Cuando un equipo se dispone a enfrentar a otro superior en recursos, el entrenador del conjunto a priori inferior ha de tomar decisiones. Como es imposible igualar todas las desventajas en la pizarra, el pequeño ha de arriesgarse en ciertos aspectos, buscando que su rival vaya perdiendo seguridad en sí mismo. Pepe Mel tomó una decisión llena de coherencia a tenor de las características del oponente… pero le salió mal. Tan mal que a los 15 minutos parecía que nos quedábamos sin partido. No fue así, porque el Valencia tiene defectos que no podrán ser subsanados nunca.
El Betis anunciaba guerra con un once muy sugerente. 4-2-4 con los gemelos Campbell y Pabón en bandas y Rubén Castro y Molina en punta de ataque. El Valencia optaba por Ramí y Mathieu como centrales y elPepe Mel buscó presionar pero lo hizo mal triángulo Parejo-Tino-Banega en el centro del campo. Aquí se finiquitó la normalidad del encuentro. El Betis presionaba muy arriba desde el inicio. Sus delanteros se encargarban de los centrales ches casi hombre a hombre, mientras que Beñat saldría a tapar a Parejo por lejos que este estuviese. Como venimos comentando, Mel tomó esta medida no sin sentido: los zagueros valencianistas (sobre todo Ramí) son dados al fallo en los primeros pases. Incomodarlos suena bien. Sin embargo, el Valencia no cayó en la trampa: balones a los laterales y estos hacia Parejo. El Betis pedía a Beñat una tipo de presión demasiado exigente. El internacional español no llegaba y Parejo jugaba a placer. Las carencias de Dani no son pocas (luego iremos con ellas) pero si le dejan ya demostró que es capaz de hacer cosas. El Valencia vivía muy adelantado en sus ataques y robos y en una de esas los de Valverde encontraron a Soldado en su acción favorita. Penalty, expulsión y montaña por subir para el Betis. Mel debía volver a elegir cómo rehacer su estrategia. Mantuvo la referencia de Molina y prescindió de la velocidad de Campbell. A la segunda sí acertaría.
Pepe Mel fue valiente y arriesgado en la presión, pero no acertó
El choque se le ponía franco al Valencia. Aunque no halló un nuevo gol, la verdad es que por fútbol y ocasiones sí supo sacar partido del futbolista extra. Banega y Tino se sumaban a Parejo y llevaban la pelota rápido a la banda, donde Guardado y Feghouli recibían con tiempo. Nos paramos un momento en el franco-argelino; su actuación fue destacada por todos y no sin justicia, pues seguramente fue el mejor jugador de la noche. El tema es que el extremo no ha vuelto a ofrecer aquella versión brutal de noviembre. El Feghouli del Bayern ayer hubiera destrozado al Betis, con un Rubén Castro que flojeaba en las ayudas a Nacho en ese sector. Pese a todo, el Valencia disfrutaba sobre el terreno de juego. Por cierto, alucinante esa estampa de Mathieu (central izquierdo) desdoblando por banda al lateral. Cuando uno está cómodo se atreve hasta con las locuras.
Pero llegó la segunda mitad y todo cambió. No había motivos para ello pero así sucedió. Dos jugadas claves volcaron el campo hacia Diego Alves cuando se anunciaba tarde sin sobresaltos en Mestalla: Molina legitimó su presencia sobre el césped al transformar una pelota sucia en un mano a mano de Rubén Castro. El fornido delantero chocó con Parejo y eso a Dani lo mata. El canterano madridista hace más ágil al Valencia que su compañero Albelda, pero hay que empezar a valorar la enorme diferencia defensiva en favor del valenciano. La ocasión de Castro metió el miedo en el cuerpo a los locales y una irresponsabilidad de Rami con el cuero terminó de matar las buenas sensaciones de la primera mitad. Si Mel quiso molestar a los centrales es por esto; son absolutamente incapaces de no regalar algo en 90 minutos (aunque Mathieu por ahora se mantiene virgen de cantadas).
El Valencia reincide en los mismos defectos una y otra vez
Con uno menos el Betis se agarró a los detalles de un Beñat abandonado pero en buena forma y sobre todo, a la energía del colombiano Pabón, que probaba suerte con el regate siempre que podía. No es que los andaluces merecieran sí o sí la igualada pero tampoco habría sobrado. Eran más que un Valencia que trataba de engancharse a la calidad de Canales. No hizo mucho Sergio pero solo con estar ya produce alguna cosita. Valverde quiso protegerse del citado Pabón metiendo a Cissokho por Guardado, pero fue irrelevante; segundos más tarde, Paulao se hacía un autogol, echando así el cierre a un partido extraño, marcado por una decisión buena que fue mala y unas carencias que a marzo de 2013 ya no tienen solución.
@migquintana 17 marzo, 2013
La primera parte del Valencia fue muy buena, es cierto, pero yo con el Betis siempre tengo la sensación de peligro en cuanto pasan la línea divisoria. De hecho, en la segunda parte, en mi opinión, merecieron la igualada por este mismo hecho. Como decían los comentaristas, no parecía que tuviesen un hombre menos porque no sufrían atrás y salían con la soltura tan propia de los de Mel.
Y, en este sentido, acertadísima la decisión de quitar a Joel Campbell y no a Pabón. Tal y como se quedaba el partido, la acción individual del colombiano es más determinante. No sé si más probable, no sé si más espectacular, pero sí tengo claro que es más decisiva. Y no estuvo lejos, la verdad.
Lo de Mathieu está siendo increíble. Jugador fetiche haga lo que haga. 😀