Ancelotti tardó 9 partidos en encontrar su primer sistema más o menos equilibrado. Fue contra el Copenhague en la segunda jornada de la Champions. Desde entonces, pese a que en el Ciutat y en el Camp Nou tuviera que tocar detalles por los problemas físicos de Xabi Alonso e Illarramendi, el 4-3-3 ha sido su esquema, y a partir del mismo ha propuesto unos movimientos que, sobre todo, se notaron para bien en ataque. Los de Khedira, el interior derecho, eran importantes, y en el plantel blanco nadie puede imitarlos. Es decir, el Real está forzado a cambiar parte de sus automatismos. No obstante, decir que la lesión de Sami le obliga a empezar de 0 sería exagerar. El equipo ya asimiló varios de los principios de su nuevo míster. Conoce su caja de herramientas, su cultura táctica. Y eso es una gran ventaja.
Los movimientos de Khedira en ataque generan fluidez colectiva.
Khedira creaba espacio a BaleLa calidad táctica es el gran valor de Khedira, tanto en defensa como en ataque. En el caso particular del 4-3-3 de Ancelotti, el sistema le sacaba más partido ofensivo que defensivo. Una marca del Madrid es la cantidad de jugadores resolutivos que suma. En cualquier momento, Marcelo, Isco, Modric, Di María, Bale, Cristiano o Benzema -o Jesé- pueden decantar un encuentro con una jugada estrictamente individual. Para darles la opción de conseguirlo, el equipo debe crearles un espacio ante un rival que por norma no los regala. No son anuncios gratis. Y justo ahí reside uno de los grandes pros del 4-3-3 que había diseñado Carlo: Ronaldo y Bale, a menudo, parecían estar solos. Khedira tenía parte de la culpa.
Por resumir, el alemán le quitaba a Bale (o a Di María) un adversario. Medía cuándo y hacia dónde subir para limpiarle a Bale el camino. Bien irrumpía en el área para llevarse al pivote y que éste no pudiera ayudar a su lateral, bien buscaba línea de fondo para sacar al central de sitio –lo que hizo con Piqué en el Camp Nou- o bien doblaba por banda para dividir al lateral y que a Bale se le abriese la puerta hacia la frontal. Con estos desmarques -que por cierto son la base de la selección alemana desde 2010-, Khedira creaba fluidez. «Espacio = Verticalidad Precisa». Había un lado negativo: Sami perdió mucha influencia como defensor. Atrás no estaba nunca. Y no puede decirse que el Madrid no lo notase.
Para los grandes partidos, la alternativa más sólida es Illarra.
Yendo a lo bruto, a lo más superficial aunque no por ello trivial, Khedira era interpretado como la solidez del triángulo de centrocampistas. Xabi Alonso es el orden, Modric es la magia y Khedira era la solidez. Visto así, su alternativa más clara es Illarramendi; el suplente más vinculado a la defensa y, en general, a la parte mecánica que tiene este juego. Pero Ancelotti ha dicho por activa y por pasiva que Asier no es interior derecho, que en este proyecto recién iniciado es la alternativa a Alonso y que juntos solo serían compatibles en un doble pivote que nunca va a priorizar porque el dibujo perfecto para Cristiano y Bale es el 4-3-3. ¿Por qué Illarra no puede ser interior si en la Real solía jugar como tal?
¿Cómo crear el espacio a Bale?Ancelotti lleva desde el primer día insistiendo en un Khedira profundo. Cree mucho en ese movimiento. Es más, si recopilamos los interiores que han llenado su carrera como técnico están Seedorf, Gattuso, Essien, Lampard, Ballack, Matuidi y Chantome, todos con más ida y vuelta que quietud. Y eso Illarra no se lo ofrece en esa posición. En la práctica y valorando este Real Madrid 13/14, lo que tendría que compensar sería el factor Gareth Bale, el cómo crearle espacio de otra forma diferente. Desde aquí podríamos lanzar varias ideas al aire, pero proponerlas sería osado y restaría rigurosidad al texto. Vamos a quedarnos con que surgiría ese problema y con que con Arbeloa -que es puro Khedira en calidad táctica ofensiva-, Carvajal y Benzema deberían atajarlo.
