Sergio Ramos siempre fue un soñador. Nacido en cuna camera, creció escuchando hablar del arte que rodeaba a su pueblo, famoso por los capotazos del inefable Curro Romero. Entre cuento y cuento, el pequeño Sergio pronto repararía en un detalle particular: sus mayores no acudían a él a relatarle las maravillas de Curro sobre el albero, las faenas de orejas y rabos; lo que había convertido al insigne torero en leyenda eran sus espantás, su mente distraída. En pocas palabras, no saber por dónde saldría al día siguiente, si es que lo había. “Una media de Curro y hasta el año que viene”. En la cultura de Sergio la distracción, el error y la inconstancia iban ligadas a la grandeza, el destino de un chico que se consideró especial desde el primer día. Lo sabía y además nunca dejaron de decírselo. Con 17 años debutó en Primera, con 18 ya era Internacional y a los 19 un futbolista de 30 millones. La precocidad, la melenita y la dicotomía entre ser central o lateral generaron la comparación: “el nuevo Maldini”. Nada faltaba a la hora de alimentar su ego. Futbolísticamente, su ascenso a la más alta cumbre de la pelota no se produjo hasta la llegada de Jose Mourinho al banquillo blanco. Antes conoció proyectos malos, regulares o solo buenos; ninguno inolvidable, ninguno al que agarrarse. La temporada 2011-2012 fue la de su ruptura total. La del tiránico dúo Pepe-Ramos y el choque ante Portugal en la Eurocopa. Sergio, por fin, estaba donde soñó.
Entonces decidió echar la vista atrás y acordarse de Curro, de aquellos cuentos de taberna y manzanilla que hablaban de lo feo de hacerlo siempre bien. Y se relajó. En Sevilla, a minutos andando de La Maestranza, llegó a jugar tan mal que justo habría sido un cojinazo taurino del respetable. Llegaron más días oscuros, algunas expulsiones y el capítulo final que da pie a esta historia: la eclosión de un francés de 19 años con pinta de fenómeno. De repente, el Real Madrid juntaba tres cracks donde solo cabían dos. Las críticas apuntaban a Sergio pero Mourinho no dudaba: Ramos, titular. Si Pepe es el extraterrestre y Varane aspira a no fallar nunca: ¿Por qué el indiscutible es Sergio? Lo vemos.
Sergio Ramos ha sido, por encima de cualquier otra cosa, un futbolista de una personalidad brutal
El primer motivo es de ubicación. Todos los centrales del Real Madrid (incluidos los menos habituales Carvalho y Albiol) son diestros. Aunque estos manejan mejor la pierna mala que los zurdos, a la hora de afrontar determinadas situaciones la posición del cuerpo es clave. De los tres grandes defensores del Madrid,Ni Pepe ni Varane están cómodos jugando como central izquierdo Ramos es quien se desenvuelve más fácil en el perfil izquierdo. La explicación es sencilla: en el caso de Pepe, estamos ante un futbolista que marca las diferencias anticipando y saliendo a banda. Ahí es único. Es por eso que necesita imperiosamente el flanco derecho de la zaga. Correr de forma explosiva cargando el peso sobre tu pierna débil te resta coordinación y potencia. Y cuando achica al delantero, la cosa va más allá: Pepe ejecuta sus entradas metiendo casi siempre el pie derecho. Su timing es fabuloso y rara vez no toca balón. En el costado izquierdo, ese gesto es mucho más difícil y arriesgado. En general, todo lo que Pepe hace como nadie pierde influencia fuera de su zona ideal. ¿Varane? Con el galo hemos de tomarnos un poco más de tiempo. Han sido tan pocos los partidos de élite disputados que cuesta incluso definir qué tipo de central es. ¿Anticipación o área? Las dudas hablan de su futura jerarquía. Pese a todo, si hay que elegir, casi todo lo que resultó impactante en Raphael tuvo que ver con el cruce y la velocidad. Haciendo pareja con Pepe (ejemplo: Dortmund), el lado derecho fue para él, pese a que como decimos, Pepe sale muy perjudicado de su sector menos frecuente. En el caso de Ramos, el daño es menor. Primero, por costumbre: incluso en la Selección, junto a Piqué, el andaluz actúa en la izquierda. Y segundo, porque Sergio, siendo muy bueno saliendo a banda, no basa tanto su juego en este lance. Su cuerpo, del que hablaremos más tarde, no es tan elástico como el de Pepe ni tan fino como el de Varane.
Una vez que hemos empezado a desarrollar lo que es (y no es) Sergio Ramos, entramos en las características tácticas del conjunto. El Madrid 2012-2013 fue algo diferente al de la campaña anterior, principalmente por las ausencias reiteradas de Marcelo. El brasileño es el lateral que mejor se desenvuelve en el campo rival, aunque ahí falten los espacios. A ningún otro carrilero se le puede pedir una presencia tan adelantada, así que el Madrid, como decíamos, cambió. Lo hizo a peor, y no por demérito de nadie; Marcelo supone una irracionalidad táctica casi imparable para los contrarios. Pausa y desequilibrio en zonas sin tránsito defensivo específico. A nivel de control, el Madrid la perdía más arriba, con más calma y asentaba sus ataques de forma más esquemática. Con Coentrao –hubiera pasado con cualquiera– se perdieron cosas… y se ganaron otras. El portugués abrió nuevas vías defensivas, vías en las que Ramos es clave.
