillaba. En efecto, la presión bilbaína indirectamente había desactivado a los txuri-urdin, pero sin la posibilidad de robar el balón muy arriba el Athletic no sabía cómo crear una ocasión de gol. Ni siquiera ayudó que Prieto y Pardo dejasen a Bergara demasiado desprotegido; la forma física de Aduriz compensaba con creces esa debilidad. Muniain y Herrera aguantaban el tipo, pero sin un killer entero que materialice su fútbol, éste se diluye. Aritz llegaba más tarde que Ansotegui e Iñigo a todas las batallas.
El ímpetu rojiblanco fue decayendo a medida que Vela fue entrando en juego. No es que el mexicano ofreciese un curso de manejo de derbis, en realidad tendió a abusar de su conducción y perdió opciones de hacer auténtico daño, si bien mientras conducía nadie podía quitársela y eso rompía en cierto modo el ritmo del Athletic. Rico y sus amigos querían idas y venidas rápidas y con Carlos solo había idas lentas. No obstante, el golazo de Griezmann no fue producto de este argumento, sino algo más aislado. Y tras dicho tanto, el escenario se radicalizó.
R. Pardo, pese al gol y más detalles, fue superado por el partido.
Elustondo fue muy útil al finalComo decíamos, en el segundo tiempo la Real fue más voluntariamente conservadora; bajó líneas y tiró contras. Al principio sufrió un poco porque los laterales del Athletic llegaban demasiado libres, lo cual se transformó en un saco de centros hacia Aduriz sin mayor trascendencia (ni menor). Para controlarlos, Arrasate cambió a Agirretxe por Elustondo y el 4-1-4-1 mutó a 4-2-3-1 con Prieto, Pardo y Griezmann (Chori) en la línea de tres. Los extremos mejoraron su compromiso, el doble pivote ofreció más coberturas que Markel solo y Valverde se sintió impotente.
La firma definitiva la puso Rubén Pardo con su 2-0. Define mientras se define, apuntábamos. El de anoche en particular no fue uno de esos encuentros que hagan creer en un futuro Pardo estelar; el chico se vio sobrepasado por la velocidad del juego y apenas si dejó tres o cuatro toques de calidad. Fueron exquisitos, eso sí, y ayudaron a que la lucha por la 4º plaza del campeonato haya quedado más comprimida y guay si cabe. Se escribirán grandes historias sobre ésta. Y habrá muchos giros de guion. Los txuri-urdin no se la quieren perder.
@SharkGutierrez 6 enero, 2014
Queda claro que Arrasate trabajó diferentes salidas en largo. Pero…¿estáis seguros de que no esperaba ese primer rechace tras envío en largo de sus máximos ejecutadores (Bravo e Iñigo)? Incidía sobre esto, porque es otra forma conocida de sobrepasar líneas y subir éstas para pillar a ese equipo bilbaíno a las espaldas de los medioscentros. Esa ida y vuelta de Mikel Rico, dejó vendido en multitud de ocasiones a Iturraspe, mientras que Prieto y Pardo, siempre recibían ese rechace y siempre con 3 para encarar.
A mi me chirrió mucho que el Athletic no intentase ser más fluido en la zona de 3/4, especialmente en el sector derecho entre su lateral y central de esa zona. Carlos Martínez cerraba mucho por dentro y en un cambio de orientación, recepción para (bien Muniaín o bien Susaeta) no tocase más rápido para desarbolar esa zona. La Real, enseguida basculaba con la ayuda del extremo derecho y de cualquiera de sus medioscentros (casi siempre Prieto o Bergara). Me pareció muy raro que Valverde no explotara ese sector, cuando la Real le mostraba el camino. También es verdad, que el Athletic se empeñaba por fuera y buscaba centro sin ningún destinatario. No obstante, juntar 2-3 jugadores en ese sector, podría haber hecho algo más de daño. Supongo que, como toda basculación cuando se hace, sí se es preciso se desarbola.
Con balón, ante un equipo ordenado, me cuesta ver al Athletic hacer daño. De hecho, me parece hasta lógico el resultado, porque la Real dominó sin tener el balón y a sabiendas, que cuando pegara el arreón, sabría que hariá daño. Por cierto, Griezmann está para el Mundial.