Héroes. Introducción I: A la sombra del Mito | Ecos del Balón

Héroes. Introducción I: A la sombra del Mito


En el momento en que el joven giró sobre sí mismo para sortear de una tacada a dos rivales y encarar el horizonte rival, todos los allí presentes, física o visualmente, pasaron a formar parte de un sueño. El joven arrancó raudo pero ligero, intuyendo que, en aquel desorden onírico, la superficie no era firme sino un mar, todo un océano, de justicia. Y camino de la inmortalidad, sorteó una sombra, dos, tres, cuatro, cinco… tantas como habían padecido, durante años, él y su gente que ahora lo contemplaban absortos, extasiados por la restitución de la afrenta, conmovidos por el retorno al tiempo añorado. Cuando, definitivamente, el joven pisó la orilla contraria y el último adversario se rindió en la contemplación de su estela, entonces, él, Diego Armando, lanzó su disparo certero y lejos de transformarse en hombre, corrió hacia los límites del infinito convertido en niño. Ahora, un niño Dios.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha sentido la necesidad de encumbrar a referentes que encarnaran aquellos valores anhelados por la comunidad. Los héroes han ejercido de guía en cualquiera de sus múltiples condiciones: dioses o mortales, personajes históricos o de ficción, tradicionales o contemporáneos, guerreros o aventureros pero, en cualquier caso, siempre excepcionales. En la actualidad, los deportistas constituyen la máxima expresión del discurso heroico.

Podríamos establecer una línea de continuidad desde Gilgamesh, Heracles, y Prometeo, pasando por Aquiles, Ulyses o Sigfrido, continuada por San Jorge y Perceval, que se sostuviera con Tarzán, Luke Skywalker y Superman y que culminaran Jese Owens, Michael Jordan y Pelé, por citar algunas de las muchas cuentas que han enhebrado el hilo conductor del héroe hasta nuestros días (1)

Donde hay un héroe siempre hay un mito. Por eso trascienden sus aventuras como historias eternas.

¿Pero en qué ha radicado el influjo de dichas figuras? ¿Qué condición convirtió a Edipo en un modelo simbólico? ¿De qué modo trascendió la historia de Juana de Arco? ¿Por qué emociona globalmente una actuación de Messi? La única respuesta posible la hayamos en su naturaleza mítica.

En efecto, allí donde hay héroe hay mito. El héroe se reafirma como tal encuadrado en un relato mítico, cumpliendo una secuencia de acontecimientos extraordinarios cuya significación se revela en el plano inconsciente. Y es que más allá de su literalidad, el relato (mytho) cobra especial relevancia por estructurarse mediante un lenguaje simbólico que alcanza allí donde no lo hace la razón (logos). (2)

La mitología de los héroes es compartidaDesde sus orígenes, los mitos se han articulado en torno a patrones recurrentes que han conservado su sentido, con independencia del momento histórico, procedencia o influencias culturales. Los mismos esquemas que sirvieron de molde para los personajes de la poesía griega clásica, fueron replicados, desde púlpitos y cantares, en la figura de santos y caballeros durante la Edad Media, posteriormente se adaptaron a las diferentes realidades de la Edad Moderna, merced a la ductilidad del personaje literario (3) y en la actualidad son proyectados como ídolos del deporte y el espectáculo, gracias a los mass-media.

Para Mircea Eliade “estos comportamientos míticos que aún perduran ante nuestros ojos no se tratan de supervivencias de una mentalidad arcaica, sino de ciertos aspectos y funciones del pensamiento mítico que son constitutivos del ser humano.” (4)

El héroe es la individualidad que se contrapone contra la oscuridad, el desorden, el mal.

A estos motivos esenciales, Carl Jung los denominó arquetipos. Y de entre ellos, podemos destacar el del héroe, esto es, el mito de la consciencia abriéndose camino, frente a las fuerzas regresivas de lo inconsciente, para reafirmar su individualidad (5); el triunfo de la luz sobre la sombra; del bien sobre el mal; del orden sobre el caos.

El deporte es muy dado a heroicidadesLa emoción que suscita una gesta futbolística no es consecuencia exclusiva de la virtud demostrada por un jugador o de la identificación con un equipo que ostenta cierta representatividad hacia un entorno común. En ocasiones, se trata, también, de la esperanza despertada ante el desenlace glorioso de quien partió desde la misma situación de desamparo que el que ahora le goza y jalea. Es la alegría de quien constata la posibilidad de salir airoso ante las dificultades. Es el alivio de quien ve refrendado un orden primordial en el cual cobra sentido. Es, en suma, la confianza generada por la culminación del relato del héroe.

