La misión de todo entrenador es sacar el máximo de su plantilla con el fin de ganar. Este es el objetivo supremo, la meta perseguida cuando arrancan las temporadas en agosto. Esa búsqueda, no importa quién seas o a quién entrenes, requiere tiempo. “Ensayo y error”. Equivocarse para encontrar el camino. Por eso destituir a un técnico casi nunca es la solución, pues supone reiniciar el proceso. Emery y Alcaraz son la prueba; lograron evadir el despido y hoy, por fin, tienen un plan. Ayer disfrutamos de un magnífico partido entre dos equipos que ya saben a lo que juegan.
Granada y Sevilla parecen haber aterrizado por fin en La Liga
Por haberse llevado los tres puntos, desgranaremos primero al nuevo Sevilla. Desde su victoria en Cornellá, los hispalenses acumulan tres victorias consecutivas en Liga. Parece como si la pifia de Beto ante el Celta hubiese despertado a Unai de su sueño. Desde entonces el Sevilla ya no arriesga atrás. Su salida es siempre U.Emery ya tiene su nuevo planmuy directa, sin sonrojo por el pelotazo. Los laterales, antes adelantadísimos, ahora fijan su posición mucho más abajo y la pareja de mediocentros, Iborra y Mbia, directamente pasan de intentar crear. Incluso se puede decir que ni participan. El destino del envío en largo suele ser Bacca (que atraviesa un momento físico y de juego fabuloso) y el auténtico hombre contextual es Rakitic. El croata ya está para decidir. Baja si ve que sus compañeros lo necesitan pero su función es recogerla del punta, conducir y desequilibrar. A la derecha ahora comparece Reyes, que hace las veces de lanzador con ligero toque de enlace entre líneas, siempre en la medida de lo que le permite su salud. La izquierda es, por ahora, el único puesto indefinido. El Sevilla protege a sus piezas ofensivas con un doble pivote que jamás va al ataque. La seguridad defensiva aumenta pero… no todo es de color rosa. La reiteración de balones aéreos divide a un conjunto ya de por sí montado para partirse. Y eso, ante este neoGranada, es muy peligroso.
El Sevilla ha pasado a entender el juego de manera fraccionada
Porque sí, este es otro Granada. Un Granada distinto, basado en el pase. Hasta 470 dio ayer, una cifra de esfera Real Madrid o Barcelona. El centrocampista extra, ganado tras pasar al 4-3-3, ha dotado a los andaluces de un mayor control con la bola, amén de darles una versatilidad muy interesante. Los interiores (Yebda y Recio frente El Granada, un equipo de toque y con Brahimial Sevilla) permiten a los extremos hacer su fútbol: Yebda se abrió mucho para dejar a Piti meterse al medio mientras que Recio estuvo siempre detrás de Brahimi, llevando el cuero a la banda y dando trabajo a Iborra. El pivote sevillista no podía echar una mano a Figueiras y ahí se montó el lío. Brahimi encaró a su par mil veces y, pese a no ser su zona de regate favorita, tuvo una noche gloriosa en el desborde. El argelino condicionó el encuentro a lo bestia, metiendo al Sevilla en el área cada vez que la pillaba. Cada equipo aplicaba con éxito su hoja de ruta pero el Granada era más por Brahimi. En ese sentido, el poco trabajo defensivo de Reyes tuvo que ver (Emery le sustituyó por Coke en un cambio acertadísimo), pero también cuenta el hecho comentado anteriormente: la estrategia sevillana se concibe demasiado fragmentada y para los extremos (delanteros) es complicado estar a las dos cosas. Más tarde entraría Alberto Moreno por Jairo, con idéntico objetivo táctico que Coke.
El nuevo Granada pretende avanzar juntito a través del pase
De tanto empujar, el Granada consiguió un merecido empate que ponía vibrante el choque. A partir de aquí pudo ganar cualquiera. Los de casa, porque hoy por hoy tienen más afinado su nuevo estilo y lo ejecutan mejor. Y el Sevilla, porque goza de una mayor calidad ofensiva, amén de la valentía mostrada por Unai. A diez minutos del final, el técnico vio espacios a la espalda de la zaga granadina y se la jugó metiendo a Gameiro por Iborra. Parece enchufado al proyecto Emery. Seguramente el fútbol de su equipo no es el que más se ajusta a su paladar pero, como entrenador, su obligación es alcanzar la más alta competitividad. Y en ello está.
Wildeano 2 diciembre, 2013
Muy interesante articulo. Desde luego el Sevilla asi es mucho mas competitivo, si bien aun tiene bastante que mejorar, sobretodo a la hora de dominar los partidos. Jugar con Mbia e Iborra como medios tan, tan posicionales le da un plus atrás, pero es que limita mucho el control de los partidos. Ayer el Granada generó muchas mas jugadas de peligro, pero lógicamente tiene mucho menos fuego que el Sevilla, que con Bacca y Gameiro marca diferencias. La entrada de Coke en banda derecha fue un plus, gran acierto de Emery en el cambio. Por cierto, Diogo me gusto bastante.
Brahimi en cuanto a calidad técnica y regate es una maravilla… le falta ser mas inteligente en la toma de decisiones, y menos chupon, básicamente
pd: el Sevilla no merecio ganar, pero para eso esta la pegada (y los millones de difernecia entre uno y otro).