¿Lado positivo? Con Illarramendi de interior derecho, el Madrid daría un salto automático en defensa. Al no ser tan profundo en ataque, Asier siempre estaría por detrás de la pérdida de balón de su equipo, entre la pelota y la portería blanca, y ahí es élite tanto presionando como compensando. Con ese efectivo de más, Ancelotti podría hacer lo que quisiese. Inclusive abrir mucho más a Xabi Alonso hacia la izquierda para proteger la espalda de Marcelo. De igual modo, el Real ganaría poso y seguridad en su posesión. El joven vasco es, de toda la plantilla merengue, quien tiene más capacidad para aumentar el porcentaje de posesión de su equipo. Es decir, con Illarra no solo defendería mejor, sino que también defendería menos. En el fútbol, cuando se trata de intercambiar jugadores diferentes pero de nivel parecido, siempre hay una cara A y una B sobre el papel. Sobre el césped se ha demostrado que con los recursos que ofrecía Khedira el Madrid empezaba a pintar bien. Lo alternativo ya se verá. Pero, en la teoría, no es menos válido.
Modric podría ser la principal víctima de la lesión de Khedira.
Si el entrenador no terminase de encontrarle el punto a lo anterior, la víctima principal sería Luka Modric, debido a que su posición ideal, la de interior izquierdo en un 4-3-3, se vería comprometida pasase lo que pasase. Si se forma un doble pivote puro con Alonso e Illarra, el puesto desaparece, y si entran en el once Isco o Di María, uno de ellos lo ocuparía y Luka pasaría a la derecha, donde se siente menos cómodo.
Tanto el rosarino como el malagueño mantendrían las diagonales de Khedira, con menos puntualidad pero con más habilidad, si bien, amén del crucial caso Modric, ambos tendrían desventajas serias. Di María se sale en Argentina como interior izquierdo, pero la Selección es un equipo de puro contraataque -algo que los rivales jamás le permitirán ser al Madrid-, y mucho tendría Ancelotti que trabajar su mente para que no cayera en una verticalidad excesiva con balón y terminase descosiendo todo por perderla demasiado. Es evidente que Ángel con un punto de pausa resultaría determinante, pero su prisa forma parte de su sistema nervioso. En cuanto a Isco, parece que todavía no es su momento. En un mundo idílico en el que el Madrid fuese una máquina de atacar y controlar y Pepe, Ramos y Varane tiranizasen con su superioridad física, nada sería más potente que un triángulo con Xabi Alonso, Modric e Isco, pero el Real Madrid está muy lejos de ser algo tan perfecto. Visto lo visto hasta hoy, apostar por construir en torno a ese centro del campo podría ser un pecado de optimismo. Aunque se verá en noches de menor exigencia defensiva, para gozo del futbolero.
Ronaldo y Bale deberán darle a su técnico margen de maniobra.
En definitiva, el proyecto de Ancelotti ha sufrido un revés importante. Perder un futbolista de la experiencia y el nivel de Khedira siempre es una mala noticia. Pero tampoco hay que dramatizar. Si Carlo está fino, el Madrid habrá sufrido una desaceleración, no un parón. Dispone de soluciones técnicas y tácticas para compensar lo que pierde ganando otras cosas nuevas. Lo peor es que vuelve a necesitar tiempo y el líder le saca 6 puntos. Aunque con Bale y Cristiano, en Liga, penas así son menos penas. Sus goles deberían otorgarle margen para reaccionar.
hiigara 18 noviembre, 2013
Veo que a Casemiro ni lo contemplas ¿por las propias características del jugador o por la improbabilidad de que lo use Ancelotti?
Es curioso como casi todos vemos a Illarra como la mejor opción para el puesto, pero las palabras de Ancelotti nos hacen buscar alternativas. De todos modos no descarto que eso de no contemplarle en otro puesto que no fuera mediocentro fuera más una maniobra periodística que su pensamiento real. La prensa y aficionados quieren que Isco e Illarra jueguen y triunfen en el equipo, ya que son jóvenes, bonitos y españoles, y obiamente la pieza que les estorba es Kedhira, que no es ninguna de esas cosas. Para proteger al jugador y a si mismo elimina la comparación directa remarcando que Illarra en mediocentro, y por lo tanto compite con Xabi, mientras que el que le disputa el puesto a Kedhira es Casemiro, que no va a ser reclamado como los otros. Ya sabemos que las ruedas de prensa son parte del trabajo de un entrenador y no tienen por qué decir la verdad.
En cuanto al Isco-Xabi-Modric, ahora viene un calendario propicio para probarlo, con partidos fáciles en liga y los intrascendentes en Europa. Si ya sacó un Isco-Modric contra el Granada…