Un relato que la mitología comparada ha estudiado y pautado, estableciendo una estructura narrativa fundamental. Antropólogos como Otto Rank y, con posterioridad, Pierre Grimal establecieron las bases del Ciclo Heroico (6) cuya secuencia sería la siguiente:

  1. El héroe es de origen noble, real o, incluso, en ocasiones, divino.
  2. Su nacimiento viene precedido de profecías o sueños que avisan de su llegada.
  3. De niño es abandonado a su suerte y recogido por animales o gentes humildes, frecuentemente agricultores.
  4. Superada la infancia, el joven descubre su condición y lucha por su reconocimiento.
  5. Para alcanzarlo, tiene que sortear numerosas pruebas y dificultades hasta que finalmente alcanza su apoteosis.
  6. En ocasiones, se enfrenta a su padre que lo ve como una amenaza para su integridad.
  7. Su muerte suele producirse a corta edad.

Moisés, Superman o Luke Skywalker comparten el Ciclo Heroico de forma casi calcada.

Dicho esquema que se cumple, parcial o totalmente, en contextos tan diferentes como Sargón, Edipo, Moisés, Perseo, Ciro, Rómulo, Paris, Egisto, Luke Skywalker o Superman, está registrado en el imaginario colectivo de tal manera que cualquier recreación similar en el presente nos evoca, irremediablemente, a la esencia del héroe. Por ello no es de extrañar que esa secuencia, o tramos sustanciales de la misma, subyazcan, a menudo, en un ámbito tan fértil para la gestación heroica como es el fútbol.

El areté es en origen la perfección de las cosasObviamente, no procede atribuir una naturaleza divina o un linaje nobiliario a un futbolista, pero esta cualidad de origen nunca fue un motivo, sino una consecuencia. La condición sine qua non del héroe clásico era su areté (αρετή), un concepto bastante amplio que se podría definir como virtud o excelencia y que se aplicó a los más variados perfiles del pensamiento, el deporte o la guerra. La areté no se adquiría ni aprendía, era un valor innato que en ciertos momentos sirvió para justificar órdenes sociopolíticos determinados al no reconocerse más que en dioses, reyes y nobleza. En el mundo del fútbol el héroe es distinguido también por su areté que suele especificarse como talento, una condición natural y meritoria que convierte a un futbolista en diferente al resto y que determina su conducta, que lo ennoblece o diviniza por tanto.

También podemos reconocer en muchos relatos futbolísticos el acto del abandono del niño. Un porcentaje elevado de futbolistas prodigiosos se ven obligados a separarse de sus familias, siendo niños o muy jóvenes, para viajar a una realidad tan lejana como diferente a la suya y en la que, de inicio, son entregados a una familia simbólica como es la cantera, que constituye, en esencia, un vivero en donde germinan futbolistas irrigados con constancia y humildad, muy en sintonía con la tradicional familia de agricultores del Ciclo Heroico.

Las palabras «salvar» o «salvador» están presentes en cómics y crónicas deportivas por igual.

Más evidente resulta el paralelismo entre el proceso de descubrimiento de su excepcionalidad y la posterior lucha por las aspiraciones legítimas que devienen de ella: la eclosión y asimilación del rol de estrella por parte del joven futbolista y la lucha por el éxito, primero parcial y finalmente absoluto tras la superación de multitud de retos y dificultades.

La virtud, no obstante, no es suficiente para determinar la cualidad del héroe. Otro de los rasgos definitorios del héroe es su carácter salvífico. Es necesario un culmen, una apoteosis que lo ratifique. El héroe ha de salvar, así mismo, a los demás o a un orden determinado. Y en el caso del fútbol también podemos admitir un efecto de auxilio, al equipo y a la institución, cuando se consuma una gesta. En esas ocasiones, el futbolista es entronizado como un salvador.

Otra etapa, el recelo del padre (rey) sobre su hijo (príncipe/héroe) al concebirlo como una amenaza para su integridad, se da con bastante frecuencia en el panorama balompédico cada vez que un jugador relevante, que ya ha iniciado su declive, siente peligrar su status por la irrupción de un nuevo astro que reclama su trono. Por último, el fallecimiento en juventud del héroe es otro de los factores comunes con el futbolista cuya retirada suele suceder en los albores de la madurez.

Por todo lo comentado y su carácter mediático, el fútbol es la actividad heroica de nuestra era.

Podemos determinar, por tanto, que el fútbol es una práctica que se ha revelado propicia para la gestación de mitos y los futbolistas, en consecuencia, conforman el reflejo contemporáneo de un valor tan remoto como el propio hombre: El héroe.
 


Referencias:
(1) El ciclo heroico: de la Ilíada a los Cómics; Luís Alberto de Cuenca (ILC)
(2) Superhéroes: Mitología moderna ; Christian Bronstein (Pijama Surf)
(3) Del héroe de la antigüedad al personaje literario; Francisco J Flores Arroyuelo
(4) Nociones fundamentales para el análisis de simbolos en textos literiarios; Lilia Leticia García Peña
(5) El héroe, literatura psicologia analítica; José M. Rodriguez Zamora
(6) El mito del nacimiento del Héroe; Agustín Genovés

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Comentarios (59)

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Ahí os quería ver, Ecos. Magnífica aportación y dirección en el debate/diálogo que pueda crear esta serie de entradas.

