Jugar ante el tercer clasificado cuando el segundo ya lo ha hecho y ha salido perdedor te puede importar poco si eres el Norwich o el Cardiff. Pero a las 17.30h de la tarde británica de ayer, podemos decir que el Arsenal de Wenger jugó, en mucho tiempo, el primer partido con la exigencia competitiva de un líder. No se podía escurrir el bulto, y más tras la derrota en la Capital One Cup. La madurez del grupo va a empezar a verse en fechas venideras. Y la primera fue ayer, donde el Emirates observó como su equipo estaba compitiendo en pos de poner un buen par de banderillas a sus dos inmediatos perseguidores.
Uno mira los primeros 45 minutos y no hay un asedio constante a Mignolet como se puede esperar de una sensación certera y general de dominio gunner. Lo que sucede es que Wenger ha vuelto a conseguir que su equipo transmita. Es tan potente su propuesta a nivel estético que puede llevar a engaño. De hecho, Aaron Ramsey volvió a descolgarse sin remordimiento alguno. Se liaba la manta a la cabeza -o se subía a la nube, según se mire- y acudía a la mediapunta a hacerse más en número y así transmitir que eran más en todo que el Liverpool. La verdad es que eran más en todo, aunque les faltó algo de profundidad real y neta para abrir mayor brecha.
Cazorla, Ramsey, Özil y Rosicki eran demasiado para Rodgers
El Liverpool salió con su 3-5-2, con Cisshoko y Sakho en el costado zurdo de la defensa. Aquí y en una medular en clara desventaja, se gestó la superioridad local. Wenger ‘ganó’ a reds… y bluesDestaca un concepto por encima de todos: si hay algo en Cazorla, Ramsey, Özil, Rosicky y el actual momento de Giroud, es la velocidad de reacción. Son capaces de girar, asociarse y cambiar el sentido de los ataques con una velocidad sobresaliente. Si Santi y Mesut van creando triángulos en banda, liberan la jugada a una zona más despejada pero optan por volver a cargar el mismo lado, están creando una serie de movimientos ofensivos con la pelota que necesita una respuesta en las piernas de gran agilidad.
No hace falta verse muchos partidos para saber que Henderson, Gerrard y Lucas son de reacción lenta; su mecánica no alcanza a contestar tantas preguntas. Y Cisshoko y Sakho menos áun, pues sus cinturas están hechas para el choque y el esfuerzo de una sola dirección; una finta o una pared los dejaba sin posibilidad de robo. Como el más ágil, Skrtel, quedaba en zona central para seguir los apoyos de Giroud, la propuesta de los finos y estetas wengerianos resultaba vencedora. Y vistosísima. Superioridad técnica y física.
El contragolpe red no tuvo iniciador. Todo eran conducciones
Era tal la sobrecarga, con Cazorla acudiendo a banda derecha, que el Liverpool podía transitar por la orilla de Gibbs. El caso es que fueron transiciones puramente individuales.Gran partido de Santi Cazorla Cuando se comenta que tal equipo opta por jugar a la contra, ni más ni menos está eligiendo jugar a lo contrario que su rival, pero si tu oponente se vuelca numéricamente sobre tu campo para dar pases y desorganizar tus líneas, no se debe uno acoger al pie de la letra de lo que significa lo contrario. Para contraatacar hay que pasársela también. Que Luis Suárez y Daniel Sturridge son dos jugadores de enorme garantías individuales no lo vamos a negar; su autonomía con la pelota es la que les ha hecho aterrizar en Anfield por muchísimo dinero. Pero el plan de Rodgers no tenía conexiones.
Como Cazorla se venía a la izquierda a tocar y Ramsey, el pivote zurdo, también abandonaba su posición, la única salida era Flanagan, carrilero diestro, acompañando a uruguayo e inglés. Faltaba pausa y orden en el contragolpe, para que Arteta tuviera que darse la vuelta y que los centrales no tuvieran que achicar conducciones individuales –buen partido de Koscielny y Mertesacker-. Tras la reanudación, Brendan cambió a defensa de cuatro, con Coutinho relegando a Cisshoko. Tampoco fue la panacea, pues Ramsey coló un golazo y Touré seguía dando muestras de su olvidable partido. Dominio claro del líder de la Premier. El miércoles nueva oportunidad para verles en acción. Champions. Signal Iduna Park.
Juan 3 noviembre, 2013
Creo que la falta de un pie derecho de Özil le está frenando 10-15%. Podría ser lo que le está impidiendo el nivel de Ribery, Iniesta … Pensamientos?