La repesca no es el Mundial pero ya se juega como tal. El futbolista salta al campo pensando que tras ese partido no hay otro, que si fallas se te fue uno de los momentos de tu vida. Los ambientes también son distintos. El público local olvida todo lo previo y jalea con orgullo. Son climas extremos, muy difíciles de digerir para quien no tenga las cosas claras o vaya cortito de calidad. Como a Portugal le ocurre lo primero y a Suecia bastante de lo segundo, el choque nos salió malo a rabiar. Solo podía resolverlo uno y así fue.
Fue un partido con toda la tensión de una repesca mundialista
Los de Paulo Bento salieron a morder. El cuadro luso tiene mimbres para buscar la intensidad extra en su juego y dado el escenario, es lo que tocaba. Suecia esperaba replegadita con su 4-4-2 de presión baja, lo que a Portugal le facilitaba cruzar el centro del campo. Rápidamente se vio que Kacaniklic –volante izquierdo– no atendía demasiado a las subidas de Pereira así que el lateral del Valencia comenzó a centrar. Una, dos, tres… hasta cinco veces en un suspiro. Envíos malos pero que acababan jugada y servían para poner la bola en el área. Fue el ratito más destacado de Postiga, que bajó que otro algún melón en la frontal. Poca cosa, la verdad. Helder es menos que sus compañeros.
Las intenciones portuguesas de robar pronto la pelota darían algún que otro susto a sus aficionados. Entre la habilidad de Elm para no perderla y los detallitos de Ibrahimovic –los únicos de la noche–, Suecia pudo llegar un par de veces hasta a Rui Patricio. Los visitantes resistían gracias a su tremendo acierto en la defensa del punto de penalty. Atentos a los escalofriantes datos: después de poner ¡¡63 centros!!, Portugal solo remató entre palos en 3 ocasiones durante los 90 minutos. Las cifras son elogiosas con la zaga sueca pero obligan a una reflexión en el lado ibérico.
Portugal parecía no tener más idea que el centro al área
El problema de Portugal es que no descubre un plan a la hora de elaborar. Tiene a Moutinho, Nani y Ronaldo pero no existen conexiones fijas. Cristiano, en gran estado de forma, pasó toda la primera mitad en tierra de nadie, ejerciendo más segundo delantero rematador. A la izquierda no le llegaba nada en claro así que tuvo que adaptarse al partido y amenazar a base de cabezazos y rupturas.
En la segunda parte, eso sí, nuestros vecinos mejoraron. No mucho pero sí lo suficiente para que la victoria final fuera justa. El movimiento clave fue acercar a MoutinhoMoutinho y Nani, la mejoría lusa (que ya sabemos que cayendo a banda es genial) y Nani. El del United es uno de esos bichos raros que jamás se alteran en el pánico. Su pausa, unida a la Moutinho y a las carreras de Pereira dieron a Portugal la mayor claridad con balón de toda la noche. Entre los tres realizaron 38 de los 63 centros y permitieron a Coentrao aparecer por sorpresa en el lado contrario.
Portugal atacó con algo más de claridad tras la reanudación
En este periodo fue cuando más decepcionó Zlatan. “Otra vez”, dirán algunos. Sería muy injusto cargar contra el crack nórdico, pues Suecia apenas pudo contragolpear tras el descanso. Dicho esto, sí nos dejó muy fríos la gestión que hizo Ibra del miedo portugués. Pese a jugar con otro atacante, apenas bajó a recibir. Tampoco ganó pelotas largas. No se dejó sentir, aunque fuera para decirle a los de casa que cuidadín con seguir atacando, que allí estaba él. Así es Ibrahimovic.
Sin mayor hoja de ruta que la contada, Portugal siguió centrando y centrando, perdiendo la fe paulatinamente. Todos menos el de siempre. No fue su mejor tarde. Quizás no jugo ni bien, pero eso, a 16 de noviembre de 2013, carece de importancia. Solo Cristiano Ronaldo puede legitimar un fútbol como el practicado ayer por su equipo. “Sigamos tirándola a la olla, que alguna rematará este”. Su habilidad para ganarle la espalda al lateral ya le dio una Champions o una semifinal de Eurocopa. Ayer significó medio boleto para Brasil, la cita de citas. Al bicho ya no le paran ni sus actuaciones más opacas.
Farrah 16 noviembre, 2013
Cristiano es tan grande que te define un partido hasta jugando mal… Veamos si en Suecia, con espacios para correr, destaca más. No lo dudo.