Precisamente en estos días estivales, con la pausa en la alta competición (al menos a nivel de clubes), he estado reflexionando un poco en torno a qué momento futbolístico se me ha quedado más marcado y por qué. Yo, como tantos seguidores de Ecos, soy treintañero, así que digamos que relativamente joven. Pues bien, con esa limitación temporal lógica, mi conclusión provisional se la concedo al cabezazo de Puyol (que del ímpetu bestial se la quita a Piqué nada menos) a Alemania en la semifinal de Sudáfrica. Y como correspondencia a ese momento, su correlato impreso, el artículo o crónica de fútbol que más he releído en mi vida: "La hora del terremoto", de Diego Torres en El País, analizando la bestial aportación de Ramos y Puyol en todos los fregados -que no fueron pocos- en los que se metieron ese día.

El link del artículo (digno de releerse): http://elpais.com/diario/2010/07/08/deportes/1278...

Estos días son proclives a charlar aquí sobre qué escritos futbolísticos (yo he aportado una breve nota periodística, pero de una intensidad que de verdad retrata lo que hicieron estos dos colosos aquel día, y que me transporta a aquel momento anímico con cada relectura) nos han marcado, dada la amplia y rica literatura sobre el fútbol disponible. Este comentario puede parecer un poco "off topic", pero no lo es tanto, ya que me parece una gesta heroica el momento (la propia crónica del partido en el mismo medio, de J. Sámano, se titula "Épica y arte", sin ir más lejos). Ese momento inolvidable que cada uno de nosotros (seguro que son varios, pero normalmente uno despunta) guarda en sí como algo poco menos que sagrado.
Recojo el guante de Juan Cristobal y pregunto por las heroicidades más brutales que recordéis sobre un campo de fútbol.

Me animo con varias que no sean muy típicas:

- La parada de Luis Suárez sacrificando su presencia en la semifinal del Mundial por su país.
- La prórroga de KP Boateng en ese Ghana-Uruguay de 2010 con África y prácticamente el mundo entero a sus hombros.
- La Final de Steven Gerrard en la Champions de 2005, jugando de lateral derecho para cubrir a Serginho.
- El partido de Gerard Piqué en Stamford Bridge en 2009 contra Drogba con un Barça que todavía no era Leyenda y que quién sabe si lo hubiese sido sin aquella actuación suya.
- La Final de Copa de Mauro Silva contra Zidane-Raúl en el mejor momento de sus respectivas carreras.

Luego sigo con más ^^
Y centrándome puramente en el tema de la entrada, podría llegar a hacerse un paralelo con el mundo antiguo, en el que los atletas de las Olimpiadas (aunque se disputaban juegos en otros lugares: Delfos, Corinto, etc.) eran "hoi agathoi" (niños buenos, gente bien), de familias de alcurnia, y el propio festival en sí era una consagración religiosa. Los atletas, ilustres, a menudo decían provenir de algún linaje divino (así los emparenta a veces Píndaro).

Aunque los héroes legendarios suponían otra cosa, algo entre lo humano y lo divino. Sus gestas podían desafiar las leyes físicas vigentes para los mortales comunes (¿Jordan, Lewis, Greene, Owens?), podían ellos solos acabar con un ejército entero (¿Maradona, Weah, Ronaldo, Messi?) o incluso con toda una potencia militar hostil y enemiga (¿Maracanazo?). El desarrollo deportivo y la expansión audiovisual han hecho la equiparación adecuada para el estándar de nuestros días (los mitos griegos eran también una forma de imposición cultural mediante el relato, como las retransmisiones deportivas o las películas de Star Wars lo puedan ser hoy, imponiendo una serie de valores a escala internacional).

Pero al héroe deportivo de hoy lo marca sobre todo su voluntad de dominio, de permanecer "über alles", intocable para sus coetáneos y santificado para la posteridad (los nombres antes aludidos pueden valer).

Sin embargo me resultan curiosas algunas reflexiones de Jean-Pierre Vernant (Mito y pensamiento en la Grecia antigua) en torno al mito antiguo que quiero dejar aquí para aportar al debate:

"Lo que caracteriza el éxito heroico es su gratuidad. La fuente y el origen de la acción, la razón de la victoria, no se encuentran en el héroe, sino fuera de él. No logra lo imposible porque es un héroe; es un héroe porque ha conseguido lo imposible. El triunfo no es la realización de la virtud personal, sino la señal de una gracia divina, la manifestación de una asistencia sobrenatural. La leyenda heroica no presenta al hombre agente responsable, en el centro de sus actos, asumiendo su destino."

Y es que en el mundo antiguo el modelo de héroe es Hércules, capaz de múltiples gestas, todas inhumanas, algo que en deporte debería corresponderse a una especie de decathleta dominador absoluto e insultante en cada una de las disciplinas. ¿O no? A mí nuestros héroes deportivos me parecen humanos, demasiado humanos. Y eso me gusta.
Magnífico artículo. Desde el tweet de Abel ayer anunciando una nueva serie un poco "atrevida" me estaba preguntando lo que podría ser, y la verdad que esto no me lo imaginaba.