Si Coentrao es concentración y sin Marcelo no se puede atacar tan arriba, la conclusión es clara: el Madrid, al ganar sufrimiento y corrección en el área, puede optar por repliegues retrasados más seguros. No es que el Madrid se “encierre” por voluntad, pero sabe que llegado el momento hay mimbres S.Ramos es una roca más complicada de empujar que Pepe o Varanepara resistir, y que tras un adversario adelantado existen metros para el contragolpe. Sergio Ramos es superior a Pepe en el área por dos cuestiones, una física y otra psicológica. La física es evidente: Sergio es poderío, rigidez inamovible. Desplazar a Ramos de su eje vertical es tarea de superhombres. Pepe ha tenido más problemillas con el contacto, sobre todo cuando este se produce en movimiento. No es tan rocoso. A nivel mental, es cosa de capacidades. Como explicamos antes, Pepe es anticipación prodigiosa, robo de balón. En el área no existe la opción de robar, porque el error es penalti. ¿Y Varane? Pues como nos va a pasar con cada apartado del francés, está a medio camino. Su templanza hará de él un escudo cerca del portero, pero su cuerpo no tuvo tiempo de formarse por completo y eso afecta a los choques exigentes. La contundencia en los centros laterales es otro tema fundamental. Ganar la posición requiere sentido del equilibrio y fuerza para hacerte hueco allá donde se reparten las tortas. Ramos disfruta con ello; Pepe, no tanto. Eso sí, los tres van sobrados de técnica en despejes laterales. Resumiendo, cuanto más cerca de la portería esté el Madrid, más crece el valor de Sergio Ramos. La presencia de Coentrao, un portento vigilando su espalda, aumenta la importancia del de Camas en el centro al evitar que este tenga que salir a banda, su peor cualidad con respecto a la competencia. De esta manera, el Madrid se convierte en un equipo con dos posibles modalidades de juego, en las que Ramos, junto al primer pase y la solidez de Xabi Alonso, es pieza insustituible.
Ni a Pepe ni a Raphael Varane les gusta tanto chocar con el delantero rival como a Sergio Ramos
La defensa de las acciones directas es un asunto complejo. Evitar que te superen es una tarea colectiva que no acaba en el duelo con el punta que recibe la pelota: hay que trabajar en grupo. CuandoEl de Sevilla ralentiza las acciones directas como nadie y permite a Pepe y Varane correr futbolistas como Van Persie o Drogba reciben de espaldas (no solo balones aéreos sino pases verticales para contragolpes o ataques estáticos) es muy raro poder anticiparles debido a su gran talento para proteger el esférico. En esa primera confrontación, Ramos es esencial. El español, por sus condiciones, tiene mayor facilidad para retener los apoyos ante bicharracos tan dotados como él. Pepe no descifra eso, nunca lo hizo. Ante iguales, el portugués confía en adelanterse siempre, algo que no es realista. El gol de Dzeko en el Bernabéu, el mejor ejemplo. Mandar a Ramos a la batalla no significa la victoria, porque esta no existe, pero sí ralentizar un segundito la estampida, lo que deja a Varane y a Pepe en el contexto donde son dioses: la corrección y el cruce por piernas, o lo que es lo mismo, corriendo hacia un regateador. Frente al Galatasaray pudimos comprobar esto que explicamos: Drogba superó a Varane en alguna jugada en la que Raphael no interpretó bien lo que tocaba. Quiso derrotar a Didier y eso no es factible. Cuando el Madrid forzó al africano a cambiarse de costado, el ex del Chelsea salió ganando igual, pero el efecto de sus proezas fue mucho menor. Varane pasó automáticamente de vencido a héroe. Ramos pone la cara, aunque se la partan.
El último episodio de la relevancia de Sergio para el Real Madrid pierde vigencia día a día, pero ha de tratarse. Como lateral, el sevillano hace cosas distintas a las de sus compañeros. “Subida y centro” (aunque no sea muy preciso) es un comportamiento que no siguen ni Marcelo ni Coentrao, ni por supuesto Arbeloa. Un lateral exterior y profundo es algo que el sistema blanco anda pidiendo a gritos desde hace bastante. Ramos 2008 llegó a ser eso. En 2013 la película es otra. Como ya tocamos en párrafos anteriores, su cuerpo se volvió rígido y aquel “2” que iba y venía contra Rusia pasó a mejor vida. Su silueta ganó músculo y perdió flexibilidad, en una transformación que, no nos engañemos, ha sido más que positiva para el camero. 2012 y su confirmación como central hizo brotar a la estrella anunciada en la cantera de Nervión. Solo por haber disfrutado de su exhibición ante Portugal ya mereció la pena el cambio. Y si no, que se lo digan a Mourinho, que por más ruido que suene, tiene claro quién sostiene el chiringuito.
@bimbix 17 abril, 2013
Simplemente brutal.
Creo que nunca tendré el placer de ver una pareja tan tiranica como Pepe-Ramos, la seguridad que plasmaron por ahí en 2012 fue mitológica.
Sergio es indispensable, sus fallos, aún más, que vamos que este chico no tendría porque jugar si no errara y no supiera lo que bueno que es al mismo tiempo. Lo de Pepe me parece lamentable, le esta costando (en vano) volver a su otrora condición de élite y Varane… para él tenemos tiempo para deleitarnos.
@David
Estuve toda la tarde esperando este articulo, muchas gracias.