Una falta lateral siempre debe ser botada por el mejor lanzador del equipo. Así comenzó nuestra conversación con Francisco Beltrán. La misma frase, pero con tono de despedida, le puso fin. Entre tanto compartimos diversas teorías acerca del balón parado, casi todas abiertas y muy pocas cerradas, a las que seguro que tenéis cosas que añadir. A un tris de que nuestros clubes intenten levantar 4 eliminatorias de Champions, es el momento para hablar de estrategia.
El tiempo ha maltratado al cabeceador. El Tigre hubiera sido más feliz si cabe en los 80, y Santillana hoy no destacaría tanto. La desaparición de los extremos de línea de fondo es la razón principal, pero las ABP (acciones a balón parado) también cuentan. Antes, las faltas laterales se botaban a pie natural. Los zurdos sacaban las de la izquierda, y los diestros las de la derecha. La pelota llega como les gusta a los arietes.
Todos hemos jugado. Viajemos al campo. Somos el «9». Gareth Bale ha regateado en su banda y su zurda nos envía una rosca potente que se va alejando del «1» y uniendo a nuestra frente. Somos espectadores de todo. Hemos visto su jugada, estamos viendo el balón, vemos a su portero y la portería. La pelota llega, elegimos dirección y colocamos, sin cerrar los ojos. Gozamos cómo entra. Eso es un cabezazo. Mucho más gratificante que cuando nos la pone Mata desde la derecha. Ahí lo único que puede hacerse es apenas desviarla. Sin gesto. Sin ver nada.
El efecto contrario es una triple amenaza, aunque penalice al «9».
Para llanto de los tanques, se vino un momento en el que los técnicos pensaron que, aunque perjudicaran a su especialista, botar la falta con el efecto contrario rentaría más. El mundo defendía muy metido en el área por puro instinto de supervivencia arcaica, y si el lanzador dirigía la pelota hacia la portería, ésta podría entrar de tres modos distintos: sola, por un desvío de los propios o por un desvío de los ajenos. Eran goles más feos, pero se multiplicaron. Hasta que llegó Guardiola a su equipo enanito. Eran tan chicos que nada de lo conocido les salvaría.
La mayoría ha copiado la idea de GuardiolaA menudo, en el fútbol, como en la vida, un problema no es sino el nacimiento de una virtud. Así resultó. La primera vez que el Barcelona sacó a los suyos del área para defender una falta lateral fue un shock. Hubo reacciones de todo tipo. Los inteligentes se callaron, estudiaron y aprendieron. No parecía prudente opinar sobre algo que nunca se había visto. 5 años después, muchas referencias han copiado la idea de Pep, desde Ancelotti a Mourinho, pasando por el 75% de los entrenadores de la Liga BBVA. Y si se ha copiado es porque funciona.
La estrategia de Guardiola, como todas, tiene pros y contras.
La invención de Pep dejó víctimas, indiferentes y beneficiados. Éstos últimos fueron los porteros. De repente, pasaron a importar solo ellos y la bola; adiós a los tíos de en medio; adiós choques. Para los puntas, ni fú, ni fá. Por un lado, pasaron a rematar menos; era más difícil. Por otro, mejoró la efectividad, porque pasaron a correr hacia el gol, con fuerza y hacia delante, y sus remates se afinaron. Por esto, porque los jugadores pasaron a correr hacia el arco en vez de seguir esperando la pelota, los defensas perdieron. ¿Ir a despejar un centro y tener que correr hacia la única dirección hacia la que no pueden despejar? Difícil. Pero sobre todo, el gran perjudicado fue el lanzador, que no sólo se quedó sin referencias -envía la pelota hacia una zona en la que no hay nadie-, sino que tuvo que empezar a regular hasta la velocidad de sus envíos.
El gran debate está en por qué tras la revolución de Guardiola se sigue imponiendo el golpeo a pierna cambiada, con el efecto hacia dentro. Si el portero tiene muchas lagunas, lo normal es que salga mal y el balón entre (Iker Casillas ante Jonas o Kolarov, por ejemplo), pero lo lógico es que el meta controle la situación, porque, además de tener limpio el espacio, con el efecto cambiado se le otorga la ventaja de que el balón se le acerca, mientras se aleja de los delanteros. Preguntamos: ¿no sería hoy más rentable que los diestros lanzasen desde la derecha y viceversa? Si Pep bendijo a los porteros y maldijo a los defensas, ¿por qué seguir acercando la pelota a los guantes, en vez de las botas? Que las tire el bueno si es muy bueno; pero en caso duda, naturalidad es ventaja, ¿o no?
Abel Rojas 1 marzo, 2013
Os dejo la lista de los mejores lanzadores de faltas indirectas según mi TL:
Kiyotake, James Rodríguez, Tino Costa, Lanzarote, Duda, Baines, Granero, Pirlo, Sneijder, Beckham, Juninho, Arango, Diamanti, Edu Albácar, Van Persie, Valbuena, Ferreyra, Montenegro, Riquelme, Del Piero, Pedro León, Recoba, Mata, Beñat, Lodi, Kroos, Fernando Arce, Ibai, Iñigo Pérez, Fuchs, Leandro Benítez, Borja Valero, Hamsik, Pjanic, Payet, Hutszi, Cazorla, Forlán, Víctor Rodríguez, Kolarov, Barrada, Eriksen, Barkero, MIguel Veloso, Sahin, Moutinho, Ebert y Javi Márquez.