Ahora me parece raro, pero hasta ahora nunca reflexioné sobre esa capacidad del fútbol de crear héroes. Veía al fútbol como algo que se podía convertir en arte, o como algo pudiera producir magia por momentos, pero nunca como algo propicio a la formación de una heroicidad.

Así que esta "serie" la voy a descubrir con la inocencia y la ingenuidad del que en aquello nunca había pensado, nunca se había forjado una opinión (y ni siquiera un pensamiento) al respecto, y simplemente quiere leer y aprender, ver hasta donde puede ir esa "mitología de los héroes futbolísticos" (ya solo con esta primera introducción estoy convencido de que hay materia para rato).

Por ello, no podré aportar mucho en los comentarios y debates, pero casi me alegro porque, lo repito, será todo descubrir, y ver si esto puede cambiar mi manera de ver el fútbol, aportarle otra dimensión, etc.
En fin, todo esto para darte las gracias, Javi, por el artículo y por los que vengan. Ecos, de nuevo, lo está bordando.

@juancristobal

Genial el link. Y un magnífico ejemplo (en mi opinión) de lo que expresa Javi. Imagino que habrá muchos más a lo largo de la serie.
Y ya con esto termino el asunto "cabezazo de Puyol", lo prometo, pero no puedo resistirme a dejarlo aquí. Es de Sámano, de la crónica del partido en sí:

"Por mucho que la selección germana se haya rebelado contra los popes de la Bundesliga, cuando sus futbolistas acuden como un regimiento a un córner son capaces de deforestar el área. No es alemán, pero Puyol es un gigante, alguien capaz de volar por encima de los himalayescos defensas germanos sin mal de altura. Lo hizo en un saque de córner lanzado por Xavi en el minuto 73, como si fuera un trapecista, con Piqué al quite en su nuca. Un gol para la mitología española, como el de Zarra en Río de Janeiro, como el de Marcelino en Chamartín, como el de Fernando Torres en Viena."

El neologismo "himalayesco" vale la pena ser creado para consagrar a Tarzán Puyol :)

Ahora sí, la primera frase tiene miga (la sigue teniendo a día de hoy, cuando presentan a Guardiola precisamente en Munich). Por eso quise dejar la cita también... al margen de la "mitología" que vuelve a citar el propio Sámano y que nos reúne felices y dichosos en torno a esta entrada de Ecos.
@ Uxiladen

Yo creo que es el héroe de la generación más joven ^^

@ Juan Cristobal

"Hércules, capaz de múltiples gestas, todas inhumanas, algo que en deporte debería corresponderse a una especie de decathleta dominador absoluto e insultante en cada una de las disciplinas. ¿O no? A mí nuestros héroes deportivos me parecen humanos, demasiado humanos."

Mmmmm. Sí, pero... a Messi nunca lo has visto hacer algo no extraordinario. Nosotros vemos lo que vemos. Lo que se nos presenta a nosotros sí es inhumano.
@ Abel

Por supuesto. Pero he ahí la frase de Axel Torres: "perder es lo normal". Que un jugador de época como Cristiano Ronaldo tenga un curriculum tan desangelado, o al menos perfectamente mejorable (dado el potencial tanto suyo como de su equipo y hasta de su selección si me apuras), se debe a esa saga épica con su antagonista y archirrival, Messi, que tampoco se ha mostrado hasta la fecha infalible. Vemos muchas veces la realidad con una óptica distorsionada por esta forma narrativa de entender el fenómeno deportivo (como duelo a muerte entre rivales que se reparten los papeles de bueno y malo, etc.). Y esto ya lo vienes comentando tú hace tiempo (la campanada que sería que el supuesto "malo" de la película, según esa distorsionada óptica narrativa, Cristiano, venciera a Messi en una gran competición internacional donde se primasen más los "momentos" que la regularidad: tipo mundial o CL). Un vuelco y un final contra corriente. Y eso hace que sigamos la pelotita embobados, porque nos reafirma en nuestras creencias. Y qué bien, por cierto. Yo me dejo engañar encantado.

(*) Ahí está la épica de hoy, pero un poco degradada, al mismo nivel que los patrones estéticos imperantes: con su poco de realismo sucio (Moe (dedo-en-el-ojo) Riño (con-todo-el-que-se-me-ponga-por-delante); su pizca de costumbrismo con nota freak (con Luis Aragonés y su -supuesto, pues eso nunca lo sabremos- amigo japonés sexador de pollos); el estilo lógico-cartesiano (Van Gaal, Guardiola); la lírica preciosista (Iniesta), etc.

*Esto es guasa, que nadie se me enfade. En veranito podemos, supongo, dejarnos caer un poco. De hecho, en materia deportiva admiro a todos los retratados... Que conste.
Yo añadiría a Grosso en esas semis de 2006 en la mítica prórroga del Alemania-Italia y a Andrés Palop por el gol contra el Shakhtar en el último minuto.
"La Champions de Drogba."

Uf.

