Cuando Cruyff fue a pescar al País Vasco no buscaba a los futbolistas más refinados del mundo. Johan, siempre vidente, sabía perfectamente que todo gran equipo se compone de un vestuario fuerte. De ahí que viajara al norte, tierra de hombretones, a la caza de un grupo humano de marcada personalidad. A su proyecto, que ya contaba con Alexanko o Zubizarreta, incorporó ese verano a Salinas, Begiristain… y José Mari Bakero. Un centrocampista navarro con la garra de la vieja escuela y un fútbol muy, muy específico.
El futbolista del norte, casi siempre un jugador de personalidad
Aunque a veces se liaban, en el Dream Team de Cruyff todo el mundo conocía su tarea. El juego de posición es eso. En el caso de Bakero, su función consistía en moverse entre líneas, por delante de la pelota, para ofrecer al compañeroBakero, apoyo y gol. Mucho gol un apoyo de espaldas. Johan repetía a Guardiola y Koeman que nada más recibir “miraran al alejado”. Uno de ellos solía ser Bakero. El mecanismo era el siguiente: Pep o Ronald filtraban una bola complicadísima entre varios rivales. José Mari la dejaba de cara, pongamos a Amor, que mandaba a los extremos, Stoichkov o Txiki y estos decidían. Podían correr al espacio y chutar o buscar el centro al punto de penalti. Ahí aparecía Bakero. Siempre. Así hizo más de 75 goles como azulgrana. Eran los días en los que Louis Van Gaal construía en Amsterdam su Ajax campeón de Europa. Aquel 3-4-3 que tenía por mediapunta a Jari Litmanen, un finlandés que dominó el continente con un modus operandi muy del estilo de Bakero.
Bakero nunca tenía la pelota mucho tiempo. Un toque y al área
El tiempo ha pasado y el norte, como el resto del país, ha cambiado. El punto de partida quizás lo marcó un chico de Tolosa llamado Xabi Alonso, hijo de Periko, uno de los gregarios de Maradona en Barcelona.X.Alonso motivó al bravío norte Xabi decidió que no quería ser como su padre, que a él lo que le molaba era pasarla. En largo si podía ser. Su figura causó impacto en los barrios del norte. Nació un modelo a imitar: el centrocampista técnico. Junto al menor de los Alonso llegó Arteta, de explosión mundial más tardía pero que ha logrado el reconocimiento que se le negó al inicio de su carrera. Y antes que ellos, Pablo Orbaiz, triturado por las lesiones pero de pie aseado. El caso aislado pasó a ser tendencia y hoy el medio norteño huele más que nunca a balón: Ander Herrera, Illarramendi, Beñat, Iturraspe, el joven Rubén Pardo…
Ander, Beñat, Pardo, Illarramendi… hay mucha clase en el norte
¿Quiere decir esto que de Zubieta, Lezama o Tajonar ya no salen Bakeros? El gusto por la posesión y el toque caló en cada rincón de nuestra geografía, pero todavía quedan especialistas. En San Mamés, Mikel Rico se impone a Beñat a base de menos balón y más movimiento, al igual que el inteligente Zurutuza. Como José Mari, ambos van arriba y no renuncian al área. Pero no son Bakero, ese ¿mediapunta? que jamás retuvo una pelota, que solo anhelaba llegar a gol. Así fue hasta su último partido, cuando el Camp Nou se vistió de gala para decir adiós al hombre de los mil y un cabezazos.
@Quisibo 26 diciembre, 2013
Que grande era Bakero!!!!! Junto a Stoichkov, Koeman y Pep mis favoritos del Dream Team, fue el primer futbolista que me enamoro con su corazón antes que con su técnica. Gracias David….