Tito Vilanova, el entrenador de las 18 victorias y un empate en la primera vuelta de la Liga 2012/13, fue uno antes de su primer Clásico y otro después. Empezó el curso sin el favoritismo en el bolsillo; en parte por el gran curso que venía de firmar su archi-rival y en parte por perder a su líder. Así, infirió que el objetivo hasta el Barça-Madrid de la jornada 7 era sobrevivir, sacar puntos como fuera. Bajó a Xavi casi a la línea de Busquets y abrió a sus alas hasta las líneas sin la opción de abandonarlas, todo con la intención de que Messi tuviera el máximo espacio posible y ganase los partidos casi solo. Los hechos y quizás una pizca de suerte le hicieron salir de la fecha señalada a 8 puntos de su amenaza principal, y tras aquel 2-2 de Messi y Ronaldo reconstruyó a su equipo tácticamente en busca de un fútbol más rico.
El Barça del Tata hasta su Clásico ha sido bastante autoritario.
Y ahora, ¿hacia dónde se irá?El Tata Martino sufrió en alguna de las primeras jornadas, pero no tardó en tomar una superioridad manifiesta sobre sus rivales que le llevó a merecer todos los puntos que sumó. No obstante, y no viene una crítica sino un matiz relevante, no se ha visto hasta hoy un trabajo en línea fija, no podemos delimitar qué es su Barça o hacia dónde se dirige, porque no siempre hemos visto lo mismo. Hemos visto Barças de ataque vertical y otros más horizontales, Barças de salida en corto o salida en largo, Barças posesivos o de transiciones y hasta Barças de Neymar JR y Barças de Leo Messi. En cierto modo tal versatilidad ha sido una virtud: el Tata ha ido ajustando piezas según el reto que le proponían para adaptarse al mismo y facilitarle el envite a los suyos, y con bastante atino, puesto que incluso en Pamplona, donde pinchó, superó en lo táctico a su rival.
El punto con más margen de mejora es la peligrosidad en ataque.
Cabe preguntase si la tónica elegida se mantendrá a lo largo de toda la temporada, si sólo ante sus mejores rivales o si se desechará una vez cumplido el primer objetivo: alejar al Real en la tabla tras el choque en el Camp Nou. Sea como sea, hay que reconocer que el conjunto se ha mostrado superior a los modestos -algo que no sucedió en los inicios de Tito– pero no tan autoritario como necesita para sentirse seguro, e incluso asumiendo, que ya es mucho asumir, que Martino no crea en un Barça único e inmutable para esta temporada, hay un rasgo que sí puede potenciar también desde la versatilidad: tiene armamento para que sus ataques posicionales sean más peligrosos de lo que han sido.
La clave es que Messi y Neymar rindan al mismo tiempo. Hasta hoy, el mejor Messi ha recluido al brasileño en la banda izquierda sin margen de movimiento y el mejor Neymar ha aparecido con las ausencias del argentino, bien físicas (lesiones), bien figuradas (ej: el Clásico, donde apenas tuvo peso). Cabe intuir que la mejor versión de ambos se da cuando el centro les pertenece; cuando, partan desde donde partan, cortan el bacalao en la zona noble de la cancha, y que eso dificulta que veamos el 100% de ambos al unísono; pero sí podemos ver el 85: sus perfiles favoritos no coinciden y, sobre todo, su mágica calidad en la asociación y dominio del espacio reducido les permite juntarse en el campo sin que juntar demasiados rivales a su alrededor les anule. O lo que es igual: aquí el Barça tiene un margen de crecimiento importante.
El rosarino, a veces, teme perder cierta estabilidad defensiva.
Con peligro se presiona mejorLa principal traba que encontrará el Tata Martino por el camino será compatibilizar la libertad de ambos sin perder la jugada que hace a este equipo sostenible en defensa: juntar al rival por dentro con cadenas de pases largas, abrir a uno de los extremos cuando se quede solo, obligar al contrario a girarse hacia el mismo y correr hacia él y dar el pase atrás a Xavi, Iniesta o Messi, que esperan de cara ante un oponente agitado. Esta situación, unida al despliegue de gente como Pedro, Alexis, Alves y por supuesto Busquets, desempolva la versión defensiva más sólida del colectivo. Cuando todos esos movimientos se ejecutan con fluidez y velocidad, suele decirse que «El Barça ha recuperado la presión». Sin los mismos, la ausencia de físico imposibilita este sistema adelantado y mordiente que, por otro lado, se insiste, es el que mayor seguridad puede proporcionar a esta plantilla al menos para su día a día. O sea, que si el Tata no se quita la camisa y se tira a la piscina ya con Messi y Neymar libres al mismo tiempo es por algo: teme perder estabilidad.
Alba no empezó bien, pero su concurso puede aportar soluciones.
Lo que ocurre es que, si el Barça optimiza a sus dos genios simultáneamente, podría sacar también beneficio defensivo. Sufrir ocasiones con más frecuencia restaría valor a su adversario, y muy posiblemente también colocación, por lo que la calidad de su primer pase bajaría y sería más fácil de defender para Busquets y su escuadrón. Es decir, es más sencillo defender un pase de un central que roba en su área mirando a su portero que el de un pivote que se anticipa mirando hacia Valdés, porque el primero, como mínimo, tiene que perder un tiempo precioso en girar sobre sí y levantar la cabeza, amén de ocupar una zona más comprometida para atreverse a salir con precisión. No es más que un ejemplo; la ventaja creada no tendría por qué ser esa exactamente. El caso es crear una que desordene y dé tiempo para llegar a la presión.
¿Cómo desencadenar el efecto de antes -ya no siempre reproducido- tomándose una licencia tan nueva como dar libertad a dos cracks a la vez -algo que jamás se ha hecho tras la llegada de Cruyff al banquillo del Camp Nou-? Es algo osado contestar, aunque sin más ánimo que debatir, entre todos podemos crear una buena nube de ideas en los comentarios de este texto. Quizás la capacidad de Iniesta o Cesc para caer a bandas, a lo Schweinsteiger pero con más finura, sea un buen punto de arranque.
KAISERJOZE 29 octubre, 2013
Yo dentro del 4-3-3 no lo veo y es por esto que me da que este año no lo veremos. El próximo que sí puede ser el inicio de un proyecto nuevo a lo mejor sí pero este año me parece que a Neymar se le va a pedir que sea como mucho el Henry del primer año de Guardiola, o sea un peligro que hace a la defensa estar atentisima a ti pero no un discurso en si mismo.
Partiendo de esto si que entiendo que se puede llegar a lograr explotar a los dos pero eso en un cambio de modelo que sera arriesgado conociendo el entorno cule. Para mí la única posibilidad es que los dos jueguen solos en punta pasando por decirlo de alguna manera a un 4-2-2-2 Pellegriniano, en él los dos interiores podían ser Iniesta y Cesc cayendo a bandas con dos medio centros Busquets y un Mascherano o Vidal o Javi Martinez o cualquiera de ese perfil y con los dos laterales que subiesen como carrileros. En ese libreto Messi y Neymar podrían tener libertad para jugar, posiblemente por físico y edad, Neymar más movil cayendo a bandas y Messi más 9 pero tambien con libertad.
No sé, jugando asi lo veo factible pero habría que rezar para que todo saliese redondo desde el principio porque el renunciar al 4-3-3 es jugarte la vida a poco que algo falle en este momento de nuestra historia de club.