"Chilena de Rivaldo al Valencia"

Pero a esto le faltó un marco un poquito más grande, no, Veler? Hoy se mira con perspectiva e... incomoda más de lo que emociona, me parece a mí ^^
No fue de la misma dimensión pero Pipita vs Getafe me pareció algo brutal en su momento.
El aporte es extraordinario Javier, enhorabuena. Espero ansioso los siguientes ^^

De las heroicidades que habéis comentado, me quedo con las siguientes:

"@Abel
- La parada de Luis Suárez sacrificando su presencia en la semifinal del Mundial por su país. "

Muy grande. Cuando lo vi hacerlo, lo primero que pensé fue que estaba loco. Esas son las cosas que hacíamos en el recreo, cuando estaba a punto de sonar el timbre, y queríamos aguantar el marcador, porque allí no había tarjetas rojas. Es parecido (y perdonad la frikada) a las entradas de roja-rojísima que muchos hacen en el Fifa a partir del minuto 80 para cortar el juego, cuando van ganando, ¿porque a quién le importa una lesión de un jugador de un videojuego? Lo grande de esto es que le acompaña la "suerte" o la gloria del héroe, porque luego Gyan -creo recordar que fue él- falla el penalti y acaba pasando Uruguay en la tanda.

"@Ignacio

Yo añadiría a Grosso en esas semis de 2006 en la mítica prórroga del Alemania-Italia y a Andrés Palop por el gol contra el Shakhtar en el último minuto."

Te compro las dos. A Grosso, seguramente el jugador con menos nombre de aquella selección italiana, por hacer lo que hace, en el 118, en unas semifinales de mundial, jugando contra el anfitrión... brutal. Y al mismo nivel de heroísmo Palop. Un gol de un portero, salvo que seas Chilavert, Rogerio Ceni o Claudio Bravo y tires faltas o penaltis, creo que no se puede calificar de otra manera ^^.

Yo me voy a quedar con éstas:

- El gol de Raúl callando al Camp Nou, con un gesto que quizá no fuese demasiado deportivo, pero que los madridistas que lo hemos visto seguro que nunca olvidaremos.
- Los minutos finales de Casillas en la final de Glasgow, sacándolo todo.
- El Iniestazo en Stanford Bridge.
- El gol de Mijatovic en Ámsterdam, para darle al Madrid la Copa de Europa 32 años después.
- Los minutos de descuento de la final de la Champions 1999, en el Camp Nou, donde el United pasa del 1-0 al 1-2.
- El Mundial 2002 de Ronaldo, volviendo de su lesión para liderar a Brasil.
que cosa mas extraña cuando leí en tags a carl jung, pensé ay mi madre me equivoque de sitio xD . un momento épico como pocos sería la remontada de liverpool al milan en la final de champions, y eso que yo no lo viví con mucha épica porque por esa época no estaba viendo mucho futbol (aunque si ví aquel partido) y pasaba un poco de quién ganara. Pero para quienes lo vivían con intensidad debió ser algo épico, es que si algo así le pasa a mi equipo a mi me da un ataque al corazón .
Tamudo en el Tamudazo.

Ighalo con sus goles de los ascensos.

Luque contra Irlanda en el Mundial cuando se lesionó Luis Enrique.
Después de reflexionar un poco sobre el tema, para mi el momento más heroico que recuerdo es el Mundial de Zidane en el 2006, y en particular los partidos ante Brasil y España. Francia en aquel entonces era Zidane, y poco más (estoy exagerando, pero no tanto). No tenía ni un entrenador capacitado, ni un equipo "top", tenía a un hombre que hizo una gesta heroica, y que no llegó a ser Dios porque en la final expuso toda su humanidad.
Para mi eso es una de las características de la heroicidad, acercarse a la divinidad, conservando esa dimensión humana que casi olvidamos y que al final hemos de recordar.
Qué elitistas sois ^^

Quiero goles salvando descensos, balones salvados bajo la línea con su equipo avasallado, tipos lesionados ganando partidos (aparte del que todos tenemos en mente, que ya sabemos que fue impresionante ^^...

La Euro de Maris Verpakovskis.
"El golazo de Nayim en la recopa de 1995"

Grande.
Pablo Infante
Es curioso comprobar el alto nivel de consenso que podemos llegar a alcanzar en cuanto a héroes y momentos heroicos en el pedazo de historia de fútbol que hemos ido atestiguando cada uno de nosotros. Bastante coincidencia.

Yo me declaro en lo personal mucho más fanático del antiheroísmo/antihéroe que de su pareja contraria en muchas cosas. Sin embargo, en fútbol me chirría el intento de aplicar la lógica del antihéroe porque lo que enaltece este fenómeno es justamente lo contrario, aunque sea el héroe warholiano capitalista sacado de la masa/mediocridad y brillando durante unos segundos ante la cámara que lo retrata y registra. No me sale la ecuación. ¿Alguien es capaz de acotar el espacio del antihéroe en fútbol y explicarlo razonadamente dando ejemplos válidos y entendibles? ¡Lo agradecería!

