Para llegar al ilusionante –y frustrado– mes de enero, el Barcelona de Tito tuvo que atravesar un campo lleno de minas. El conjunto azulgrana rechazó la derrota en situaciones extremas, cuando caer ya parecía inevitable. En la mente de todos está la remontada al Sevilla en cuestión de segundos o el empate ante el Real Madrid tras media horita de agonía. Pero si un ejemplo destacó por encima de todos fue la casi inexplicable goleada al Atlético de Madrid en el choque del Camp Nou, allá por diciembre.
Inexplicable porque durante más de 30 minutos, el Atlético rozó la perfección defensiva en el estadio culé. Todo el libreto táctico de Simeone estuvo presente en su mejor versión. Los interiores colchoneros anularon el juego de bandas del Barcelona, con un Iniesta (ni más ni menos) incapaz de generar una ventaja gracias al espectacular trabajo de Koke. Si el Barça salía de las trampas laterales del Cholo, Diego Costa se metía a ayudar como un centrocampista más. Fue tan sublime la labor atlética en ese periodo que Messi no recibió una pelota en los últimos 35 metros de campo. Ni una. El Barcelona tocaba hasta el sopor, lento y sin ideas, como esperando un milagro que, curiosamente, terminó sucediendo.
Durante un rato, el Atlético fue casi perfecto en materia defensiva
El recuerdo de aquello nos sirve de pista para imaginar lo que puede suceder esta noche. El Atlético es casi el mismo. Casi. Ya no está Falcao y Diego Costa pasó de obrero a estrella. Su rol de currante extra le queda bien a Raúl García, pero Villa ante sus ex y con espacios es difícil de sentar.
Aunque lo más interesante será presenciar ese duelo en los costados. El Barça del Tata Martino debutó con novedades en las bandas, especialmente en la derecha, con un Alves más centrado y jugón que nunca. La muralla rojiblanca evaluará el éxito de la medida… si es que el Tata la mantiene. Con el Barcelona más contento que hace una semana y el Atleti siendo todavía de Simeone, tenemos partidazo.
fagarcia 21 agosto, 2013
Es que lo de Adriano fue un golazo. Rompió la moral rojiblanca.
Ojalá y las lesiones lo respeten este año porque en lo personal me gusta más que Jordi Alba. Tiene disparo de larga distancia, defiende mejor, regatea mejor, etc