El fútbol es un juego raro. Un deporte sin tiempos muertos ni pausas publicitarias en el que a veces (muchas) el resultado es de cero a cero y todo se resuelve con “un punto para cada uno”. No hay disciplina que ponga más trabas al espectáculo que el fútbol. Y, pese a ello, nos encanta. Nos apasiona aunque dos equipos jueguen hora y media sin meter un gol. Algo así pasó con Elche y Real Madrid, que aunque marcaron tres goles, dejaron un partido de pocos remates a puerta. No hicieron falta para ver un duelo de gran riqueza táctica y que debe ser relevante en el futuro de ambos conjuntos.
El Elche salió al campo con una novedad táctica en su alineación. Escribá sacrificó un delantero para dar entrada a Javi Márquez, del que aún no tenemos claro de qué jugó exactamente. Cuando no tenían la pelota, los locales metían al ex de Espanyol y Mallorca en la línea de los cuatro mediocampistas. Sin embargo, el catalán no esperaba sino que salía a presionar, tanto que a veces nos pareció ver en él un segundo punta. Fue un resumen del bravo planteamiento de los ilicitanos, que quisieron protegerse sin regalar agresividad a cambio.
Fran Escribá adaptó a su equipo a la enorme calidad del rival
El Real Madrid, por su parte, salió con el que, a la espera de Bale y Marcelo, parece ser su once titular a día de hoy. El 4-3-3 de hace unas semanas ha ido mutando a un 4-4-2 en el que Isco y Di María ejercen de «extremos liberados».Ir de una banda a otra, el gusto del Real Madrid Es interesante resaltar este matiz porque define un poco el modo de atacar del Madrid en los inicios de Ancelotti. La elaboración del juego madridista nace a menudo en una banda y tiene por objetivo acabar en el lado contrario a donde comenzó el ataque. Con el Elche protegiendo con tres efectivos la zona central, el Madrid decidió seguir creando por fuera. El mecanismo fue el habitual: Modric se abre mucho a la izquierda junto a Isco, el lateral zurdo y la aparición de un delantero (CR por norma). De esa manera, el Real genera un circuito de pases que el rival no puede contraponer ni numérica ni técnicamente, pues robar la pelota a esos futbolistas es muy complicado. Así se ordenó el Madrid, que empujaba al Elche y robaba pronto con el mejor Pepe de la temporada.
Pero los periodos de inspiración todavía le duran poco a un Madrid en busca de la complejidad. Modric no estaba ofreciendo el desequilibrio de sus mejores tardes, lo que aumentaba la importancia de Isco en el encuentro. El malagueñoCarlos Sánchez y Gil, vida para los de Escribá volvió a estar esplendido durante 25 minutos pero su cansancio fue adormeciendo a los suyos y envalentonando al Elche. El conjunto de Fran Escribá aprovechó que el Madrid bajó su pressing (consecuencia de atacar peor) para castigar con sus dos cracks de la noche: Carlos Sánchez y Carles Gil. El mediocentro colombiano juega con la pachorra típica de su país, algo que ante un grande ha de entenderse como virtud. El Madrid lo pasó mal para taparle. Ahora que Khedira es pivote y fija más su posición, los blancos no disponen de ese centrocampista que muerda arriba. Sami intentó salir a algunas pero sin llegar a tiempo al corte, al igual que un Modric que tampoco daba caza al internacional cafetero. Inspirado y libre como estaba, Sánchez encontraba con rapidez las bandas, en especial la derecha, donde esperaba Carles Gil. El zurdito tiene clase para aguantar el esférico y soltarlo con calidad. En el carril de Isco se recibe fácil, algo que a Carles le sirvió para generar alguna ocasión. No fue gran cosa pero sí suficiente para comprobar que Diego López continúa firme bajo palos.
El Elche mostró recursos con la pelota gracias a Gil y C.Sánchez
Con todo, el Madrid recobró pronto la fluidez con el balón. Lo hizo gracias al automatismo más novedoso de la noche. Ancelotti trasladó toda la maquinaria pesada al lado contrario. Modric y Khedira cambiaron de perfil, pasandoEl R.Madrid usó más que nunca el lado diestro el croata al sector diestro, mientras que Isco empezó a moverse más por zonas centrales con tendencia a esa banda derecha. Esta vez, el delantero más presente en el costado fuerte iba a ser Karim Benzema –de nuevo una aportación futbolística sorda pero eficiente–. Se dieron situaciones con cinco futbolistas muy cerca del balón, algo que hasta ahora solo estábamos acostumbrados a ver en la izquierda. El Madrid fue variando el perfil de sus ataques con mayor frecuencia, en los que puede que fueran los mejores minutos de ataque posicional en la campaña. Eso sí, a los de Carletto les faltó profundidad y mordiente para concretar. Al Elche también. En realidad, acabábamos de vivir 45 minutos de muy buen fútbol pero escasas ocasiones.
Tras el descanso, Ancelotti sorprendió con otro movimiento de pizarra: Arbeloa y Coentrao adelantaron mucho su posición, haciendo que Isco y Di María formaran una especie de doble mediapunta a la que se sumaba Cristiano Ronaldo cuando Coentrao quedaba más retrasado. El objetivo de la medida tendría que ver con atacar mejor la zona central del Elche, puesto que al Madrid le habían faltado apariciones interiores en la primera mitad. Antes de que tuviéramos tiempo de ver si la decisión fue acertada o no, Cristiano puso el 0-1 en el marcador, de libre directo. El gol obligó a Escribá a arriesgar: fuera Javi Márquez, dentro Boakye, un ariete. El Elche se destapó por dentro y Di María comenzó a liarla. Olía a sentencia.
Carlo Ancelotti volvió a tocar a su equipo tras el descanso
Fue entonces cuando Ancelotti se equivocó. O mejor dicho, le forzaron a equivocarse. El entrenador italiano retiró del campo a un Isco fundido. El joven genio acaba de llegar a la élite y esto de jugar (para ganar) cada tres días todavía le agota. Su bajonazo físico estaba desencadenando lo mejor de Carlos Sánchez y haciendo de Rubén Perez un pivote habilidoso. El Elche crecía. La entrada de Illarra instauró el chip defensivo en las filas merengues y el “Carvajal por Modric” (cambio malo que no aportó nada) lo terminó de consolidar. El Madrid pasó a ser la voluntad de Ronaldo al contragolpe. Ahí sí, el Elche fue superior, quizás como ninguno de los dos había sido durante el choque. Vimos la energía de Edu Albácar, el gambeteo de Fidel y, por supuesto, más del criterio de Carlos Sánchez. Empataron y perdieron en un suspiro pero será una derrota de las que suman. El Madrid ganó el partido que mejor controló en lo que va de año y en el que menos oportunidades de gol tuvo. Cosas del fútbol.
@DavidLeonRon 26 septiembre, 2013
¿Qué relación pudo haber entre la falta de ocasiones del Madrid (producción inédita casi por lo bajo de la misma) con el control de las transiciones del rival?
Creo que el Elche estuvo brillante con la pelota y aun así no produjo demasiado, así que eso va en el saco positivo del Madrid.
Ahí puede haber un tema interesante. Cristiano Ronaldo ayer (pese a meter 2 goles ^^) no tuvo ocasiones. Eso es casi imposible de ver.