Lo más cercano que se me pasa ahora mismo por la cabeza son esos deportistas de disciplinas olímpicas que se clasifican por cuota y vienen de países donde esa disciplina es exótica a más no poder, suelen quedar los últimos y el público los aplaude con fervor impostado, como un equipo de bobsleigh asiático, una corredora de velocidad tocada con velo de la península arábiga o un nadador de Guinea Ecuatorial que hace 3/4 de la prueba con la piscina vacía (link: http://www.youtube.com/watch?v=b6L1siLwe0o) ... Ejemplos hay muchos en cada olimpiada. ¿Y en fútbol? Ojo, que no quiero confundir mediocridad con antiheroísmo, de ahí mi pregunta (seria y llena de sana curiosidad a más no poder). Y el papel de Tahití en esta Confederaciones no me satisface como ejemplo (o las Andorra, San Marino, Islas Faroe... de las clasificaciones para mundiales y europeos). El antiheroísmo por definición es individual (más que el heroísmo). Héroes: los griegos de las Termópilas. Antihéroes: Arquíloco, el poeta, que se jacta de haber abandonado su escudo en la batalla para así salvarse (algo indigno en el mundo griego, que prefería ver morir a un guerrero que abandonar la lucha sin honor). Me encanta Arquíloco. ¿Quién es el Arquíloco del fútbol? Nombres... ¿El loco Abreu? ¿Por fallar un gol cantado? Tras hermosa jugada,eso sí. Hombre, por su perduración podría ser un antihéroe warholiano. Nada más.
@Abel

Más heroico que Julian Ross jugando al borde del infarto el partido entero contra Oliver no encontrarás nada ^^
El gol de Freddy Rincón a Alemania en el mundial del 90.
Carles Puyol:

- Cualquier partido suyo con su melena, al estilo Hércules.
- Cualquier partido suyo con esa máscara para el pómulo roto.
- Ese partido donde el Barça ganó 1-2 en el Bernabeu y Carles paro un chut a bocajarro de Roberto Carlos con la cara....( http://www.youtube.com/watch?v=T7mz1cqMbhI#t=2m33... ) y otro en el que un jugador del madrid que ahora no se muy bien quien era, dribló al portero, se quedó totalmente solo y únicamente con Puyol por delante cubriendo la portería con los brazos detrás, chuta, y Puyol, tirándose a un lado con todo, la para con el escudo... ( http://www.youtube.com/watch?v=XiN5hN96bVQ#t=0m11... )

Por los momentos totalmente opuestos que pasaban Madrid y Barça...esa parada es la parada que siempre guardaré en la memoria. No fue un gol que decidiera un título, no fue un portero histórico en un partido histórico, fue un chaval de la cantera, en tu propio campo, contra el archienemigo ultra poderoso que lleva años de gloria...cuándo todo esta perdido, cuándo en una situacion que de cada 1000 veces en 999 implica sufrimiento , no sólo se la para tirándose hacia el balón sacrificando su integridad física, sino que encima lo hace con el escudo. Bastante poético.

Es un momento precioso para los culés.

PD: Precioso artículo Javier.
Pues aprovecho, para mi jugador Heroico sin hazañas grandes y fetiche personal: Rosicky.

Sin físico por plaga de lesiones que le tuvieron 2 años sin jugar y otros tanto que cada 3 o 4 partidos casi enteros se lesionaban y con un físico base defensivo un poco risible, resulta que siempre ha sido un activo defensivo ya que defiende con una fieraza y tenacidad más propia de un Gattuso que de un fino mediapunta. Y todo esto coronado con que ya muerto y enterrado prácticamente lleva 2 años donde cuando el Arsenal más lo necesitaba y por lesiones , bajadas de rendimiento o similares del que debía ser referente, con el equipo a borde del fracaso institucional (no llegar a la cuarta plaza) llega el Checo, se rige como lider, reparte juego, y racha de victorias que nos aupa al cuarto puesto.

Por que no os engañeis, el año pasado cuando el Arsenal estaba sufriendo por la cuarta plaza, con arteta Lesionada, RvP desenrachado y Ramsey a por Uvas fue ROsicky el que recogio el testigo. Pero es que este año, con Cazorla akgi reventado, Wilshere lesionado y luego infiltrado y demás, lo volvio a hacer.
Ah. y luego está como HEROES, la selección TUrca que estuvo a medio milagro tras dos milagros y luego 2 milagrillos en la semifinal de llegar a la final de la eurocopa.

Este era el heroe que cuando parecía que la explosión o el villano de turno lo había finiquitado reaparecia con más fuerza aun.
@JavierAlberdi

Deseando que compartas la próxima entrega para seguir profundizando, por supuesto.

Y respecto a la cuestión que yo mismo planteaba antes, masticando un poco la idea he ido a parar a un principio de arquetipo, o al menos un buen ejemplo, para el antihéroe futbolístico. Me han venido a la cabeza casi al unísono tres jugadores de aquella maravillosa selección colombiana de los '90 de Pacho Maturana: Valderrama, Asprilla y, el primero de todos, René Higuita (http://img.vayatele.com/2012/09/personajes_HA.jpg).

