Hubo un tiempo en la Liga Española donde nos tocó disfrutar de mediocentros que luego serían leyendas. Encadenamos a Schuster, Guardiola, Redondo y Mauro Silva. Ahora mismo gozamos de Busquets, Alonso y Xavi, que no es el último hombre pero por su cabeza solamente pasa ordenar y equilibrar. Entre estos dos grupos, llegó Claude Makelele, cuya marcha pareció añorar un equipo que maldijo su no renovación como si se fueran tres pilares del mismo (llegaron otros tantos, como Pablo García, Gravesen o Emerson, para ver si alguno recordaba al pequeño Claudio). ¿Pero quién más compartía con Makelele las referencias del puesto en los años anteriores a nuestro despegue como escuela futbolística? La España de Camacho, Saéz y Luis se surtió de un equipo que era la viva imagen de la solidez y la eficacia. Por posibilidades quizás no, pero por trayectoria, el Valencia era el proyecto más seguro de nuestra Liga. Y en su centro del campo… siempre jugaba el mismo.
Fue el mejor mediocentro del país durante algunas temporadas.
David Albelda llega al Valencia procedente del Villarreal. El Villarreal de Palop y Gerardo, que también llegaban a Mestalla junto al de la Pobla Llarga. Albelda ya era internacional sub-21 y deCon R.Baraja, Albelda formó un doble pivote muy completo la mano de Cúper se hizo con la titularidad en una sensacional plantilla (Mendieta, Kily, Cañizares, Gerard, Piojo, Angloma, Carboni, Farinós…). Ya no soltaría la medular hasta la llegada de Ronald Koeman. Con la doble decepción pero increíble mérito de las dos finales consecutivas de la Copa de Europa, Albelda estaba ante los mejores años de su carrera. Rafa Benítez formó su particular Xaviniesta con el doble pivote más complementario que uno recuerda en mucho tiempo. Rubén Baraja y David Albelda. “Tú llega que yo sostengo, tú crea que yo te apoyo; tu baraja que yo reparto” -aunque nunca lesionó a nadie-, dando ambos sentido a la sociedad. Era el Valencia de las dos Ligas, de la Copa de la Uefa y de la posterior Supercopa de Europa -ya con Claudio Ranieri- ante el Porto de Víctor Fernández. Fue la mejor obra de Benítez. Y siempre con Albelda.
El capitan che siempre destacó por una enorme presencia defensiva y una poco destacada función de salida secundaria. De lo primero siempre fue un sobresaliente marcador del tempo defensivo de su equipo. Era agresivo en la marca, abarcaba una enorme cantidad de terreno y en todo momento estaba pendiente de una posible inferioridad de su equipo. Una vez detectada, hacia una falta. Clara, intencionada y útil. Y el equipo ocupaba espacios de nuevo. Se podía colocar entre centrales si el rival era poderoso en el juego aéreo y acudía a cualquier banda. Habilidoso intérprete del costado por el que transitaba el rival, allí acudía Albelda para cerrar un pasillo o toda un flanco. Con balón siempre tuvo una pareja que acumulaba responsabilidad y cuota, pero Albelda, el mejor Albelda, era un perfecto auxiliar de vuelo. Tenía técnica y rango para colaborar con la pelota. Todo ello le valió para ser pieza básica del combinado nacional durante tres grandes citas consecutivas. 15 años de servicio y un palmarés realmente extraordinario para un futbolista que nunca pisó un gigante. Un grandísimo mediocentro.
@giorgioV8 12 junio, 2013
Siendo yo bastante más del Pipo, hay que decir que gran labor la que hizo Albelda en el Valencia de Cúper y de Benítez, aunque para mí le ha sobrado alguna temporada de las últimas.
Lo cierto es que por aquella época y con el sistema de juego tan definido, transmitía una fuerza importante. Su capacidad táctica es de lo mejor que he visto en mucho tiempo, siempre dónde y cuando debía estar. Acerca de su técnica, es un jugador aseado y con cierto criterio, aunque se me acaba quedando algo corto, sobre todo con la llegada de Emery, dónde se empieza a apostar por otro tipo de fútbol.