En el lado deportivo personalizó como pocas piezas el passing-game con el que el Liverpool FC matizó su británica manera de jugar. Barnes, oriundo de Jamaica como Usain Bolt, era rápido como un avión, pero destacaba mucho más por su habilidad para enlazar paredes. Era un mago de la triangulación en banda, un perfecto tercer hombre a la hora de recibir y un maravilloso pasador en cualquier circunstancia. Tanto es así que durante su caída física, cuando se quedó sin la chispa que amenazó con neutralizar el gol de Maradona, se desenvolvió como mediocentro rindiendo como un jefazo, en lo que fue el verdadero precedente del actual caso Giggs.
Nota: antes de John Barnes jugó en el Liverpool FC Howard Gayle, también negro, pero formado en su cantera.
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Referencias
futbolingles.com
@SharkGutierrez 12 julio, 2013
Barnes lo petó con el Watford; debutó en aquél equipo que había ascendido tres categorías en cuatro años; al año siguiente lo ascendió. Era una bala y un auténtico apoyo. Potencia y desborde, pero además tenía facilidad para el gol. Completísimo. Aldridge y Beardsley-Aldrige seguro que le estarán bien agradecidos. Por cierto, me pareció increíble que Robson le dejara fuera del Mundial 86.
En liga, su mejor época anotadora fue entre el 89 y el 91: en 88 partidos disputados en esos dos años, 35 goles, 22 de los cuales en Liga. Si hoy en día, esas cifras pueden pareer ridículas para un "extremo", entonces era una auténtica bestialidad. De los partidos que he visto a ese Liverpol, me pareció un grande. Quizás lo peor fue la condena que sufrió el fútbol inglés.
Por cierto, el Liverpool tuvo dominios alternos entre finales de los 70 y 80: Forest y Aston Villa, torpedearon un poco la gran labor a Bob Paisley. Ese Forest eliminando al Liverpool en primera ronda…