Gente con cualidades individuales brutales, con capacidad de hacer un fútbol exquisito, pero alérgicos al compromiso (lo que para muchos supone el talento en sí, puro, es decir,saber invertir tus virtudes con buen juicio en pro del óptimo funcionamiento del equipo). Jugadores excelentes, pero que podían resultar apáticos (Asprilla), esquizofrénicamente inconstantes (Valderrama) o directamente suicidas (Higuita, contra Camerún en Italia '90). Y con estos, que en calidad y prestaciones individuales eran inconmensurables, pues no te vas a la guerra. Como con Arquíloco, vamos.

Luego está el antihéroe más por su estética que por sus prestaciones o su grado de compromiso o su cualidad de inadaptado y rebelde: yo ahí, no sé los demás, veo al Tato Abadía. He tenido una visión lynchiana (no de Benito Lynch, sino de David, o casi que al revés pensándolo mejor).
Uff hoy se destapa aqui todo el mundo a costa de momentos y heroes,cuantos colores, cuantas camisetas jajaja...Q FUERTEEEE!!

..............Ronaldinho vs el Chelsea en el Camp Nou en 4tos, bestia negra de los cules, en camino de su 2da Champions y de una nueva ERA...con golazo (1-0) vs Terry y Carvalho siendo la PAREJA de CENTRALES de Europa y casi de la DECADA en akel momento...
@Juan
Cierto, ahora mismo la memoria me ha hecho una mala pasada, me quedé únicamente en la parada y todo lo demás se me pasó a un segundo plano. Supongo que al recordar siempre esas dos paradas por analogía también le he puesto en la del pecho al Real Madrid como rival. Gran fallo!
Iraizoz y su final de UEFA con el Espanyol ante el Sevilla. Perdió pero sostuvo a su equipo como un autentico heroe.

Iniesta en la prorroga de la final de Mundial 2010. Es el único de los 22 jugadores que no le entra el miedo y eso se nota. El gol solo fue la guinda a la superioridad que mostro en esos 30 minutos.

Deco poniendose un Barça a la espalda tras la expulsion de Ronaldinho ante el Zaragoza en Copa del Rey aunque cayeron eliminados.

Pizzi marcando el quinto ante el Atletico de Madrid tras una remontada espectacular.

Rivaldo en el 2-2 en el Bernabeu, donde incluso hizo un tercero que no subió al marcador. Fue él ante todo el Madrid.

Cannavaro y todo su Mundial 2006.

Pique y su final de Roma. Se destaca menos de lo que realmente fue. Con Puyol y Silvinho de laterales y Toure de central, esa defensa era una debilidad y más ante Rooney, Cristiano y Tevez. Aun asi el catalán estuvo 'gigantesco' y la defensa parecia mucho mejor de lo que era. Soberbio incluso en las faltas tacticas.
@Javier Alberdi

Gracias por la explicación. La verdad que como este tema (aunque me apasione) no se me había ocurrido para nada antes, me cuesta entenderlo del todo hasta leyendo el artículo varias veces, y tu respuesta fue más que bienvenida para ayudarme :)
Es totalmente cierto que varios partidos o varias gestas futbolísticas adquieren una cierta dimensión mítica en la mente de los aficionados (como podemos ver en todos los comentarios de este artículo), en los que la mente rehusa la explicación racional de lo que ha pasado para transformar lo ocurrido en gesta heroica.
Ahora,¿ busca la gente tales estímulos en el fútbol porque éste es de lo más propicio (como bien lo explicas en el artículo) al relato mítico, o simplemente porque es el ocio más popular, y por lo tanto la fuente más grande de gestas inverosímiles en la mente de la gente? Habrá de los dos imagino.

En todo caso, estoy a la espera del de mañana. De nuevo, gracias por iluminarme nuevas perspectivas.
Pues ahí van otros pocos:

- Klinsmann en el Alemania-Holanda de Italia 90, con aquel calor, el hombre reventado y qué disparo al poste... El mejor partido que le recuerdo.
- La República Checa del 96. Ese Poborsky con ese look tan centroeuropeo.
- La Francia de Platini en España 82. Con 3-1 a favor en la prórroga hasta yo, que tenía solo 8 años, sabía que acabarían perdiendo. Pero la de veces que después soñé que acababan ganando...
- El 0-5 de Colombia en el monumental de River. Sin palabras.

Espero con impaciencia los siguientes artículos de la serie
Nasuti contra Boca, para forzar los penaltis al minuto 95, o algo así, en semis de Libertadores 2004. El gol de su vida -el de la vida de cualquiera, de hecho-, condenado a la irrelevancia pocos minutos después.

El golazo de Gerrard al último minuto contra el Olympiakos; un obligatorio 3-1 para remontar y clasificar a 8vos de Champions 2004-2005 (la que ganarían en Estambul). El paquete heróico incluye la narración de Andy Gray. “OH, YA BEAUTYYY!!!”.

