Si un equipo llega a las últimas 8 jornadas pringado en la batalla del descenso, el activo más cacareado, o sea, jugar bien, no sirve para absolutamente nada. No hay entrenador, vestuario ni ciudad con el suficiente acero en sus nervios como para intentar practicar un fútbol equilibrado en esas circunstancias. Olvídense de achiques o líneas del fuero de juego bien tiradas, y ya ni hablemos de tener la paciencia requerida con balón para ordenador un ataque. Se defiende por masa, poniendo hasta al apuntador delante del portero, y se ataca con un pelotazo al punta, a balón parado o, en el mejor de los casos, a la contra. El aval más preciado, sin duda, es la experiencia. Se sufre tanto -te juegas, y más en estos tiempos que corren, el futuro de tus hijos- que la primera vez asfixia. Y más, si vienes de disfrutar.
Este Athletic Club tiene muy, muy mala pintaLa primera Liga del Athletic de Bilbao no termina en la jornada 38, sino en la 30. Debe llegar virtualmente salvado para que no cunda el pánico, porque en la locura nadie tendría menos opciones. Hablamos de un modelo de juego que en su mejor momento, cuando eliminaba al Manchester United con suficiencia y brillantez, ya de por sí no se caracterizaba por su equilibrio. Siempre fue abierto, de meter a muchos hombres en campo contrario buscando finalizar jugada, y si la bola se extraviaba por el camino, la única respuesta era su poderosa y correctora pareja de centrales, hoy sustituida por una dupla diferente, y mucho menos coherente con el estilo, guste menos o más. Al perder frescura el juego general (por perder calidad en la salida, haber perdido al gran crack y, lo más achacable a Bielsa, haber prescindido de los automatismos de la banda derecha), se finalizan menos jugadas, pero con el mismo número de gente arriba, lo que convierte al Athletic en algo demasiado vulnerable. ¿Cómo cambiarlo? No tiene experiencia ni una calidad acorde para hacer «un Levante». Tiene a Herrera, que está sublime, y a los que le rodean, que son muy buenos, aunque hoy no lo parezcan. Sólo puede intentar jugar bien. Hasta la jornada 30.
Hace dos años Pellegrini salvó una situación parecida en Málaga.
Curiosamente, el que ayer fue su rival enfrentó un problema similar en el primer año de Pellegrini, quien a su vez es el gran rival de Bielsa, por ser el más diferente en estilo y la otra referencia en Chile. Y él sí que encontró la manera de no sufrir jugando bien. Desnudó al equipo, cambió el doble pivote por un 4-3-1-2 con el muy ofensivo Apoño de mediocentro único y rompieron a ganar. Pero claro, había una diferencia sutil. El gran valor técnico de aquel Málaga construido para Europa y condenado a 2ª no era la calidad en el centro del campo, sino en las áreas. Arriba, la de Julio César Baptista, autor de 9 goles en 11 partidos, y que ayer volvió a ofrecer la sensación de que ha llegado para ayudar contra el FC Porto. Abajo, tras la lesión de Sergio Asenjo, Wilfredo Caballero, para muchos el mejor cancerbero del presente. Sea o no certera esa opinión la realidad es que contra el Athletic Club consumó uno de los partidos más excelsos que se le han visto a un portero en los últimos tiempos. Genial administrando su área para restar ángulo a los tiros de los puntas vascos, soberano en el espacio aéreo, gatuno en los manos a manos y santo ante los disparos más imparables. Decir que es el Messi de la portería es pasarse porque engloba un componente mitológico que Willy no ha certificado, pero concluir que es a los palos lo que Pepe al campo propio sí que parece ideal: hay que hacer muchísimo más para superarle a él que para superar al resto. ¿Mantendrá la línea firme en la Copa de Europa?
@migquintana 17 febrero, 2013
Pues la próxima semana reciben en San Mamés a la Real Sociedad.
Lo que me hace arquear la ceja con este Athletic de Bilbao es que, cambiando ciertas cosas importantísimas, como el asunto de los centrales o la propia presencia de Llorente, se ha tratado de jugar a lo mismo al 95%. Entiendo que el sello, que la marca, que la filosofía de Bielsa es la que es, pero no deja de ser una temeridad meter tantos jugadores en campo rival cuando luego, en cualquier transición, el rival te mete a los centrales en su propio área. Por poner el ejemplo más llamativo y doloroso, vaya.
Encima, ya de forma definitiva, se puede decir que la banda izquierda ha desaparecido por completo. Entre que Iker Muniain no está y que Aurtenetxe, al fin y al cabo, no deja de ser el jugador más »flojito» del once, su juego externo se concentra por completo en la banda derecha con Iraola y con Susaeta. Y, hombre, no está mal, son dos muy buenos jugadores, pero el talento, la brillantez y la genialidad el año pasado estaban en la izquierda. Ahora, pese a Herrera, es mucho más fácil defender al Athletic.
Y, si encima, como viene comentando Bielsa, se está fallando demasiado en ambas áreas -irreal Willy- de forma muy diferentes, pues… terminas deseando que en la jornada 30, como dice Abel, no esté en problemas.