El gol de Grosso vs Alemania no estuvo mal. Pero nada como la locura oficial de un par de minutos después con el gol de Del Piero.

Kuffour llorando, golpeando el césped del Camp Nou tras el 2-1 del United; el árbitro no había pitado el final del partido. Le daría al Bayern una intercontinental 2 años después.

Puyol sacó con la cara, en plena línea, un cañonazo de Roberto Carlos en el Madrid-Barça de Liga 2004. El Madrid fue una tormenta que él y Valdés contuvieron, aún cuando Solari marcó el 1-0. Kluivert empataría, Figo saldría expulsado y el Barça remontaría para certificar su gran cierre de temporada y el desplome del Madrid de Queiroz. Cambio histórico de momentum.

El 4-3 de Higuaín contra el Espanyol en 2007. Ruud levantó su camiseta como un estandarte en la celebración.

Dennis Bergkamp paró el tiempo en 1998.

Hierro en Amsterdam, 1998. Locura.
Heróico para mí, de verdad: El Mundial USA 94, de "Il Divino Codino", Roberto Baggio. Como ganador del Balón d' Oro, todos esperaban una exhibición brutal desde el minuto 1 del reciente "Rey del Fútbol". Primera ronda una decepción tras otra, con derrota en el primer partido ante Irlanda (eso sí, con una exhibición del defensor irlandés Paul McGrath) y para colmo, el único partido que se ganó, ante Noruega, Baggio fue el sacrificado por la expulsión de Pangliuca.

Clasificándose por los pelos como uno de los mejores terceros, en octavos de final se enfrentarían a las "Super Águilas" de Nigeria comandadas por el holandés Clemens Westerhof, con Amunike, Finidi George y Jay-Jay Okocha como estrellas, candidato serio a algo bueno en ese Mundial. En el minuto 85 del partido, bajo el calor sofocante de Foxborough (Massachusetts), Italia era un juguete en manos de Nigeria, que para más sufrimiento y dolor jugaba con uno menos por la expulsión de Gianfranco Zola en el 75.

Cuando parecía todo perdido y el título de "decepción" y "fracaso" era para Baggio y la Italia de Sacchi, vino el milagro de la mano de un gol salvador de Baggio a trompicones y con algo de suerte que le dio una respiración asistida a Italia para forzar una prórroga, que a partir de ese momento creció y terminó dando vuelta al partido. Luego ante una España que terminó frustrada por el famoso no gol de Salinas y donde Baggio volvió a brillar, dando un pase a gol y luego un golazo casi sin ángulo, que acabó con la incertidumbre del duelo. En semifinales, dieron cuenta de Bulgaria, bastante agotada luego de darle la vuelta a la Alemania de Lothar Matteus y Jurgen Klismans; de nuevo Baggio fue el héroe.

En la gran final ante Brasil, con todo el calor de Los Ángeles, sucedió una de las finales más rácanas de la historia, donde Baggio y Romario fueron anulados sistemáticamente. Quiso el ingrato destino que el quinto penalty de la definición, el pateado por Baggio, el que lograba decidir si seguía una nueva agonía para Italia de la mano de la "muerte súbita" o si Brasil alzaba el "Tetra", fuera hacia las nubes. Cruel para el "príncipe" de ese Mundial, el hombre que prácticamente desde ese agónico minuto 88 ante Nigeria hasta el fallo ante Brasil en la definición de penales se tiró toda una selección italiana a la espalda, juntándose la gesta heroica más inaudita del fútbol con la humanidad de este semidios moderno; porque si bien "El Die" tuvo una exhibición personal increíble tanto en 1986 como en 1990, era el consentido del grupo; Baggio era el "apestado", el "rarito", alguien difícil de tratar y cuya sola figura provocaba un cisma instantáneo entre la afición que lo amaba y sabía que era capaz de lograrlo, y la innumerable cantidad de técnico que no entendían que hacer con semejante genio.
están las referencias a heroes sacados de la pantalla y Goku, genial su inclusión en este pedazo de articulo.
Quizas aca haya un anti heroe http://www.youtube.com/watch?v=4iAcK2F6FGk Roberto Rojas y su maracanazo
con todas las consecuencias para su país
- El gol de Galleti en la final de copa 2004 Zaragoza – Madrid. El 3-2 definitivo en prórroga después de aguntar la segunda parte con 10.
-El golazo de Mendieta en la final de copa valencia-atlétivo del 99, control de pecho, sombrerazo y volea.
- EL doblete de Thuram contra Croacia en semifinales de Mundial 98. El thuram lateral por entonces.
- El golazo de Ronaldinho contra Inglaterra en el mundial 2002. Falta lateral desde muuuuuy lejos (no se cuanto), y en general aquella tripleta mágica, Ronaldinho , Ronaldo, Rivaldo…brutal!!!
-El empate a 3 en el último minuto del joven Messi en el FCB-Madrid en el camp nou del 2006-2007, jugando con 10 y completando un hat-trick, con un eslalon sensacional, que con el tiempo sería habitual.

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